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martes, 1 de julio de 2014

CIENCIOLOGÍA: LA RELIGIÓN DE HOLLYWOOD

La cienciología fue inventada por el exitoso escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard. Él y sus seguidores afirmaron haber descubierto profundos secretos de la mente y el espíritu. Pero, mientras sus seguidores dicen que los descubrimientos de Hubbard pueden erradicar la mayor parte de lo que aflige a la humanidad, los críticos sostienen que éste inventó una nueva religión con la misma mente creativa que dio forma a obras populares de ciencia ficción. Los críticos de Hubbard agregan que esta nueva religión fue formulada para enriquecer considerablemente a su fundador y a sus colaboradores.

Los detalles de la vida de Hubbard son altamente polémicos. La Iglesia de la Cienciología (IC) ofrece una versión que es notable en todo sentido. Según la Iglesia, Hubbard estaba estudiando a Shakespeare y filosofía griega a poco de aprender a leer. A los seis años se había vuelto un hermano de sangre de los indios Pies Negros y había aprendido sus secretos y leyendas tribales, un honor que supuestamente pocos hombres blancos habían experimentado. La IC también sostiene que Hubbard se convirtió en el Scout Águila más joven jamás, y que a los diecinueve años había recorrido más de cuatrocientos mil kilómetros en China, Japón, Guam, Filipinas y otros países.[1] Además, sostiene que Hubbard, al finalizar su adolescencia, había absorbido las filosofías del Oriente. Estos datos son cuestionados por los críticos de Hubbard, que han difundido sus contra-evidencias en Internet y en publicaciones impresas.

La Iglesia afirma que Hubbard combinó su trasfondo único con investigación personal, produciendo un manuscrito llamado “La tesis original”, que sentó las bases para su libro Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, publicado en 1950. Esta obra vendió más de 150.000 copias en ese año solo, y sigue vendiéndose bien hoy. En 1953 Hubbard fundó la primera Iglesia de la Cienciología en Camden, Nueva Jersey, Estados Unidos, y con el tiempo plantó iglesias en todo el mundo. En 1967 se autodesignó comodoro de una pequeña flota de barcos desde el cual manejaba su imperio mientras navegaba por el Mar Mediterráneo. Volvió a escribir ciencia ficción cerca del fin de su vida, publicando los éxitos de librería Campo de batalla: la Tierra y la enorme serie Misión Tierra.

Hubbard enseñaba que los principios de la dianética podrían hacer más para el hombre común que todas las teorías y terapias psicológicas tradicionales combinadas. Es comprensible la alarma de la Asociación Psicológica Americana. Cuando lo cuestionaban, Hubbard y su organización demandaba a profesionales del cuidado de la salud y todo aquel que pusiera en tela de juicio su terapia de auditoría. Quienes cuestionaban al movimiento desde adentro eran rotulados como “supresores” y eran castigados y expulsados de la Iglesia.

La cosmovisión de la cienciología: cosmología

La cienciología afirma que su sistema de creencia no está en conflicto con las creencias del cristianismo. Sin embargo, cuando uno investiga, la religión sostiene proposiciones fundamentales acerca de la realidad que crean un abismo infranqueable entre ambas cosmovisiones. Si uno acepta la visión de L. Ron Hubbard del cosmos, afectará cada uno de los demás componentes de la cosmovisión. La cienciología tiene creencias únicas acerca de la naturaleza de la humanidad, la ética, lo que ocurre al morir, la dirección de la historia y aun sobre cómo llegamos a saber lo que es cierto. Estas creencias revelan diferencias que no son sólo temas superficiales; van a la esencia de nuestra existencia como seres humanos.

La cienciología deja la naturaleza de Dios o de un ser supremo sin definir, de forma que el tema queda abierto a personas de diversas tradiciones de fe. Sin embargo, hace afirmaciones acerca del origen del cosmos en que vivimos y cómo las cosas llegaron a ser como son. De hecho, estas ideas tienen mucho en común con el gnosticismo. Al parecer, L. Ron Hubbard, el fundador de la cienciología, conocía este antiguo sistema de creencias y también le agregó rasgos originales, produciendo una nueva historia acerca de los orígenes humanos.

