Comenzaremos
por explicar el título de este artículo. Las comillas en la frase psicología cristiana indican que en realidad no existe tal
cosa como la “psicología cristiana”. Lo que es denominado “psicología cristiana”
está compuesto por los mismos elementos confusos de las teorías y técnicas
contradictorias de la psicología secular. Los psicólogos y psiquiatras que
profesan el cristianismo sencillamente han tomado prestadas las teorías y las
técnicas de la psicología secular. Practican lo que consideran es una mezcla perfecta
entre la psicología y el cristianismo. Sin embargo, usan la misma psicología
que los psicólogos y psiquiatras no cristianos. Usan teorías y técnicas que
surgen de hombres como Freud, Jung, Adler, Fromm, Maslow, Rogers, Ellis,
Glasser, Harris, Janov, a los cuales criticamos en estas páginas, siendo que
ninguno de ellos profesó el cristianismo o desarrolló un sistema psicológico en
base a la Palabra de Dios.
La
Christian Association for Psychological
Studies, CAPS (Asociación Cristiana de Estudios Psicológicos) es una
organización de psicólogos que son cristianos. En una de sus reuniones
admitieron lo siguiente:
"A
menudo se nos pregunta si somos 'psicólogos cristianos' y nos resulta difícil
responder eso, ya que no sabemos qué implica dicha pregunta. Somos cristianos
que a la vez somos psicólogos, pero hasta el presente no existe una psicología
cristiana aceptable que sea notoriamente diferente de la psicología que no es
cristiana. Es difícil implicar que trabajamos en una forma que es
fundamentalmente diferente a la de los colegas no cristianos... ya que hasta el
momento no existe una teoría, o un modo de investigación o tratamiento
metodológico que sea notoriamente cristiano". [P. Sutherland y P. Poelstra, Aspects of Integration, monografía presentadaen la reunión de la
Christian Association for Psychological Studies, Santa Barbara, CA, June 1976]
Cuando usamos las palabras psicología cristiana y
otras frases similares, debemos entender que no existe dicha práctica o
persona, en el sentido que la práctica o la persona realicen una actividad especialmente
cristiana. Además, cuando usamos la palabra cristiana en referencia a los diversos
profesionales de la salud mental, no significa necesariamente que hablemos de
alguien que sea un verdadero creyente. La psicología cristiana depende de la
psicología misma. Ya que la psicología es un campo tan amplio, queremos dejar
en claro que cuando usamos la palabra psicología, nos referimos a la psicoterapia
y a sus raíces psicológicas.
Como
la psicología cristiana depende de la psicología secular, el grueso de este
libro estará enfocado en exponer científicamente y bíblicamente los mitos en
torno a dicha psicología. Si la psicología secular sucumbe ante dicho escrutinio,
entonces el efecto dominó también hará que sucumba la psicología cristiana.
¿Un Engaño Dañino y Cuestionable?
La psicoterapia profesional,
juntamente con sus raíces psicológicas, en el mejor de los casos es
cuestionable y en el peor de los casos es perjudicial. Por eso, lo menos que
decimos es que es un engaño espiritual. El propósito de este libro es demostrar la verdad de esta
declaración, y hacer surgir el desafío de purgar a la iglesia de todos los
daños de este azote. Por un lado existe suficiente evidencia bíblica y
científica para hacer callar la industria de la psicología secular, y a la vez
hacer callar la industria de la psicología cristiana. Por otro lado, no somos
lo suficientemente incautos como para creer que la abrumadora evidencia que
sustenta esta declaración será tomada en cuenta por la mayoría de los
creyentes.
Muchos
no estarán interesados en leer sobre la evidencia bíblica y científica debido a
que contradecirá sus suposiciones ya establecidas con respecto al procedimiento
psicológico. La mayoría de los terapeutas, cuyo medio de vida depende de lo que
le pagan sus pacientes, ni siquiera leen las investigaciones que se presentan
en este libro, las cuales condenan la psicoterapia profesional. También los
terapeutas cristianos se resisten frente al potencial de que sus ingresos (a
través de la terapia que imparten) disminuyan, y le prestan poca (o ninguna) atención
a las investigaciones y las críticas que sostienen que sus prácticas son
contrarias a las Escrituras. Una organización psicoterapéutica profesional
revela:
“No
es ningún secreto que los terapeutas rara vez son influenciados por los datos
de las investigaciones... una vez que inician su práctica, la mayoría está mucho
más influenciada por el último taller al que asistió, o por cómo los pacientes
responden a una determinada intervención, que a cualquier artículo
publicado en los diarios universitarios”. [Richard
Simon, “From the Editor”,Networker (May/June 1991), p. 2]
En
primer lugar, trataremos con la imagen general de la implementación psicológica
y sus premisas falsas. Luego revelaremos las falacias de varias justificaciones
bíblicas para el uso de la psicología. No existen razones científicas válidas
para el uso de la psicoterapia profesional, ya sea por parte de creyentes o no
creyentes, pero el procedimiento psicológico debería ser doblemente condenado y
rechazado por los creyentes. En primer lugar, el método psicológico debería condenarse
y rechazarse debido a la falta de pruebas que incentiven el uso de la consejería
psicológica profesional juntamente con las psicologías que la respaldan. En
segundo lugar, la concepción psicológica sobre la gente y cómo ésta puede
cambiar es condenada por la misma Palabra de Dios.
