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lunes, 1 de abril de 2013

LA PSICOLOGÍA Y LOS CRISTIANOS


Nada en la historia de la iglesia contemporánea ha persuadido tanto a los creyentes a abandonar su fe en la suficiencia de la Palabra de Dios como la seudo-ciencia llamada "consejería psicológica". 

Considérese lo siguiente: la iglesia evangélica se ha convertido en un servicio de referencia para psicólogos y psiquiatras. Muchas iglesias grandes tienen psicoterapeutas "profesionales" entre su personal. Las agencias misioneras requieren que sus candidatos sean evaluados y aprobados por psicólogos profesionales antes de ser considerados para el servicio misionero. Los "psicólogos cristianos" son más conocidos y más respetados por los evangélicos que  los predicadores y maestros de la Biblia.  ¿Quién no ha escuchado del "psicólogo cristiano" James Dobson?
La mayoría de los evangélicos están convencidos de que la psicoterapia es científica y que es necesaria para suplir lo que le falta a la Biblia en lo que respecta a la condición mental, emocional y el comportamiento general del individuo. Cuando usamos el término "psicoterapia" nos referimos a la consejería psicológica, psicología clínica y psiquiatría (que no es biológica)  También podemos usar el término "psicología" en general. Reconocemos que existen áreas de psicología que son claramente distintas de la psicoterapia y pueden tener valor y mérito científico, como por ejemplo el campo que estudia la percepción, el punto de contacto entre el hombre y la máquina (la ergonomía), la psicopedagogía (que estudia y enseña los métodos de estudio y aprendizaje), etc.  Existe, sin embargo, un porcentaje mínimo en toda la industria de la psicología que atestigua tener conocimiento científico de la mente del hombre.
¿Cuál es el problema con psicoterapia?  De acuerdo con numerosos estudios científicos, muy raramente da resultado ( y si lo hace es solo de manera superficial) y se sabe que es dañina y perjudicial para el individuo. Desde el punto de vista bíblico, es una religión falsificada y está en contra de los principios bíblicos.  Estas conclusiones se verán a medida que continuemos con este estudio acerca de la psicoterapia.  

Dada la significativa influencia que ha tenido en la iglesia, la psicoterapia comparada con los principios bíblicos y su aplicación en nuestras vidas, debería ser un asunto crucial y de importancia crítica para todos aquellos que creen que la Palabra de Dios es su autoridad máxima y que es totalmente suficiente ya que nos ha dado todas las cosas que necesitamos para "la vida y a la piedad" (2 Pedro 1:3).  ¿Cómo se pueden comparar éstas dos cosmovisiones autoexcluyentes, y cuál es su aplicación en la vida del creyente?
Para empezar, existe una gran diferencia entre ambas. Las teorías básicas de la consejería psicológica contradicen lo que la Biblia enseña acerca de la naturaleza del hombre y la solución de parte de Dios en lo que concierne a sus problemas mentales, emocionales y conductuales en general. Los conceptos de la psicoterapia consideran la naturaleza de la humanidad como básicamente buena. La Biblia, por el contrario, dice que aparte del Señor Jesucristo, el hombre no es bueno ya que nació con una naturaleza pecaminosa "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
La consejería psicológica promueve la creencia de que los problemas que afectan adversamente al estado mental y emocional de la persona son determinados por circunstancias externas a la persona, como el abuso de parte de los padres o el ambiente en el cual la persona ha crecido. La Biblia nos dice que el corazón maligno del hombre y sus decisiones pecaminosas causan sus problemas emocionales, mentales y conductuales.  "Por que de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad.  Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona" (Marcos 7:21-23).
La psicoterapia trata de mejorar al ser humano, a la persona, a través de conceptos como el amor propio, el aprecio hacia uno mismo, el valor personal, las apariencias personales, etc.  La Biblia enseña que la persona en sí, el hombre en sí, es el problema principal de la humanidad; y obviamente el hombre no es la solución a los problemas que afligen y atormentan a la humanidad