El gnosticismo compitió con la iglesia cristiana primitiva, generando refutaciones y escritos de líderes de la iglesia. Combinaba ideas tomadas de fuentes judías, cristianas y paganas, y enseñaba que el universo material es un error; de hecho, es malo. Su enfoque principal estaba en individuos iluminados que llegaban a ver este mundo físico como la ilusión y el error que realmente es. Al descubrir el conocimiento secreto, esta persona podría conducir a otros a la verdad y finalmente las ayudaría a trascender la trampa de esta prisión terrenal. Hubbard afirmaba ser una de estas personas iluminadas, y que había adquirido un conocimiento que ninguna otra persona había poseído, llamándose a sí mismo el “mediador celestial”.

Hubbard usó el acrónimo MEST para representar la materia, la energía, el espacio y el tiempo (en inglés, matter, energy, space and time) de nuestro universo. Sostenía que MEST es el producto o proyección de una vasta cantidad de criaturas espirituales llamadas thetans que se aburrieron de una existencia no material y decidieron emanar un universo donde jugar. Después de un largo período de tiempo, estos thetans se olvidaron de que esta realidad, este universo, es producto de su propio diseño, y comenzaron a percibirla como algo real. Según Hubbard, esta realidad “acordada” no es el producto de un Dios creador autoexistente que existe fuera del cosmos, según enseña la cosmovisión judeocristiana, sino más bien una ilusión y obstáculo a superar a fin de progresar como individuo. De forma muy similar al hinduismo y el budismo, la cienciología encuentra que la realidad en la que vivimos es parte de nuestro problema, en vez de ser un regalo de un Dios santo. Esta creencia por sí sola es suficiente para que los cristianos eviten confiar en “el evangelio según Hubbard”.

La cosmovisión de la cienciología: la naturaleza humana

Hubbard afirmaba haber dominado el pensamiento oriental a una edad temprana, así que no es sorprendente que su visión de la naturaleza humana tome prestado elementos del pensamiento hinduista y budista. De forma muy parecida al hinduismo vedanta, la cienciología enseña que el único componente real de la humanidad es un ser espiritual interior o chispa espiritual. Según Hubbard, nuestras mentes son sólo una base de datos de imágenes o un conducto para el espíritu, y nuestros cuerpos, junto con el resto del cosmos, son sólo imaginarios y un obstáculo para descubrir la verdad acerca de nuestra verdadera naturaleza.

La cienciología enseña que este ser espiritual interior es un thetan, a la vez “bueno” y “divino”. Es un ser de potencial creativo infinito que proyecta o crea el universo asociado con todos los demás thetans. Los thetans son criaturas inmortales que moran en cuerpos físicos ilusorios, pero que con el tiempo se han confundido y ahora creen que sus cuerpos físicos son reales.

Según los cienciólogos, los thetans que no se han beneficiado de las prácticas de la cienciología están atrapados en un estado de mente reactiva y no pueden operar normalmente. En este estado, los humanos se parecen más a máquinas condicionadas que a individuos con libre albedrío. Peor aún, han coleccionado experiencias negativas denominadas engramas durante sus migraciones repetidas hacia nuevos cuerpos en un ciclo de reencarnación interminable. Cada uno de estos engramas debe ser rastreado por un auditor capacitado de la Iglesia de la Cienciología y quitado antes que la persona pueda avanzar hacia un estado mental más saludable.

Una vez liberado por las prácticas de la cienciología, el thetan interior recibe la promesa de mayor libertad, inteligencia y aún mayores poderes espirituales. Muchos que han sido “despejados” a través de la auditoría afirman haber alcanzado esta mayor capacidad. Las publicaciones de la Iglesia no dan ninguna garantía de los resultados de la auditoría, pero sí afirman que “las técnicas de auditoría funcionan el 100 por ciento de las veces si se aplican correctamente”. [2]

Según Hubbard, los problemas que enfrenta la humanidad son educativos antes que morales; falta de capacitación, y no rebelión ante un Dios santo. No somos moralmente defectuosos, sino en cambio ignorantes de nuestra verdadera naturaleza. Nuestra única “caída” es nuestra creencia en que somos principalmente seres físicos antes que entidades espirituales.

