Buscar este blog

sábado, 8 de enero de 2022

CRISTIANOS SEGUIDORES DE MOISÉS


El concepto de “ojo por ojo”, a veces también llamado la ley del talión (jus talionis o lex talionis), es parte de la Ley Mosaica utilizada en el sistema judicial de los israelitas. El principio es que el castigo debe ajustarse al delito y debe haber una pena justa por las malas acciones: “Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe” (Éx. 21: 23-25). La justicia debe ser equitativa; se debe evitar la excesiva dureza y la excesiva indulgencia.

No hay ninguna indicación de que la ley del “ojo por ojo” se siguiera literalmente. No hay un relato bíblico de que un israelita haya sido mutilado como resultado de esta ley. Además, antes de que se diera esta ley en particular, Dios ya había establecido un sistema judicial para escuchar los casos y determinar las penas (Éx. 18:13-26), un sistema que sería innecesario si Dios hubiera tenido la intención de una pena literal de “ojo por ojo”. Aunque los crímenes capitales se pagaban con la ejecución en el antiguo Israel, sobre la base de múltiples testigos (Dt. 17:6), la mayoría de los demás crímenes se pagaban con el pago de bienes: si lastimabas la mano de un hombre de tal manera que no pudiera trabajar, compensabas al hombre pagándole por su salario perdido o su ganancia perdida.

Además de Éxodo 21:23-25, la ley de “ojo por ojo” se menciona dos veces en el Antiguo Testamento (Lv. 24:20; Dt. 19:21). Cada vez, la frase se utiliza en el contexto de un caso que se juzga ante una autoridad civil, como un juez. Por tanto, se pretendía que el “ojo por ojo” fuera un principio rector para legisladores y jueces; nunca debía usarse para justificar el vigilantismo o resolver agravios personalmente.

En el Nuevo Testamento, parece que los fariseos y los escribas habían tomado el principio del “ojo por ojo” y lo habían aplicado a las relaciones personales cotidianas. Enseñaron que buscar venganza personal era aceptable. Si alguien te golpeó, podías devolverle el golpe; si alguien te insultaba, era blanco de tus insultos. Los líderes religiosos de la época del Señor Jesús ignoraron la base judicial de la promulgación de esa ley.

En el Sermón del Monte, el Señor contrasta la enseñanza común de la represalia personal: “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo les digo...” (Mt. 5:38-39). El Señor Jesús procede a revelar el corazón de Dios con respecto a las relaciones interpersonales: 

“Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mt. 5:39-42).

Al dar este “nuevo” mandamiento, el Señor no anula la ley del Antiguo Testamento (Mt. 5:17). Más bien, está separando la responsabilidad del gobierno (de castigar a los malhechores con justicia) de la responsabilidad que todos tenemos a nivel personal ante Dios de amar a nuestros enemigos. No debemos buscar represalias por desaires personales. Debemos ignorar los insultos personales (el significado de “dar la otra mejilla”). Los cristianos debemos estar dispuestos a dar más de nuestros bienes materiales, tiempo y trabajo de lo que se requiere, incluso si las demandas sobre nosotros son injustas. Debemos prestar a quienes quieren pedir prestado, amar a nuestros enemigos y orar por quienes nos persiguen (Mt. 5:43-48). Hacer cumplir “ojo por ojo” es el deber del magistrado; perdonar a nuestros enemigos, es nuestro deber. Vemos que esto ocurre hoy en día cada vez que una víctima se presenta en la corte para perdonar públicamente a un criminal convicto; el perdón es personal y real, pero el juez igual hace que se ejecute la sentencia.

La limitación por parte del Señor Jesús del principio del “ojo por ojo” no prohíbe en modo alguno la legítima defensa o la protección enérgica de los inocentes contra cualquier daño. No se cuestionan las acciones de agentes del gobierno debidamente designados, como policías y militares, para proteger a los ciudadanos y preservar la paz. El mandato del Señor de poner la otra mejilla se aplica a las relaciones personales, no a la política judicial. El principio de “ojo por ojo” se entiende como una política judicial, no como una regla para las relaciones interpersonales. El creyente en Cristo es guiado por las palabras del Señor Jesús a perdonar a quienes lo han ofendido, herido o perjudicado de alguna manera. El cristiano es radicalmente diferente de aquellos que siguen la inclinación natural a responder de la misma manera.