Existe
una concepción psicológica y una concepción bíblica sobre la naturaleza humana
y sobre cómo esta última puede ser transformada. El método psicológico es el
método de la psicoterapia, el cual simplemente consiste en el tratamiento de
los problemas a través de medios psicológicos que los hombres han elaborado. Al
aplicar las técnicas y metodologías basadas en las teorías psicológicas, un
consejero psicológico instruido intenta asistir al individuo para cambiar sus actitudes,
sentimientos, percepciones, valores y comportamiento.
Los
psicoterapeutas son aquellos que han estudiado y tienen licencia para
implementar una amplia variedad de terapias. Entre ellos están los psiquiatras,
los psicoanalistas, los psicólogos clínicos, los consejeros matrimoniales y
familiares, algunos asistentes sociales, y muchos que se autoproclaman
psicólogos cristianos, consejeros cristianos e incluso consejeros bíblicos.
Además, muchos individuos practican la psicoterapia sin licencia, y muchos de
los sistemas de autoayuda son psicoterapias llevadas a la práctica, aunque no se
las denomine así.
Es
más, el método psicológico abarca todas las concepciones psicológicas sobre la
condición humana, por qué la gente actúa en la forma que lo hace, y cómo puede
cambiar. Estas enseñanzas son tan prevalecientes en las escuelas, libros, revistas
y medios seculares, que se han permeado en el pensamiento de la mayoría de la
gente. Lo que es peor aún, estas enseñanzas son tan aceptadas en las escuelas
cristianas, seminarios, iglesias, organizaciones misioneras, libros, radios y otros
medios, que muchos cristianos asumen que dichas ideas psicológicas son ciertas,
e incluso bíblicas. Por lo tanto, los tentáculos del método psicológico se han
aferrado con mucha fuerza y a nivel mundial a la forma de pensar de muchos
creyentes.
Por
otro lado, el método bíblico puro se basa en la Palabra de Dios más que en la
sabiduría humana. En vez de usar las teorías psicológicas, los cristianos deben
ministrar la gracia de Dios usando métodos bíblicos. Deben ayudarse mutuamente
a identificarse con Cristo y a vivir según Su vida, aumentando las actitudes,
pensamientos, palabras y acciones que se asemejen a Cristo.
Aunque
el método bíblico ha existido por miles de años, el método psicológico es
relativamente nuevo. Fue durante el siglo XX que los cristianos comenzaron a
confiar en la psicología más que en la Biblia para tratar los problemas de la
vida. Como resultado, la psicología ha desplazado una gran parte del
cristianismo. Incluso para los cristianos, la psicoterapia y sus psicologías de
respaldo han contaminado el ministerio puro de la Palabra de Dios y la vida de
Cristo en el creyente. Hoy día, las personas creen de todo corazón que las
teorías psicológicas de consejería, disfrazadas en una amplia variedad de
estilos y formas, contienen secretos y respuestas para ayudar a las almas
atribuladas. Su confianza en el poder sanador de la psicoterapia ha aumentado a
pesar de la ausencia de pruebas sustanciales sobre su efectividad. [APA Commission on Psychotherapies,
Psychotherapy Research: Methodological and Efficacy Issues
(Washington: American Psychiatric Association, 1982), p. 192] Debido a que las personas han sido persuadidas por las declaraciones
de los psicoterapeutas, cometen el error de no cuestionar la validez de sus
declaraciones, rehúsan examinar la investigación, y creen ciegamente en los
mitos populares sobre la psicoterapia.
Aquellos
que deben aceptar la mayor responsabilidad por haber hecho que la iglesia se incline ante
la psicoterapia no son los psicoterapeutas que ofrecen sus servicios, sino mas
bien los institutos bíblicos, los seminarios y las iglesias en los cuales la
psicología es promovida y/o permitida. Esos "maestros" y "pastores" que
recomiendan a la gente o la encaminan hacia este sustituto pseudo-científico de
la verdadera cura de las almas, deberían ser denunciados y se los debería
obligar a que renuncien; además, aquellos "líderes cristianos" que simplemente permitieron
el surgimiento de esta herejía sin una palabra de advertencia para el rebaño también
son culpables.
Contrario
a lo que la mayoría de la gente piensa, la psicoterapia es una creencia similar
a la de una religión. Tanto la creencia psicoterapeuta como la creencia
religiosa se basan en la fe. Examinaremos algunos credos de la psicoterapia y
consideraremos las siguientes preguntas:
¿La
psicoterapia realmente funciona? ¿Puede ser dañina ? ¿Se basa en hechos observables y verificables, o en teorías e
interpretaciones subjetivas? ¿En qué grado la psicoterapia es medicina,
filosofía o religión? ¿En qué ideologías se basan los diversos sistemas
psicoterapéuticos? ¿La psicoterapia y el cristianismo son verdaderamente
compatibles? Además, examinaremos la doctrina bíblica que enseña que los creyentes deben
ministrarse mutuamente, y desafiaremos a la iglesia a que restaure la práctica
original de ministrar a las almas atribuladas.
La
mayoría de los creyentes está de acuerdo en que la Biblia es la base de la
vida cristiana, pero muy pocos parecen creer que la misma es suficiente para
lidiar con todos los problemas de la vida, lo cual
abarca la categoría de problemas de conducta cuyas causas no son orgánicas, los que
hoy día son diagnosticados por la psiquiatría y la psicología. Muchos en la
iglesia creen que la Biblia provee principios preventivos para el bienestar
mental, emocional y de comportamiento, pero dudan en aceptar que posea un poder
restaurador. Mantenemos que Dios y Su Palabra ofrecen un fundamento completo y
suficiente para vivir la vida cristiana, lo cual incluye la salud mental,
emocional y de comportamiento. Sostenemos además que la Biblia contiene el bálsamo sanador para los problemas
no orgánicos de la vida, que podrían rotularse como desórdenes mentales,
emocionales o de comportamiento.