La Biblia también ha identificado proféticamente la solución principal de la consejería psicológica, que es el amor propio, como el vehículo a una vida depravada.  "También debes saber esto; que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos..." (2 Timoteo 3:1).
La Biblia enseña que la reconciliación con Dios a través del Señor Jesucristo es el único camino para que el hombre realmente pueda remediar sus problemas pecaminosos ya sean estos mentales, emocionales o conductuales.  "Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él (Jesucristo)" (Colosenses 1:21,22).
La psicoterapia ha destruido la fe de muchos creyentes en lo que concierne a la suficiencia de la Biblia. Los psicólogos afirman tener conocimiento de la mente del hombre y la naturaleza de ella, y también afirman poseer métodos para producir cambios en la naturaleza y la mente del hombre que no se encuentran en la Biblia. Consecuentemente pueden decir que la Biblia no es suficiente para aconsejar o resolver los problemas de los creyentes, ya sean mentales, emocionales o conductuales.
La psicoterapia ha embaucado a la iglesia con la mentira de que la psicología puede armonizarse con la Biblia. La idea en sí debería ser un escándalo para cualquier verdadero creyente bíblico. Desde el momento que la psicología y la Biblia son fundamentalmente opuestas la una a la otra, debería ser obvio que no puede haber una integración realista de ambas enseñanzas.  Además, si la Biblia, el manual del Creador, no es suficiente para solucionar todas las cosas que conciernen a la vida de los creyentes, entonces Sus criaturas tienen que buscar otras fuentes de información para poder encontrar soluciones para sus problemas mentales, emocionales y conductuales.  Y si ellos van a otras fuentes, entonces la afirmación de que la Biblia es autoritativa, inerrante y suficiente es también falsa.
¿Cuál es la influencia que tiene la psicoterapia en la iglesia? Sería raro encontrar un sermón sin influencias de psicología. Un investigador de los métodos utilizados para el crecimiento de iglesias que dedicó un año para familiarizarse con los principios de crecimiento eclesial enseñados en ella,   observa: 

"El pastor no solamente enseña principios psicológicos, sino muy a menudo usa éstos principios como guías de interpretación para su explicación de las escrituras... como por ejemplo... El Rey David tenía una crisis de identidad, el apóstol Pablo recomendó a Timoteo a hacerse un análisis  a sí mismo, y Pedro tenía un problema con sus limitaciones.  La intención y el resultado de todo esto es que los principios psicológicos son por lo general integrados en las enseñanzas de la iglesia.  El popular libro de Rick Warren llamado "Una Con Vida Propósito" contribuye a la aceptación de la psicología en la iglesia cuando incluye ridículas afirmaciones como "Sansón tenía el problema de dependencia" y "la debilidad de Gedeón era que tenía un nivel inferior de apreciación de su persona y también tenía profundas inseguridades".
¿Quiere decir esto que la psicología está influenciando al Cristianismo?  Sin duda, ya que a la iglesia se le ha vendido tres ideas falsas: 


1) La psicoterapia es un procedimiento científico; 

2) La consejería puede ser dada sólo por profesionales; 

3) La psicología cristiana reconcilia la ciencia y la fe. 


Tratemos de analizar cada una de éstas ideas.  