Sin embargo, todos los días vemos y sabemos de “cristianos” que en vez de seguir a Cristo, siguen a Moisés y practican la ley del talión con sus hermanos y prójimos. No se dan cuenta que al hacerlo se están condenando a sí mismos

En la parábola de las minas (Lc. 19:11-27; y los talentos Mt. 25:14-30), el Señor habla de un “mal siervo” (Lc. 19:22) que en vez de negociar con la mina que el Señor le había encargado la guardó en un pañuelo y se la devolvió intacta al Señor cuando Él lo hizo rendirle cuentas. El “mal siervo” le dice al Señor: “Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste” (Lc. 19:20-21).

La mina era una unidad de peso en plata, y en consecuencia era también una moneda utilizada en la antigüedad. Su peso era de alrededor de medio kilogramo, según una de sus definiciones, y alrededor de un kilogramo, según otra. Es una medida equivalente al “talento”, en la parábola de Mateo 25:14-30. En éstas parábolas, la mina y el talento representan la inteligencia espiritual de los receptores, la aptitud o conjunto de aptitudes para realizar la tarea encomendada en forma exitosa. El “mal siervo” recibió del Señor sólo una mina porque Él sabía que el siervo tenía pocas aptitudes comerciales, pero tenía que darle una oportunidad de demostrar que al menos estaba dispuesto a intentarlo. Pero la excusa que da el mal siervo: ​ “Tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste” (Lc. 19:21), demuestra que no conocía en absoluto al Señor. Tal como los “cristianos” que en vez de seguir a Cristo, siguen a Moisés y practican la ley del talión. Estos “cristianos” también justifican su actitud diciendo que el Señor es un hombre severo, que toma lo que no puso y siega lo que no sembró al demandar de ellos: “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mt. 5:39-42).

Cuando Pedro le preguntó al Señor: “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” El Señor le respondió: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” (Mt. 18:21-22). Pedro no le replicó al Señor: “Te tengo miedo, por cuanto eres demasiado severo, tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste”. Pedro demostró tener más discernimiento espiritual que los “cristianos” de hoy, porque recibió las palabras del Señor con reverencia y las dejó que criaran raíces en su corazón.

Esta enseñanza de perdonar “setenta veces siete” al que peque contra nosotros en vez de retribuirle con la ley del talión, el Señor la refuerza con la parábola de los dos deudores:

“Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” (Mt. 18:23-35).

Nótese la similitud del destino del “mal siervo” de la parábola de las diez minas (Lc. 19:11-27) y el “siervo malvado” de la parábola de los dos deudores (Mt. 18:23-35). El “mal siervo” de la parábola de las diez minas es despojado de lo que tenía (Lc. 19:24) y decapitado con los que no querían que el Señor reinase sobre ellos (Lc. 19:26-27). En la parábola de los talentos, el Señor ordena: “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mt. 25:30).

El “siervo malvado” de la parábola de los dos deudores es entregado a los verdugos (torturadores: demonios), hasta que pagase todo lo que debía (Mt. 18:34), que es lo mismo que decir que fue condenado por toda la eternidad, porque ¿cómo iba a pagar todo lo que debía?

Juan dice: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Jn. 5:3-5)

¿Cuál es el “el amor a Dios”?

¿Son “gravosos sus mandamientos”? 

¿“Quién es el que vence al mundo”?

El mundo, en este artículo, está representado por el concepto de  “ojo por ojo”, la ley del talión. Los “mandamientos que no son gravosos” están representados por el mandamiento de perdonar “setenta veces siete” al que peque contra nosotros. “Todo el que es nacido de Dios vence al mundo”, dice Juan. Así que si no puedes perdonar a tu hermano que ha pecado contra ti

  • no tienes el amor de Dios en ti, 
  • no has nacido de Dios, 
  • no has vencido al mundo, 
  • no tienes fe,
  • eres un(a) siervo(a) malvado(a), inútil, y serás echado(a) “en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mt. 25:30).
Los que no pueden perdonar no deben profesar tener fe en Cristo y deben admitir que en realidad no obedecen la Biblia y, por lo tanto, están perdidos.