La
Biblia debería usarse también para ministrar a las almas de aquellos que sufren
enfermedades biológicas, incluso si están bajo el cuidado de un doctor en
medicina. Para respaldar esta posición, exponemos la debilidad de la
psicoterapia en contraste con los métodos bíblicos en lo que respecta a vivir
una vida que agrade a Dios y enfrentar los desafíos de la misma en medio de las
tribulaciones y la aflicción.
Nuestro
interés tiene que ver con las doctrinas y métodos de la
psicoterapia y con sus psicologías de respaldo, y no con los otros numerosos
campos de la psicología. Creemos que todos los problemas de la vida, incluyendo
los desórdenes mentales, emocionales y de conducta que no son orgánicos, tienen
una solución espiritual y cristocéntrica, más que una solución psicológica y
egocéntrica. Sin embargo, debido a que la psicoterapia ha sido adoptada y
promovida por seminarios, por profesores universitarios de Biblia, por pastores
y otros líderes cristianos, esta posición puede evocar una reacción extremista por
parte de muchos, incluso de aquellos que a través de su formación académica o
su involucramiento profesional actual tienen diversos intereses y compromisos
con la Industria Psicológica.
No
obstante ello, oramos que estas páginas estimulen a los creyentes a saber que no
tienen por qué volverse a la sabiduría de los hombres en su búsqueda del “camino,
la verdad y la vida”. Ciertamente, éste es el lugar del Señor Jesús en el creyente. Él
es, ciertamente, “el camino, la verdad y la vida”, y Él mismo habita en el
creyente. Por lo tanto, cada cristiano verdadero tiene “todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento de aquel que nos
llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3).
La
Palabra de Dios, el Espíritu Santo, y la vida misma de Cristo en el creyente,
son más que suficientes para lidiar con los problemas más difíciles de la vida,
incluso los que han sido rotulados como psiquiátricos o psicológicos, así como
los desafíos de la vida cotidiana. También oramos que estas páginas estimulen a los
creyentes a confiar en el método de Dios para satisfacer los desafíos de la
vida y a que se ministren unos a otros en el Cuerpo de Cristo, según la vida de
Cristo en cada creyente.
La
Popularidad del Método Psicológico
La
psicoterapia moderna no tiene siglos aún, pero durante este período de tiempo
ha influido y cambiado la forma de pensar del hombre moderno sobre sí mismo y
sobre el significado mismo de la vida. Muchos han sido educados a lo largo de
estos años de modo tal que depositan una gran confianza en la psicología en
cuanto a la sanidad mental, emocional, de comportamiento y de otro orden, tal
como los problemas personales y de relaciones interpersonales. Además de tener una
confianza incuestionable en la misma, muchos creen que si alguien duda,
cuestiona o contradice la psicología, debe haber algo erróneo con esa persona.
Muchos han sido inducidos a creer que sólo los individuos que no piensan o que
son incautos tienen tales reservas, y que cualquier persona inteligente e
informada debe aceptar la psicoterapia como el “bálsamo de Galaad” *.
En
los primeros años de la psicoterapia, los doctores en medicina, los ministros,
y muchos otros cuestionaban e incluso ridiculizaban sus teorías y prácticas.
Hoy día, luego de años de una propaganda efectiva, esta moda ha influido toda
forma de vida, al punto que dudar o estar en desacuerdo con la misma es
sinónimo de tener la mente cerrada, de no ser inteligente o ser incluso
neurótico. Después de todo, ¿quién criticaría o contradeciría algo que
aparentemente es tan beneficioso como la psicología?
Desde
los comienzos de la psicoterapia a comienzos de siglo, las definiciones
psicológicas, diagnósticos, y rótulos de los desórdenes mentales, emocionales o
de comportamiento se han expandido progresivamente para incluir un vasto
despliegue de problemas pequeños y severos. El número de personas que
supuestamente necesita asistencia ha aumentado en forma notoria.
En
su libro Manufacturing Victims
(Creando víctimas), la Dra. Tana Dineen dice, “Más de
diez millones de estadounidenses procuran los servicios de la Industria
Psicológica cada año”. [Tana Dineen,
Manufacturing Victims (Montreal: Robert Davies Publishing, 1996), p. 249]
Al
documentar el crecimiento de la psicoterapia, Dineen dice:
"A
comienzos de los 60, el 14% de la población estadounidense (25 millones de un
total de 180 millones) había recibido alguna vez un servicio psicológico. Para
1976, ese número había crecido al 26%. Sin embargo, en 1990, por lo menos 33%
(65 millones de 250 millones) había sido asistido psicológicamente en algún
punto de sus vidas, y en 1995, la Asociación Psicológica Estadounidense dijo
que el 46% de la población estadounidense (128 millones) había visto un profesional
de la salud mental. Algunos incluso predicen que para el año 2000 hablaremos de
la mayoría (formada por un 80% de la población)". [Ídem, pp. 18, 19]
Juntamente
con la explosión de usuarios de la psicología en la población, existe una
explosión de proveedores de la misma. Según el Dr. Robyn Dawes, el número de
psicólogos profesionales se duplica cada diez años. [Robyn Dawes, House of Cards: Psychology and Psychotherapy Built on Myth
(New York: The Free Press/Macmillan, Inc., 1994), p. 12.]