La cienciología nos ofrece un plan para el automejoramiento; a través del trabajo duro y la aplicación de los descubrimientos de Hubbard, cualquiera puede alcanzar una existencia similar a un dios. Mediante la auditoría exitosa, tú también puede convertirse en un TO o Thetan Operativo y usar la pulsera de TO de la cienciología, una señal de que ha alcanzado la independencia y serenidad espiritual totales”. [3]

Esto contradice directamente el mensaje del cristianismo, que dice que nuestro problema es moral, y que la única solución es aceptar el regalo del perdón brindado por la muerte de Cristo en la cruz.

La cienciología y el conocimiento

Hubbard estaba fascinado por las personas creativas y el proceso creativo. Como guionista y escritor de ciencia ficción exitoso, colocaba al artista en el pináculo de la cultura. Escribió que “Una cultura sólo es tan grande como sus sueños, y sus sueños son soñados por los artistas”. [4] Su deseo expresado era mejorar toda la cultura mejorando la vida de sus pensadores más creativos. Como resultado, la Iglesia de la Cienciología construyó Centros de Celebridades en todo el mundo para las necesidades especiales de los artistas y las celebridades. En estos lugares las celebridades pueden pasar por el proceso necesario de auditoría, provisto por la Iglesia, para despejarse de los engramas negativos mientras están en un entorno que mantiene a distancia a los seguidores y paparazzi. Los artistas también aparecen en forma destacada en las publicaciones de la cienciología, y las celebridades y miembros de la Iglesia Tom Cruise, Kirstie Alley y John Travolta son todos proselitistas abiertos de la Iglesia de la Cienciología.

Parte de la atracción de la cienciología para los artistas y celebridades, así como su dependencia de ellos, es producto de la visión de Hubbard de la realidad y de la naturaleza del conocimiento mismo. Él creía que la realidad es la proyección de miles de millones de thetans que la crearon como resultado del aburrimiento. La materia, la energía, el espacio y el tiempo no tienen ninguna realidad independiente u objetiva; son dependientes de la creatividad de los thetans. Hubbard sostenía que la verdad misma es tan extraña que una persona típica no puede distinguir entre la ciencia y la ciencia ficción. En un punto Hubbard comparó ser un thetan con el mundo de fantasía de Alicia en el País de las Maravillas. Señaló que los thetans pueden “hacer existir” [inventar o crear] conejos blancos y orugas y Sombrereros Locos”, sugiriendo que se encontrarían muy cómodos en el País de las Maravillas de Lewis Carroll. [5]

Sólo los thetans operativos pueden ver la realidad tal como es, y Hubbard afirmaba tener una mayor perspectiva que toda otra persona. Como Hubbard era considerado el thetan más iluminado, todo lo que él declaraba que era verdad debía ser aceptado por sus seguidores sin cuestionamientos. Usó y alimentó esta obediencia cuando la Iglesia sufrió el ataque de personas y el gobierno, especialmente cuando alguien dentro de la organización comenzó a cuestionar su autoridad. Como señalamos antes, quienes discrepaban con Hubbard eran rotulados como “supresores” y marcados como blancos legítimos para ser privados de propiedades mediante demandas judiciales o aun ser lesionadas físicamente por otros cienciólogos.

El cristianismo reconoce y celebra los dones artísticos de la humanidad, que cree reflejan que somos creados a la imagen de Dios, el Creador y Artista último. También afirma el papel de la razón en el proceso de investigar la naturaleza de la creación de Dios. Pero, como dice el libro de Hebreos, “en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo... y por medio de él hizo el universo”. [6] Nuestra fe es en este Jesús, no en las palabras de L. Ron Hubbard o la Iglesia de la Cienciología.