- - - - - - - - - - - 

ARTÍCULOS ANTERIORES

****COMENTARIO DEL APOCALIPSIS****

PERSECUCIÓN DE LOS CRISTIANOS EN 2022

****COMENTARIO DE DANIEL****

LA DEIDAD DE CRISTO

DE LA SALVACIÓN INICIAL, A LA FINAL

EL TRIBUNAL DE CRISTO O EL JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO 

A LA QUE HONRA, HONRA

TU MARIDO ES TU HACEDOR (Estudio devocional basado en Isaías 54:5)

****PRUDENTES COMO SERPIENTES**** 

EN EL LUGAR EN EL QUE EL ÁRBOL CAYERE

BETEL Y PENIEL 

DONDE NADA SE VE, NADA SE POSEE

LOS CAMINOS DE DIOS SON MISTERIOSOS

DEJA ATRÁS EL PASADO

EL VENCEDOR 

EL ESPÍRITU ESTÁ DISPUESTO PERO LA CARNE ES DÉBIL 

HOMO HOMINI LUPUS

ECLESIASTÉS 10:2

UNA PETICIÓN A LA COMUNIDAD PRE-IRA

EL SEÑOR ES MI PASTOR 

CÓMO PERDONAR  

TODA PALABRA OCIOSA

LA LEY DE CRISTO

EL AYUNO

****COMENTARIO DEL APOCALIPSIS****

EL PROPÓSITO DEL SUFRIMIENTO

JONATÁN 

EL HOMBRE DE DOBLE ÁNIMO 

LOS FELINOS EN LA BIBLIA

LA ORDEN DADA POR MARÍA—LA MADRE DEL SEÑOR 

QUÉ ES EL ÉXITO 

RAÍCES HEBREAS 

HABLA PALABRAS DE FE

GASTAR Y GASTARSE

LA MISADE LA LITURGIA A LA REALIDAD

CATÓLICO? LO ESTÁN ENGAÑANDO

PREGUNTAS BÍBLICAS PARA CATÓLICOS  

LO QUE TODO CATÓLICO DEBE SABER  

EL CATOLICISMO: LA TRADICIÓN HUMANA VERSUS LA BIBLIA

ROMA LA GRAN MENTIRA (E-BOOK)

CUAL LA MADRE, TAL LA HIJA 

EL ADVENTISMO DEL SÉPTIMO DÍA 

LOS MORMONES 

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ 

NUEVA ERA - PARTE I 

OCULTISMO Y SECTAS - PARTE I 

LA CIENCIOLOGÍA 

NO HAY NADA GAY EN SER GAY 

C. S. LEWIS - EL SANTO PATRÓN DE LOS NEOEVANGÉLICOS

SIETE VECES CAE EL JUSTO 

NO OS CONOZCO

NUNCA OS CONOCÍ

EL JUICIO COMIENZA POR LA CASA DE DIOS

COMAMOS Y BEBAMOS QUE MAÑANA MORIREMOS 

SANSÓN Y LOS CRISTIANOS DE HOY

LA VERDAD SOBRE EL DIVORCIO—Y CÓMO EVITARLO 

DURA COSA TE ES DAR COCES CONTRA EL AGUIJÓN

UN PASEO GUIADO POR LA BIBLIA

EL AMOR DE MUCHOS SE ENFRIARÁ

LO QUE DICE EL SEÑOR SOBRE EL INFIERNO

VUESTRO ADVERSARIO EL DIABLO 

UNA ADVERTENCIA A LA CRISTIANDAD

¿JUZGAR O NO JUZGAR A OTROS?

MATRIMONIOS DE LA BIBLIA 

(Estudio devocional de 13 matrimonios de la Palabra)

SABED QUE VUESTRO PECADO OS ALCANZARÁ

¿SERÁ POSIBLE EXTRAVIARSE DEL BUEN CAMINO?   

LA APOSTASÍA ES UNA DOCTRINA BÍBLICA

LOS FELINOS EN LA BIBLIA

POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PROFECÍA BÍBLICA 

PROFECÍAS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS CUMPLIDAS EN ESTA GENERACIÓN

EL SEÑOR ME HABLÓ 

EL VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS

PREPARADOS PARA LA VENIDA DEL SEÑOR

LA FUTURA ABOMINACIÓN DESOLADORA

LOS ÚLTIMOS TIEMPOS EN ORDEN CRONOLÓGICO 

EL «OCIO»

LO QUE CREEMOS 

SEÑALES DE LOS TIEMPOS 

MUJERES DE LA BIBLIA 

(Estudio devocional de más de 50 mujeres de la Palabra) 

LA DEPRESIÓN Y EL HIJO DE DIOS

HOW WILL CHRISTIANS BUY WHEN THE BEAST TAKES OVER THE GOVERNMENT? 