Alguien predijo
que aumentará el 64% en los próximos diez años. [Jack G. Wiggins, Jr., "Would You Want Your Child To Be a
Psychologist?" American Psychologist (June 1994), p. 486.]
Estos psicólogos representan únicamente una parte de
los grupos profesionales con licencia para proveer psicoterapia.
Esta
expansión incluye a aquellos que operan bajo un rótulo “cristiano”. La
Asociación Americana de Consejeros Cristianos tiene más de 17.500 miembros. El
mercado cristiano de consejería psicológica incluye muchos individuos, pequeños
centros de consejería, y también grandes conglomerados con programas de radio
que seducen a los cristianos a participar de programas de terapia. En 1996, La
Clínica Minirth Meier New Life reportó que tenía 25 unidades internas, 55 unidades
externas, y más de 600 empleados. Tan sólo esa clínica reportó 500 admisiones
de internos y 7600 visitas de no internos meramente durante el mes de junio de
1996. Rapha, que es otro proveedor de salud mental, tiene 63 programas, “tiene
una red de 3.500 iglesias en su programa RaphaCare”, y se ha duplicado en
tamaño en los últimos 18 meses”. [Steve
Rabey, "Hurting Helpers," Christianity Today (September 16, 1996),
pp. 76,77.]
En
términos de costos a lo largo de este campo, Dawes estima que en 1990 los
costos de los psicólogos, psiquiatras clínicos y otros profesionales con
licencia excedían los 12.000 millones de dólares. [Dawes, op. cit., p. 11.]
Si unimos estas cifras con un costo
anterior total del servicio en salud mental (17.000 millones de dólares a
finales de los 70) [Alvin Sanoff,
"Psychiatry Runs into an Identity Crisis," U.S. News and World Report
(October 9, 1978), p. 64], no sería ilógico estimar que el costo total de
la salud mental en Estados Unidos es de 24.000 millones de dólares. El
investigador Dr. Jerome Frank ha comentado sobre el brote de la empresa de la
psicoterapia de la siguiente forma:
"La
demanda de psicoterapia está a la par de su provisión, y por momentos uno tiene
el sentimiento incómodo que la provisión puede estar creando la demanda...La
psicoterapia es la única forma de tratamiento que, por lo menos en cierta
medida, parece crear la enfermedad que trata". [Jerome Frank, citado en Dineen, op. cit., p. 194]
La
psicoterapia y sus diversas formas es solicitada con desesperación por quienes
están atribulados, los cuales buscan una solución psicológica para una ansiedad
interna y a menudo no tienen una justificación externa real. Decenas de miles de
personas van a los terapeutas por una variedad de problemas que se hace cada
vez más extensa, la cual representa meramente una u otra forma de ansiedad.
Algunos incluso procuran consejería psicológica debido a que sospechan que debe
haber más en la vida de lo que experimentan en la actualidad. Frank concluye:
"Demasiadas
personas hoy día tienen demasiado dinero y no lo suficiente para hacer,
entonces se tornan a la psicoterapia para combatir el aburrimiento
resultante... hoy día miles de personas procuran psicoterapia por problemas que
una sociedad menos afluente consideraría triviales". [Jerome D. Frank, "An Overview of Psychotherapy" en Overview
of the Psychotherapies, Gene Usdin, ed. (New York: Brunner/Mazel, 1975), p. 7.]
Los
proveedores de la psicología, a cambio, están deseosos de tratar estos
problemas. Según el grupo de investigación Ralph Nader: “un enorme número de
profesionales de la salud mental toma la posición que cualquiera que entre a su
consultorio necesita terapia, frecuentemente una terapia a largo plazo, la cual
a menudo se estira varios años, costando miles de dólares”. [Sharland Trotter, “Nader Group Releases
First Consumer Guide to Psychotherapists”, APA Monitor (December 1975), p. 11.]
Frank
afirma: “nuestra literatura psicoterapéutica le da poco valor al poder redentor
del sufrimiento, de la aceptación de la suerte que uno tiene en la vida, de la
piedad filial, de la adherencia a la tradición, de la auto-restricción y la
moderación”. [Frank, "An Overview of
Psychotherapy," op. cit., p. 8]
Leo Rosten
dice:
"Hace apenas 30
años nadie cuestionaba su derecho a ser infeliz. La felicidad era considerada
una bendición, no una garantía. Se le permitía a uno sufrir dolor o tener
diferentes estados de ánimo, o buscar la soledad sin ser analizado,
interpretado y discutido". [Leo Rosten, "Unhappiness Is
Not a Disease," Reader's Digest (July 1978), p. 176.]
George Albee,
ex presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología dice:
"Las fuentes
convencionales antiguas que explican los misterios de la existencia humana,
tales como la religión y la ciencia, ya no tienen demasiada agua para muchas
personas. Por lo tanto, las personas se han vuelto principalmente a la
psicología como la fuente que intenta responder cuestiones sobre el significado
de la vida". [George Albee, citado en "Psychology is Alive and Well," Santa
Barbara News-Press, 23 August 1981, p. B-7]
Allan Stone observa:
"La
psicologización del público estadounidense ha creado un mercado en expansión...