Primero, la psicoterapia no es un procedimiento científico. En el libro titulado "El Fin de la Sicología Cristiana" los escritores Martín y Deidre Bobgan observaron lo siguiente: "Tratando de evaluar la condición de la psicología, la Asociación Psicológica Americana nombró al Dr. Sigmund Koch para que organice y dirija un estudio que fue financiado por la Fundación de Ciencias Naturales. Este estudio involucró a ochenta eminentes intelectuales profesionales que analizaron las realidades, teorías y métodos de la sicología. Los resultados de este procedimiento intensivo fueron publicados en Siete Volúmenes titulados "Psicología: El Estudio de una Ciencia" El Dr. Koch al ver los resultados finales de éste grupo de profesionales llega a la siguiente conclusión: "Creo que ya está todo bien claro y finalmente se puede decir que la psicología no es una ciencia coherente".
El Dr. Karl Popper, considerado como uno de los más grandes filósofos de la ciencia, después de haber finalizado un estudio completo de la psicoterapia declaró: "aunque haciéndose pasar por ciencia, (la psicoterapia) tiene en realidad más en común con mitos primitivos que con ciencia y se asemeja más a la astrología que a la astronomía".
Segundo, la consejería no es sólo para profesionales. La psicoterapia, gracias a Freud y a algunos otros con conocimiento médico, tienen términos y conceptos que falsamente dan la impresión de que está relacionada con ciencia médica. El entendimiento, o la descripción, de la palabra "enfermedad" es crucial para poder continuar entendiendo éste "laberinto psicológico".
La pregunta es ¿puede el proceso mental de una persona, es decir, su manera de pensar y de comportarse, estar físicamente o orgánicamente enfermo? Nuestro cerebro, que es físico, puede estar enfermo o no estar funcionando de la manera apropiada, pero la mente, que no es física s¡no espiritual no puede estar enferma. O sea que el término "enfermedad mental" no es apropiado, es un mito.  Además, con algunas excepciones en el área de psiquiatría, los psicoterapeutas no se refieren a los problemas orgánicos ni físicos de sus pacientes o clientes.
O sea que ¿qué hacen los psicoterapeutas? La mayoría de ellos hablan y escuchan. El investigador y psiquiatra Dr. Thomas Szasz trata de explicárnoslos en una manera simple; "En un lenguaje simple, ¿qué realmente hace el paciente y el psicoterapeuta?  Ellos se hablan y se escuchan el uno al otro.  ¿De qué hablan? Tratando de simplificar se puede decir que el paciente habla acerca de sí mismo y el psicoterapeuta habla acerca del paciente... cada uno trata de dirigir a la otra persona para que vea o haga las cosas en una manera determinada".
Uno puede deducir que muchos evangélicos, ya sea en el púlpito o en el asiento de la iglesia, pueden ciertamente ser eficientes en el campo de consejería, lo cual es simplemente hablar y escuchar. Pero muy pocos de nosotros somos profesionales entrenados en una universidad.  No tenemos el diploma que nos certifica académicamente para poder hablar y escuchar, ni tampoco habremos estudiado las teorías del comportamiento humano, que no son nada más que las opiniones y las especulaciones de hombres impíos. Además existe más de 500 sistemas (algunos de estos se contradicen entre sí, y otros son muy extraños) de terapia, y miles de métodos y técnicas.
Así que no siendo profesionales no estamos al tanto de tal supuesto conocimiento.  Pero aún así, ¿no son los profesionales más eficientes que los que no son profesionales en lo que se refiere a la ayuda de gente con sus problemas?  La respuesta es negativa.  
Después de haber examinado los resultados de consejeros que son psicólogos profesionales entrenados en instituciones de alto conocimiento y aprendizaje, con los de consejeros que no fueron entrenados por esas instituciones, los investigadores Truax y Mitchell publicaron un informe en que nos dicen: "No encontramos, o no hay tal evidencia que el programa tradicional de entrenamiento les dé más capacitación a los terapeutas profesionales que a los que no son profesionales y que no han sido entrenados con este programa".
Consideremos la conclusión de una extensa investigación conducida por el Dr. Joseph Durlak: "En conclusión, resultados en estudios comparativos han favorecido a los que no son profesionales en el campo de consejería. No hubo diferencias significativas entre ambos grupos en 28 investigaciones  realizadas entre profesionales, pero al comparar estas con los que no eran profesionales, estos últimos resultaron significantemente más eficientes que los profesionales en 12 estudios".
Esta provocativa conclusión de estas investigaciones comparativas nos demuestra que los llamados profesionales no poseen una capacidad terapéutica  superior comparada con los que no son profesionales.  Además, la educación profesional en lo que respecta a la salud mental no es un requisito necesario para la eficacia de una persona que quiera dar consejería.
El autor y psicólogo Dr. Bernie Zibergeld, escribe en su libro titulado El Retroceso de América: Los Mitos de Cambios Psicológicos: "La mayoría de  los problemas que las personas encaran en su vida diaria podrían ser resueltos de una mejor manera si éstas personas hablaran con sus amigos, cónyuges, parientes o cualquier otra persona que estuviera teniendo éxito en el área de la vida en la que uno realmente no está progresando. Si yo tuviera un problema con mi esposa y no pudiera resolver tal problema, no iría a ver a un psiquiatra o a un psicoterapeuta sino que buscaría a un matrimonio que tuviera una relación que yo realmente admirara y les pediría consejo. Yo buscaría ayuda a la persona que por su manera de vivir me pueda demostrar que realmente tiene resuelto tal problema".
Esto es realmente sentido común de parte de una persona que entiende el campo de la psicoterapia