FÁBULAS

EL BURRO, EL PUMA Y EL LEÓN

EL LADRÓN Y SU MADRE 

LOS DOS VIAJEROS Y EL OSO 

EL GRANJERO Y LA CIGÜEÑA 

LA GOLONDRINA Y EL CUERVO

LA HISTORIA DEL PESCADOR 

 








sábado, 1 de enero de 2022

LOS CAMINOS DE DIOS SON MISTERIOSOS



¿Por qué Dios permite problemas, pruebas y tribulaciones en este mundo? ¿Por qué sufren incluso los cristianos? ¿Por qué el Señor, cuando alguien lo recibe como su Salvador, no lo saca inmediatamente de este mundo de problemas? ¿Por qué somos dejados aquí? 

Podemos culpar al pecado de todos los problemas. Pero, ¿de dónde viene el pecado? Podemos culpar del pecado al diablo, pero ¿de dónde viene él? ¿Creó un Dios bueno a un diablo malo? Dios sabía que Adán y Eva cederían a la tentación, ¿o fue la caída del hombre una sorpresa para Dios? 

En nuestro intento por comprender estas cosas, debemos reconocer que es el plan de Dios que cada uno de nosotros tenga el derecho a escoger. No fuimos creados como robots, nuestras acciones no fueron programadas al ser creados, y ningún ser superior nos controla y dirige por control remoto.  Dios desea que quienes le sirven y adoran lo hagan porque han decidido hacerlo, no porque Él los obligue a hacerlo.

Adán tenía una opción. Nosotros tenemos una opción. Algunos aceptan; algunos rechazan la oferta de Dios. Las Escrituras dicen: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Dt. 30:19). Elige hoy día a quién servirás (Jos. 24:15), es la enseñanza que corre a través de toda la Biblia.

Una vez que entendemos el derecho otorgado por Dios a elegir, es evidente que tiene que haber al menos dos cosas diferentes entre la que tenemos que ejercer nuestro poder de elección. Si nunca hubiera existido el mal en este mundo, nunca habríamos sabido lo que está mal, y en consecuencia, no podríamos tampoco elegir hacer lo correcto. 

Si tan sólo el mal estuviera permitido en este mundo, nunca hubiéramos sabido acerca del bien. Para que podamos elegir, tanto el bien como el mal tienen que coexistir en este planeta. 

Dos diferentes sistemas espirituales existen en este mundo. Son conocidos por expresiones descriptivas tales como el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la inmundicia y la pureza, la sabiduría y la necedad, la verdad y la mentira, el yin y el yang. Diariamente, estos dos sistemas batallan por influir en la mente de las personas que pueblan el mundo. Para que esto suceda de manera sistemática y organizada, es necesario que cada sistema tenga un líder. Nuestro Señor Jesucristo es el líder de todo lo bueno, por supuesto. Y para que el sistema del mal prospere es necesario que también tenga un líder, un opuesto de Dios, el diablo

Entonces, ¿un Dios bueno creó un diablo malo? 

Dios no creó al diablo; más bien creó un hermoso ángel que luego, por sí solo, se convirtió en el diablo, porque a los ángeles Dios también les ha dado el libre albedrío: el poder de elegir a quien servir. Dios es el Creador. “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Col. 1:16-17).  “Para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto” (Is. 45:6-7). 

Podemos ver un propósito para el sistema del mal y su líder, siendo su existencia necesaria para que la humanidad pueda tomar la decisión de a quién servir. Pero después de haber hecho nuestra elección, después de haber recibido a Cristo, ¿por qué el Señor no nos saca inmediatamente de este mundo? La oración del Señor Jesús fue: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Jn. 17:15). 

¿Por qué nos quedamos aquí para pasar por problemas y pruebas? Una razón es para que desarrollemos el verdadero carácter cristiano por medio de la experiencia y la observación. El bien se vuelve obvio en comparación con lo malo; lo malo se vuelve obvio cuando se compara con lo bueno. Si lo pensamos bien, no podríamos conocer al Señor Jesús como nuestro Salvador si no nos hubiéramos convertido en pecadores. Convertirse en pecador no fue difícil, “por cuanto todos pecaron” (Ro. 3:23). Pero las buenas noticias es que Cristo murió por los pecadores (Ro. 5: 6; 1 Co. 15:3). No podríamos ser salvados si no hubiéramos estado perdidos. No podríamos ser curados si no estuviéramos enfermos. No podríamos obtener la victoria si no nos enfrentamos a la derrota. No podríamos tener una respuesta a nuestras oraciones si nunca tuviéramos necesidades. Sin pasar por los valles, nunca experimentaríamos el gozo de llegar a la cumbre.