Como resultado de la psicologización del público estadounidense, las personas
que tienen problemas maritales, problemas sexuales, problemas con sus hijos,
que tienen una 'incomodidad' psicológica, procuran cada vez más la ayuda
psicológica. Éste es un mercado que se expande en forma infinita". [Alan Stone, citado en Lois Timnick, "Psychiatry's Focus Turns to
Biology," Los Angeles Times, 21 July 1980, Part I, p. 21]
Muchas
personas procuran la psicoterapia para ser felices, para escapar al dolor de
vivir, y para encontrar la plenitud y la satisfacción. Mientras sigan buscando
la psicoterapia con esperanza y expectativa, la popularidad de la psicología
continuará remontándose.
El
Mercado Psicoterapéutico
En el mercado
psicoterapéutico se ha estimado que existen más de 400 enfoques terapéuticos
diferentes y más de 10.000 técnicas específicas disponibles para el consumidor.
[Allen E. Bergin y Sol L. Garfield, eds., Handbook of Psychotherapy and
Behavior Change, Fourth Edition (New York: John Wiley & Sons, Inc., 1994),
p. 6.]
El Dr. Morris Parloff informa:
"Emergen nuevas
escuelas constantemente, prometiendo proveer un mejor tratamiento,
recuperación, o un mejor manejo de los problemas y neurosis contemporáneos.
Ninguna escuela se ha retirado jamás del campo por no poder cumplir lo que
promete, y como consecuencia todas continúan existiendo. [Morris Parloff, "Shopping for the Right Therapy," Saturday
Review (February 21, 1976), p. 14.]
Todas
continúan existiendo y todas profesan tener éxito, a pesar del hecho que las
diversas técnicas, así como también las teorías en las cuales se apoyan, a
menudo se contradicen entre sí. Por ejemplo, una técnica puede estimular el
liberarse de toda responsabilidad mientras otra puede colocar un gran valor en
la responsabilidad personal. A través de artículos populares, publicidad, y de
boca en boca, el consumidor es llevado a la conclusión que cualquier tipo de
terapia puede funcionar, independientemente de lo tonta o satánica que pueda
ser. Sin embargo, las personas generalmente mejoran sin terapia alguna.
El número de
terapias ha proliferado en gran forma, tanto que sería muy difícil imaginarse
una forma de psicoterapia que no haya sido concebida y practicada ya. Dichas
formas de psicoterapia abarcan todo el espectro, desde las muy sencillas, las cuales
incluyen mentirle al paciente diciéndole que él se está mejorando (incluso
cuando el terapeuta sabe que no está mejorando), hasta las que son
específicamente más activas, las cuales requieren que el paciente realice
diferentes tareas, ya sea que las quiera hacer o no.
En forma
jocosa hemos pensado que podríamos concebir una teoría y darle un nombre
sencillo, tal como “Teoría X”, o algún título esotérico que nadie entendiera,
tal como “terapia osmótica”. Para lograr comercializarla, podríamos seleccionar
varios conceptos disponibles en cualquier texto de psicología. Luego, para
hacer que sea atrayente, podríamos agregarle alguna estructura trinitaria
similar a la del id, ego y superego de Freud; o a la de Padre, Adulto y Niño de
Harris; o a la de yo-bueno, yo-malo, y yo-no de Sullivan; o la realidad, responsabilidad
y recto e incorrecto de Glasser.
A
continuación deberíamos escribir un libro sencillo sobre la misma, que el
público en general pudiera entender fácilmente, formar un instituto
(preferentemente en Los Ángeles o Nueva York) y contratar personal. Luego,
después del “éxito” inicial, contactaríamos lo medios y le diríamos al mundo
sobre nuestros triunfos incomparables, ignoraríamos o esconderíamos nuestros
fracasos, y prometeríamos milagros insuperables de felicidad, adaptación,
solución a los problemas personales, e incluso sanidad física. Procuraríamos
hacer que varias revistas de psicología escribieran artículos sobre nuestra
nueva terapia. Luego daríamos seminarios para entrenar terapeutas en nuestra nueva
psicoterapia. Finalmente, deberíamos darle lugar a la gran cantidad de gente
solitaria, aburrida, frustrada y motivada por la ansiedad que ha intentado
otras ramas de la psicoterapia sin tener éxito.
No estamos
acusando a todos los psicoterapeutas de ser deshonestos o de fabricar meramente
terapias de la nada. Sin embargo, cuando las personas están desesperadas, son
vulnerables a las promesas psicológicas de alivio, y debido a que no están
informadas sobre el tipo de tratamiento que recibirán, confían en el mismo con
la esperanza de obtener alivio.
Creando
Víctimas
Dineen,
una psicóloga licenciada, ha abandonado su práctica clínica y ha escrito un
libro titulado Manufacturing Victims:
What the Psychology Industry is Doing to People (Creando víctimas: Lo que la
industria de la psicología le hace a la gente).
El
libro de Dineen es el resultado de su extenso conocimiento de la investigación
sobre la psicoterapia, así como también de su propia práctica experimental en
el campo. Dineen usa la expresión “Industria Psicológica” para incluir a muchos
individuos. Ella habla de “las…profesiones tradicionales de la salud mental,
como la psicología, psiquiatría, análisis y trabajo social clínica” así como de la
“psicoterapia”. Dice:
"Ya
no se pueden hacer distinciones claras entre ellas; por lo tanto, lo que
denomino Industria Psicológica abarca estas cinco cosas así como también el
abanico de psicoterapeutas que cada vez se agranda más: los consejeros de todo
tipo, ya sea que tengan licencia, credenciales, o se hayan autoproclamado psicoterapeutas". [Dineen, op. cit., p. 20]
La
principal tesis de Dineen, para la cual ofrece un extenso respaldo, es la
siguiente:
"Con
títulos de psicología, medicina, trabajo social, enfermería o sin calificaciones
académicas en absoluto, la fuerza laboral expansiva de la Industria Psicológica
se basa (para poder sobrevivir y crecer) en su habilidad de crear víctimas". [Ídem., p. 20]
Dineen
relata en detalle cómo se lleva a cabo la creación de víctimas psicológicas.
Ella diferencia entre las víctimas reales y aquellas que han sido creadas por
la Industria Psicológica, lo cual implica borrar la línea divisoria entre las
dos y esparcir una red que prácticamente incluye a todas. Ella concluye su
libro diciendo:
"La
Industria Psicológica no puede reformarse a sí misma desde dentro, ni tampoco
se debería permitir que lo intentara. Se le debería impedir que haga lo que le
está haciendo a las personas, es decir, creando víctimas. Y mientras la
Industria Psicológica es desmantelada, las personas podrían boicotear el
tratamiento psicológico, protestar contra
la influencia de la Industria Psicológica y resistirse a que las conviertan en
sus víctimas. [Ídem., p. 309]
Manufacturing
Victims es un libro atrevido pero honesto sobre lo que
la Industria Psicológica le hace a las personas y continuará haciendo a menos
que un milagro la detenga. Si bien los cristianos puede que describan este
libro como un “libro secular”, para una “audiencia secular”, es incluso más
importante que aquellos que están en la iglesia lo lean. La autora ha descrito
con precisión “la Industria Psicológica con sus falsas explicaciones de causa,
falsas declaraciones de hechos, falsos informes de curas y falsas profesiones de
autoridad”. [Ídem., p. 166.] Los
cristianos deben conocer la información del libro de Dineen, debido a que la
iglesia ha sido avasallada con las teorías y terapias de la Industria
Psicológica, la cual tiene tentáculos casi en cada faceta de la iglesia a
través de los escritores cristianos más populares.
¿Golpe
Letal para la Psicoterapia?
Debido a toda
la investigación realizada sobre la efectividad de la psicoterapia, y debido a
muchas otras razones relacionadas con la práctica de la misma, tal como el uso
de profesionales de la salud mental como expertos en una corte y otras áreas de
la vida, las personas se están preocupando. Alguien que es conocedor en esta
materia y a la vez está preocupado es el Dr. R. Christopher Barden, el cual ha propuesto
una ley para la legislación federal y estatal. La ley propuesta por Barden se
titula “La verdad y responsabilidad en las prácticas de la salud mental”, y
dice:
"Reformar el
sistema de la salud mental; restringir los pagos federales y estatales
únicamente a aquellos tratamientos de salud mental que se han demostrado son
seguros y efectivos a través de métodos científicos confiables; requerir que
los Estados que reciban apoyo financiero federal para el cuidado de la salud lo
limiten a aquellos tratamientos de salud mental que se haya demostrado que son
razonablemente seguros y efectivos a través de métodos científicos confiables;
requerir que los practicantes de la salud mental informen fielmente a los
pacientes, y a las compañías de seguro, sobre los posibles beneficios, riesgos,
perjuicios y tratamientos mentales alternativos que hayan sido demostrados por
métodos de investigación científica confiables; proteger la integridad del
sistema legal y de derecho de los ciudadanos del testimonio de expertos en las
cortes judiciales que no sean científicos ni fidedignos; y otras reformas". [R. Christopher Barden y la National Association for Consumer Protection
en Mental Health Practices, “The Truth and Responsibility in Mental Health
Practices Act.”]
Una versión
de la ley denominada la “Carta Barden” fue firmada por muchos profesionales distinguidos
en el campo de la salud mental. Creemos que muchos individuos justos e
inteligentes respaldarán esta ley; pero sabemos que la política a menudo
prevalece sobre el sentido común y la justicia para todos.
Pueden pasar
años antes que dicha ley pase al Congreso Nacional. Sin embargo, mientras
tanto, Indiana se convirtió en el primer Estado en adoptar una ley de
protección al consumidor para las prácticas de la salud mental. Un comunicado
de prensa de la oficina de Barden dice:
"Es importante
notar que la nueva ley exige que 'el proveedor de salud mental informe a cada
paciente... de los posibles riesgos y beneficios de los tratamientos propuestos
y de tratamientos alternativos'”. Los expertos nacionales en la ley y la
psicología dijeron que éste es un punto de inflexión en la historia de la salud
mental.
“El sistema de
salud mental nunca será el mismo”, dijo R. Christopher Barden, psicólogo,
abogado y Presidente de la Asociación Nacional de Protección al Consumidor en
las Prácticas de la Salud Mental. "Ciertamente
es sorprendente que muchas, si es que no la mayoría, de las formas de
psicoterapia que se ofrecen a los consumidores hoy día, no están respaldadas
por una evidencia científica confiable” [The National
Association for Consumer Protection en Mental Health Practices Press Release,
Office of the President, 4025 Quaker Lane North, Plymouth, MN 55441, Phone
612-595-0566, FAX 612-595-0035, e-mail: rebarden@aol.com] (Negritas agregadas).