La cienciología y la fe cristiana

Una ciencióloga afirmó confiadamente que Jesús murió en la cruz porque los judíos no pudieron aceptar Sus enseñanzas budistas. Ella explicó cómo Jesús había estudiado en China y se había convertido en un monje budista antes de su ministerio en Palestina, y que la visión tradicional de lo que enseñó Jesús y por qué murió era sólo una opinión. Finalmente, la seguidora de L. Ron Hubbard y de la Iglesia de la Cienciología sostuvo que los pecados de una persona sólo pueden ser perdonados si la persona paga para pasar por el proceso de auditoría ofrecido por la Iglesia y termina convirtiéndose en un TO, o Thetan Operativo.

Otras creencias sostenidas por los cienciólogos aumentan el abismo que separa a la cienciología del cristianismo bíblico. Hay personas que han dejado la cienciología que afirman que enseña una “historia anterior” de la condición humana actual. Pero sólo tienen acceso a esta información quienes han alcanzado los niveles más altos dentro de la organización.

La historia de Hubbard dice algo así. Setenta y cinco millones de años atrás un líder malvado llamado Xenu decidió eliminar la población excedente de una confederación galáctica que consistía de veintiséis estrellas y setenta y cinco planetas. Con la ayuda de psiquiatras, engañó a miles de millones de personas para que se sometieran y fueran exportadas al planeta Teegeeack o Tierra. Las víctimas paralizadas fueron apiladas alrededor de volcanes activos donde se colocaron bombas de hidrógeno. Según la historia, las bombas fueron detonadas y las almas sin cuerpos o thetans fueron capturados y pasaron por un lavado de cerebro para hacerles creer en la existencia de un Dios y el diablo. Hubbard culpó al malvado Xenu por plantar las ideas del catolicismo y la imagen de la crucifixión en las mentes de los desventurados thetans. Este proceso también quitó a los thetans su propio sentido de identidad, lo cual hizo que se aferraran a los pocos cuerpos físicos que quedaron luego de las explosiones.

Como resultado, todos los que no se han beneficiado del proceso de auditoría de la cienciología están poseídos por una colección de thetans disfuncionales que intentan controlar cada uno de sus pensamientos y acciones. Una vez despejados por la auditoría de Hubbard, toda la confusión desaparece, supuestamente. Hay más en esta “historia según L. Ron Hubbard”, pero resulta obvio rápidamente que la cienciología y su fundador están enseñando otro evangelio.

Una de dos. O podemos ser salvados por el proceso de auditoría de Hubbard, que promete dar a las personas “independencia y serenidad espiritual totales”, o somos salvados poniendo nuestra fe en lo que el Señor Jesucristo hizo en la cruz, pero no podemos ser salvados de ambas formas. [7] O somos seres similares a dioses que podemos vencer todas nuestras deficiencias morales y mentales en la Iglesia de la Cienciología, o somos criaturas que fuimos creadas “buenas” pero estamos caídas debido a nuestra rebelión contra un Dios santo. Sostener que ambos sistemas son compatibles, no tiene ningún sentido.

Para una presentación clara e inequívoca de lo que la Biblia realmente enseña sobre nuestro origen y destino final, el lector es invitado a leer los siguientes artículos en nuestro blog:

CÓMO SER SALVO

¿TENDRÉ LA FE CORRECTA?

DERRIBANDO ARGUMENTOS

QUÉ DICE EL SEÑOR SOBRE EL INFIERNO


EL SEÑOR JESÚS SALVA (¿DE QUÉ SALVA Y DE QUIÉN?)

PUEDES CREER EN DIOS Y NO SER SALVO

UN PASEO GUIADO POR LA BIBLIA

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Notas

[1] What is Scientology? (Bridge Publications, 1993) p. 26-32.
[2] Ibid., 93.
[3] Ibid., 150.
[4] Ibid., 259.
[5] John Weldon, Scientology: From Science Fiction to Space-Age Religion (Christian Research Institute, Statement DS-170, 1993).
[6] Hebreos 1:2 
[7] What is Scientology?, p. 150.