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminosPorque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la Gloria por los siglos. Amén (Ro. 11:33-36).  

Los caminos de Dios son misteriosos como la senda del viento, o como la forma en que el espíritu humano se infunde en el cuerpo del niño aún en el vientre de su madre” (Ec. 11:5 NBV).

Cuando decimos que Dios obra de maneras que son a menudo consideradas misteriosas”, queremos decir que los métodos de Dios a menudo nos dejan totalmente desconcertados. ¿Por qué Dios le diría a Josué y a los hijos de Israel que marcharan alrededor de la ciudad de Jericó durante una semana? (Jos. 6:1-4) ¿Qué bueno podía resultar de que Pablo y Silas fueran arrestados y golpeados sin motivo? (Hch. 16:22-24)

Los procesos que Dios usa, la interacción de la libertad humana (libre albedrío) y la soberanía de Dios, y las conclusiones finales de Dios están mucho más allá de lo que la limitada mente humana puede entender. La Biblia y los testimonios de los cristianos en todos los tiempos están repletos de historias reales de cómo Dios transformó por completo las situaciones, los problemas y las vidas, y con frecuencia de las maneras más inesperadas, sorprendentes e inexplicables.

La vida de José es un buen ejemplo de la forma misteriosa en que a veces obra Dios (Gn. 37:1-50:26). En Génesis 50:20, José les dice a sus hermanos, Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien. En esta declaración José resume los acontecimientos de su vida, comenzando con el mal que le hicieron sus hermanos y terminando con su reconocimiento de que todo era parte del buen plan de Dios para rescatar al pueblo de Su pacto (Gn. 15:13-14).

En Canaán hubo una hambruna en el lugar donde se habían establecido los descendientes de Abraham, el pueblo hebreo (Gn. 43:1), y por eso José los sacó a todos de Canaán y los llevó a Egipto (Gn. 46:26-27). José pudo proveer comida para todos ellos porque se había convertido en gobernador de Egipto y estaba a cargo de la compra y venta de alimentos (Gn. 42:6). ¿Por qué estaba José en Egipto? Los hermanos de José lo habían vendido como esclavo hacía unos veinte años y ahora dependían de él para su sustento (Gn. 37:28). Esta ironía es sólo una pequeña parte de lo que ocurrió en la vida de José. El movimiento contradictorio de Dios es evidente en toda la historia de José. Si José no hubiera sido gobernador de Egipto y no hubiera trasladado a sus parientes allí, entonces no existiría la historia de Moisés, ni el éxodo de Egipto cuatrocientos años después (Ex. 6:1-8).

Si José hubiera tenido la opción de elegir si sus hermanos lo vendían como esclavo o no, es obvio  que José habría respondido con un rotundo “No” (Gn. 50:20). Si a José nuevamente se le hubiera dado la opción de ser encarcelado o no por falsas acusaciones (Gn. 39:1-20), lógicamente habría dicho “No”. ¿Quién elegiría voluntariamente ese maltrato? Sin embargo, fue en Egipto donde José pudo salvar a su familia, y fue en la prisión donde se abrió la puerta del palacio.

Dios anuncia “lo por venir desde el principio” (Is. 46:10-11), y podemos estar seguros de que cada evento en la vida de un creyente es útil para él en el perfecto plan de Dios (Is. 14:24; Ro. 8:28). Desde nuestro punto de vista, la forma en que Dios entreteje eventos extraordinarios en y a través de nuestras vidas puede parecer ilógica y poco comprensible. Sin embargo, caminamos por fe y no por vista (2 Co. 5:7). Los cristianos sabemos que los pensamientos de Dios están por encima de nuestros propios pensamientos, y que los caminos de Dios son más altos que los nuestros, “como son más altos los cielos que la tierra” (Is. 55:8-9). Y, por lo tanto, todo lo que Dios hace es mejor, y perfecto, y grandioso. Aunque no lo entendamos completamente ahora, podemos descansar en el hecho de que nuestro libre albedrío y la soberanía de Dios obran de la mano en nuestras vidas, si cumplimos a cabalidad lo que Pablo nos dice en su epístola a los Romanos: 

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro. 8:28-39).

- - - - - - - - - - - 

ARTÍCULOS ANTERIORES

LA DEIDAD DE CRISTO

DE LA SALVACIÓN INICIAL, A LA FINAL

BETEL Y PENIEL 

DEJA ATRÁS EL PASADO

EL VENCEDOR 

EL ESPÍRITU ESTÁ DISPUESTO PERO LA CARNE ES DÉBIL 

ECLESIASTÉS 10:2

UNA PETICIÓN A LA COMUNIDAD PRE-IRA

EL SEÑOR ES MI PASTOR 

CÓMO PERDONAR  

TODA PALABRA OCIOSA

LA LEY DE CRISTO

EL AYUNO

COMENTARIO DEL APOCALIPSIS

EL PROPÓSITO DEL SUFRIMIENTO

JONATÁN 

EL HOMBRE DE DOBLE ÁNIMO 

LOS FELINOS EN LA BIBLIA

LA ORDEN DADA POR MARÍA—LA MADRE DEL SEÑOR 

QUÉ ES EL ÉXITO 

RAÍCES HEBREAS 

HABLA PALABRAS DE FE

GASTAR Y GASTARSE

LA MISADE LA LITURGIA A LA REALIDAD

CATÓLICO? LO ESTÁN ENGAÑANDO

PREGUNTAS BÍBLICAS PARA CATÓLICOS  

LO QUE TODO CATÓLICO DEBE SABER  

EL CATOLICISMO: LA TRADICIÓN HUMANA VERSUS LA BIBLIA

ROMA LA GRAN MENTIRA (E-BOOK)

CUAL LA MADRE, TAL LA HIJA 

EL ADVENTISMO DEL SÉPTIMO DÍA 

LOS MORMONES 

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ 

NUEVA ERA - PARTE I 

OCULTISMO Y SECTAS - PARTE I 

LA CIENCIOLOGÍA 

NO HAY NADA GAY EN SER GAY 

C. S. LEWIS - EL SANTO PATRÓN DE LOS NEOEVANGÉLICOS

SIETE VECES CAE EL JUSTO 

NO OS CONOZCO

NUNCA OS CONOCÍ

EL JUICIO COMIENZA POR LA CASA DE DIOS

COMAMOS Y BEBAMOS QUE MAÑANA MORIREMOS 

SANSÓN Y LOS CRISTIANOS DE HOY

LA VERDAD SOBRE EL DIVORCIO—Y CÓMO EVITARLO 

DURA COSA TE ES DAR COCES CONTRA EL AGUIJÓN

UN PASEO GUIADO POR LA BIBLIA

EL AMOR DE MUCHOS SE ENFRIARÁ

LO QUE DICE EL SEÑOR SOBRE EL INFIERNO

VUESTRO ADVERSARIO EL DIABLO 

UNA ADVERTENCIA A LA CRISTIANDAD

¿JUZGAR O NO JUZGAR A OTROS?

MATRIMONIOS DE LA BIBLIA 

(Estudio devocional de 13 matrimonios de la Palabra)

SABED QUE VUESTRO PECADO OS ALCANZARÁ

¿SERÁ POSIBLE EXTRAVIARSE DEL BUEN CAMINO?   

LA APOSTASÍA ES UNA DOCTRINA BÍBLICA

LOS FELINOS EN LA BIBLIA

POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PROFECÍA BÍBLICA 

PROFECÍAS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS CUMPLIDAS EN ESTA GENERACIÓN

EL SEÑOR ME HABLÓ 

EL VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS

PREPARADOS PARA LA VENIDA DEL SEÑOR

COMENTARIO DEL APOCALIPSIS 

LA FUTURA ABOMINACIÓN DESOLADORA

LOS ÚLTIMOS TIEMPOS EN ORDEN CRONOLÓGICO 

EL «OCIO»

LO QUE CREEMOS 

SEÑALES DE LOS TIEMPOS 

MUJERES DE LA BIBLIA 

(Estudio devocional de más de 50 mujeres de la Palabra) 

LA DEPRESIÓN Y EL HIJO DE DIOS

HOW WILL CHRISTIANS BUY WHEN THE BEAST TAKES OVER THE GOVERNMENT? 

FÁBULAS

EL BURRO, EL PUMA Y EL LEÓN

EL LADRÓN Y SU MADRE 

LOS DOS VIAJEROS Y EL OSO 

EL GRANJERO Y LA CIGÜEÑA 

LA GOLONDRINA Y EL CUERVO

LA HISTORIA DEL PESCADOR