Este acto, si
se adopta en todo Estados Unidos, puede poner la industria de la salud mental
de rodillas. Baden dice, “demasiados estadounidenses no se dan cuenta que la
mayoría de la industria de la salud mental es casi un fraude nacional al
consumidor”. [Ídem]
Los cristianos no
deberíamos ser tan incautos como para creer que los psicólogos cristianos no
están involucrados en dichas prácticas fraudulentas. Independientemente de la
implementación de la ley de Barden, creemos que no existe una psicoterapia a la
cual los cristianos nos deberíamos someter. En estas páginas presentamos tanto la
investigación como las razones bíblicas. [Ver listas de los libros de
Martin y Deidre Bobgan]
Mitos
sobre la Psicoterapia
Un
primer paso para evitar ser intimidados o engañados por la psicología es el de
contemplar con seriedad alguna de las suposiciones de la misma. Las
personas que creen en estas suposiciones populares sobre la psicología a menudo
no saben dónde se originaron ni que estás ideas son meramente opiniones
humanas. Por lo tanto, cuando estas ideas son combinadas con la Escritura, la
gente asume erróneamente que son bíblicas. Las siguientes son algunas suposiciones que no tienen base bíblica ni
científica.
- El
id, ego y súper-ego son partes reales de la psiquis humana.
- La
mente inconsciente de la persona dirige su comportamiento más de lo que lo
hace la mente consciente.
- Los
sueños son indicios para entender al inconsciente, y a la persona misma
por lo tanto.
- El
comportamiento actual es determinado por conflictos no resueltos de la
niñez.
- Las
personas se encuentran en una negación debido a que han reprimido memorias
no placenteras hacia el inconsciente.
- Se
debe culpar a los padres por la mayoría de los problemas. La gente
necesita conocer su pasado para poder realizar cambios significativos en
sus pensamientos, actitudes, y acciones.
- Los
niños deben pasar exitosamente a través de sus “etapas psicosexuales” de
desarrollo, de lo contrario más adelante sufrirán una neurosis.
- Si
es que voy a experimentar un cambio significativo, debo recordar y re-experimentar los incidentes
dolorosos del pasado.
- Los
primeros cinco años de vida determinan lo que la persona será cuando
crezca.
- Todo
lo que me ha sucedido está localizado en mi inconsciente.
- La
gente usa mecanismos inconscientes de defensa para poder lidiar con la
vida.
- La
gente necesita atribuirse valor a sí misma.
- La
gente necesita una autoconsideración positiva.
- La
mayoría de los problemas se deben a la baja autoestima.
- La
gente necesita una alta autoestima. Necesita sentirse bien sobre sí misma.
- El
propósito principal de Dios es el de satisfacer las necesidades que las
personas sienten.
- Los
cristianos pueden aprender mucho sobre sí mismos al estudiar a los
teoristas psicológicos, tales como Sigmund Freud, Carl Jung, Alfred Adler,
Carl Rogers, y Albert Ellis. Los cristianos deben estar capacitados en la
psicología para por ayudar realmente a las personas.
- La
gente necesita capacitarse en la consejería bíblica, debido a que tan sólo
conocer la Biblia no es suficiente para ayudar a las personas con lo
problemas serios.
- El
mejor consejero es el que usa tanto la psicología como la Biblia.
- Alcohólicos
Anónimos fue iniciado por cristianos y se basa en principios cristianos. Alcohólicos
Anónimos y otros grupos de recuperación son necesarios para que los
cristianos se sobrepongan a las adicciones.
- Aprender
sobre los tipos y los tests del temperamento puede ayudar a los cristianos
a entenderse mejor entre sí.
- Los
psicólogos y terapeutas profesionales son mejores que los amateurs al
lidiar con los problemas mentales, emocionales y de comportamiento.
- La
gente debe pagar para obtener la mejor ayuda para los problemas mentales,
emocionales y de comportamiento.
- El
pagar por la consejería profesional motiva eficazmente a la gente a que
mejore.
- La
capacitación, credenciales y experiencia del psicoterapeuta, son factores
importantes para ayudar efectivamente a otros con los problemas de la
vida. [Fragmento de Martin y Deidre Bobgan,
Competent to Minister: The Biblical Care of Souls (Santa Barbara, CA:
EastGate Publishers, 1996), pp. 200-201.]
Estos
mitos se han infiltrado en la iglesia, e incluso en los esfuerzos misioneros en
todo el mundo. ¿Cuántos cristianos pueden leer esta lista de suposiciones sin pensar que estamos “tirando el bebé junto con el agua sucia”? Afirmamos
que no es eso lo que estamos haciendo. Imagine que la iglesia
fuera un bebé en una bañera con agua sucia. Aquellos que están contaminando el
agua con la psicología, deberían deshacerse de toda práctica contaminada. Si el
bebé representa al bebé en Cristo o a todo el cuerpo de Cristo, y el agua de la
bañera es lo que contiene la contaminación del mundo, el bebé en Cristo o el
cuerpo de Cristo únicamente puede estar limpio si el agua de la bañera es arrojada.
A lo largo de estas páginas, y en nuestros otros escritos, proveemos documentación
que demuestra que las falsas premisas mencionadas anteriormente no tienen
respaldo bíblico ni científico.
“Por tanto, de la manera que habéis
recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él,
y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones
de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas
sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del
mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de
la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo
principado y potestad” (Colosenses
2:6-10).
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Nota
* El
bálsamo de Galaad: símbolo de curación
José, cuya historia se halla en el libro de
Génesis, fue vendido por sus hermanos a una caravana de mercaderes ismaelitas
que iban de Galaad a Egipto. Según Génesis 37:25, uno de los valiosos artículos
que transportaban en sus camellos era bálsamo. De esta historia se deduce que
el bálsamo de Galaad era muy apreciado en el antiguo Medio Oriente. De hecho,
se valoraban mucho sus propiedades curativas.