Pero estamos viendo que en nuestro tiempo actual, en éstos "tiempos peligrosos" muchos en nuestras iglesias que han abandonado no solamente el "sentido común" sino peor aún, han desechado los mandamientos bíblicos, como es el de ministrarse el uno al otro a través de la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo.  Han sido cautivados por mitos, y se han apartado de la verdad.
Finalmente, la Psicología Cristiana no puede reconciliarse con fe y con ciencia.  ¿Por qué no?  Porque la psicología no es una ciencia, y tampoco puede ser cristianizada o integrada al cristianismo. Por supuesto hay cristianos que son psicoterapeutas profesionales, pero no existe una rama, una extensión de la psicología identificada como cristiana.
Considérese éste párrafo que expresa el punto de vista de la Asociación Cristiana de Estudios Psicológicos:
"Muy a menudo la gente nos pregunta si somos 'psicólogos cristianos'... Nosotros somos cristianos que al mismo tiempo somos sicólogos pero en el tiempo presente no existe una aceptable psicología cristiana que sea notablemente diferente de la psicología que no es cristiana o secular.  Es difícil insinuar que nosotros trabajamos o ejercemos nuestra profesión de una manera que es fundamentalmente distinta de nuestros colegas seculares... y aún así no hay una teoría aceptable, o tratamiento, o método que sea distintivamente cristiano".
¿Cómo entonces los psicoterapeutas que son cristianos ejercen su profesión? Ellos selectivamente escogen de entre los conceptos que aprendieron durante su educación secular y entrenamiento y tratan de integrar éstos conceptos en su sistema de creencia cristiana.  Pero muchos o todos éstos conceptos no son éticos y están en contra de los principios bíblicos que se aplican cuando uno ministra a un creyente en lo que respecta a sus problemas relacionados con el pecado y el vivir una vida que es fructífera, productiva y agradable al Señor.
Uno realmente tiene que reflexionar y analizar la razón por la que un cristiano quiera considerar y aceptar una manera de pensar, una "sabiduría" que fue concebida por individuos que obviamente no eran cristianos y en realidad eran enemigos del cristianismo.  Freud consideró la religión como si fuera una ilusión y era conocido por tener un odio hacia el cristianismo, porque él creía que el cristianismo estaba lleno de enseñanzas anti-semitas.  Otros como Abraham Maslow y Carl Rogers, fueron descaradamente practicantes de la Nueva Era y el ocultismo.  Y aún así considérese esta cita de un famoso llamado "psicólogo cristiano":  

"Bajo la influencia de los psicólogos humanistas como Carl Rogers y Abraham Maslow, muchos de nosotros que somos cristianos hemos empezado a ver nuestra necesidad por amor propio y aprecio a uno mismo.  Esto es un enfoque bueno y necesario". 

¡No de acuerdo a la Escrituras!  
El libro de Nehemías nos da una demostración de lo que está ocurriendo en la iglesia.  Nehemías (cuyo nombre significa ‘El Señor es nuestro confortador') es un tipo del Espíritu Santo.  Dios lo manda a reconstruir Jerusalén pero bajo la apariencia de ayudar a Nehemías, los enemigos de Israel tratan de subvertir la restauración. Increíblemente el sacerdote Eliasib le dio a Tobías (que era un adversario) una cámara en los atrios de la casa de Dios, dándole acceso al cuarto donde se guardaban las ofrendas... el diezmo del grano... y la ofrenda de los sacerdotes.  Tobías, el enemigo, fue dado un cuarto dentro del templo del Señor (Nehemías 13:4-7). Así ocurre con la llamada "psicología cristiana" de hoy en día. Es la enemiga de Dios en el templo del Señor. Un caballo de Troya.
¿Qué tan seria es la corrupción de la iglesia por la psicología? Aunque ahora es realmente devastadora, las Escrituras nos advierten que va a ser peor y va a exceder lo que nosotros nos podemos imaginar.  El apóstol Pablo fue enfático en su advertencia en 2 Timoteo 3:1-5 cuando dijo que en "los últimos días" la condición del hombre será "peligrosa".  Esta advertencia comienza con una característica que es la piedra angular de la psicología humanista y que Pablo nos indica (versículos 2-5) que es la raíz de todo lo maligno: el amor propio.  

En una próxima publicación consideraremos los aspectos proféticos de la psicología y la llamada "psicología cristiana" y la manera que ésta contribuye a la formación de la iglesia apóstata y a la religión del Anticristo.   Mientras tanto, invitamos a lector interesado a leer nuestro primer artículo sobre el tema: