Todo el Consejo de Dios: ECLESIASTÉS 10:2

El Señor está guiando a Su pueblo y edificando a Su iglesia en toda época. Pero Dios tiene un enemigo que ha diseñado planes complejos y sencillos, toscos y refinados, obscenos y atractivos, profanos y religiosos… para destruir al rebaño del Señor. Ha destruido algunas de las ovejas del Pastor mediante el uso de sus métodos. No obstante, no era necesario que eso sucediera. Ahora nos encontramos nosotros librando esta batalla. Nuestro Pastor puede salvarnos y Él nos otorgará Su gracia, tal como se la otorgó a los fieles que nos han precedido. Ellos conforman la nube de testigos que son los redimidos de los siglos. Tenemos el registro de su testimonio de fe en contra de la apostasía, su valor en la persecución y su amor por la Verdad hasta el final. Ellos confiaron en las Escrituras, vislumbraron la eternidad a pesar de que vivían en el tiempo, creyeron las promesas de su Pastor y las abrazaron desde lejos, y rechazaron “las filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2:8).

Ahora nos toca a nosotros hacer lo mismo.

Aquí identificamos algunas de las batallas libradas por los que nos precedieron, las cuales son las mismas que nosotros tenemos que librar en este fin de los tiempos.