Siglos después, el profeta Jeremías preguntó
con tristeza: “¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues,
no hubo medicina para la hija de mi pueblo?” (Jeremías 8:22). Ahora bien, ¿a
qué bálsamo se refería el profeta? ¿Podemos beneficiarnos de algún modo de sus
virtudes hoy en día?
El
bálsamo en tiempos bíblicos
Un bálsamo es una resina aromática y
aceitosa que producen ciertos árboles y arbustos. El aceite balsámico,
considerado un lujo en el Medio Oriente, se usaba para fabricar incienso y
perfumes. De hecho, era uno de los ingredientes del aceite santo de unción y
del incienso que los israelitas emplearon en el tabernáculo poco después de
salir de Egipto (Éxodo 25:6; 35:8). Además, fue uno de los lujosos regalos que
la famosa reina de Saba (o Seba) obsequió al rey Salomón (1 Reyes 10:2, 10).
Asimismo, la joven judía Ester recibió un tratamiento de belleza y masajes por
“seis meses con aceite balsámico” antes de presentarse ante el rey persa Asuero
(Ester 1:1; 2:12).
Aunque el aceite balsámico se producía en
diversos lugares del Medio Oriente, el bálsamo de Galaad procedía de la Tierra
Prometida (más concretamente, de la región situada al este del río Jordán).
Según la Biblia, el patriarca Jacob envió este bálsamo como regalo a Egipto,
pues lo consideraba uno de los productos más finos del país (Génesis 43:11). Y
el profeta Ezequiel lo incluyó entre las mercancías que Judá e Israel exportaban
a Tiro (Ezequiel 27:17). Las propiedades curativas del bálsamo eran bien
conocidas. En la literatura antigua se hacen frecuentes referencias a sus
virtudes medicinales, sobre todo a la hora de tratar heridas.
Bálsamo
para una nación enferma
Pero, ¿a qué se refería Jeremías al
preguntar si no había bálsamo en Galaad? Para comprenderlo, pensemos en la
situación en que se encontraba el pueblo de Israel. Hacía tiempo que el profeta
Isaías había descrito muy gráficamente su lamentable estado espiritual: “Desde
la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón
y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”
(Isaías 1:6). Pero los israelitas se negaron a cambiar de actitud. No
admitieron que sufrían una enfermedad espiritual ni buscaron tratamiento. En
tiempos de Jeremías, la situación seguía igual. Por eso, el profeta se lamentó:
“Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que
aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen?” (Jeremías 8:9).
Como los israelitas no se arrepintieron, no recibirían el “bálsamo” espiritual
de Jehová. A eso se refería Jeremías cuando preguntó: “¿No hay bálsamo en
Galaad?”.
El mundo moderno también está lleno de
“heridas y llagas”. Como reflejo de la falta de amor a Dios y al prójimo, por
todos lados vemos pobreza, crueldad, egoísmo e injusticias (Mateo 24:12; 2
Timoteo 3:1-5). A numerosas personas se las discrimina debido a su raza, su
edad o su cultura. Para colmo, muchos son víctimas del hambre o la guerra, y
otros sufren enfermedades o lloran la muerte de seres queridos. No es de
extrañar que tantas personas de inclinación religiosa busquen el “bálsamo en
Galaad” del que habló Jeremías, es decir, una curación para sus heridas
emocionales y espirituales.
Un
mensaje curativo
En tiempos del Señor Jesús, muchas personas
de buen corazón se encontraban en una situación similar. ¿Dónde hallaron la
ayuda que necesitaban? En el año 30 de nuestra era, el Señor leyó en la
sinagoga de Nazaret estas palabras de Isaías: “El Espíritu de Jehová el Señor
está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a
los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los
cautivos, y a los presos apertura de la cárcel” (Isaías 61:1). Al aplicarse a Sí
Mismo este versículo, el Señor Jesús se identificó como el Mesías, aquel a
quien el Padre le había encargado comunicar al mundo perdido el mensaje de la
salvación (Lucas 4:16-21).
Durante Su ministerio, el Señor predicó con
entusiasmo las buenas nuevas del reino de los cielos (Mateo 4:17). En Su Sermón
del Monte les prometió a quienes sufrían desgracias que vendrían tiempos
mejores: “Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.” (Lucas 6:21). Y se
encargó de “vendar a los quebrantados de corazón” valiéndose de Su mensaje de salvación
eterna.
Una
curación aún mayor
El bálsamo de Galaad sigue disponible hoy. El
Espíritu Santo produce paz en el corazón de quienes sufren, pues les da
consuelo y esperanza. Y lo mejor de todo es que este Bálsamo está a nuestro
alcance. ¿Qué debemos hacer si deseamos aplicárnoslo? Abrirle el corazón al
Señor y dejar que su Espíritu se aloje en nuestro corazón y que de aquí suavice
todo aspecto de nuestra vida, tal como ya lo han experimentado muchos creyentes
desde los tiempos en que el Señor anduvo en nuestra tierra.
Este Bálsamo no es más que un anticipo de
una curación mucho mayor que está por llegar. Felizmente, ya queda muy poco
tiempo para que el Señor realice “la curación de las naciones”, lo que en
última instancia significará la vida eterna en una nueva tierra y un nuevo
cielo. Cuando llegue ese momento, nadie tendrá motivos para decir: “Estoy
enfermo”. ¡Cuánto consuelo nos proporciona el bálsamo de Galaad! (Revelación
22:2; Isaías 33:24.) El poder curativo del Espíritu del Señor puede aliviar
nuestros sufrimientos a partir de ahora, si solo estamos dispuestos a
recibirlo.
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