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martes, 21 de septiembre de 2021

NO TEMERÉ MAL ALGUNO

¿Cómo pensaremos cuando nada tenga sentido? Las películas de Hollywood nos ayudan a mantenernos inmaduros para enfrentar el mundo real, los buenos siempre ganan y los malos siempre pierden. Esta es una idea espiritualmente inmadura. Es cierto que la Palabra dice: “Todo lo que el hombre siembre, eso también segará” (Gálatas 6: 7)—esta es la matemática básica: 1 + 1 = 2—pero gran parte de la vida no es elemental. Lamentamos enfatizarlo, pero el mundo suele ser más complejo que 1 + 1 = 2.

La muerte, sepultura y resurrección de Cristo no fue matemática básica para Satanás. Fue tan compleja la operación divina que el diablo no se dio cuenta al principio. Fue intencional de parte de Dios que la profecía acerca de Cristo fuera difícil de descifrar antes del hecho. Y Satanás fue burlado. Durante el transcurso de los eventos, está claro que él pensó que estaba ganando al hacer que ejecutaran a Cristo como a un criminal.

El mundo se está volviendo más y más complejo. Le pasarán cosas malas a gente “buena” e “inocente”. En la Palabra de Dios se nos pide que seamos crucificados con Cristo. Debemos evitar ser amantes de nosotros mismos—el cuál es el pecado prevaleciente del tiempo del fin. Cristo dijo que haríamos obras más grandes que Él. Si es así, ¿por qué el mundo no nos odiaría como odiaron a Cristo en su juicio y crucifixión? La vida se vuelve más complicada que 1 + 1 = 2 tras cada minuto que pasa en el reloj profético.

Sí, Dios complica las cosas; podemos leer acerca de Su sabiduría oculta en lugares como 1 Corintios 2: 7, Mateo 11:25, Lucas 19:42 y Colosenses 1:26. Pero Satanás también trata de hacernos las matemáticas difíciles con la esperanza de que caigamos. Job es un ejemplo de esto. Sus supuestos amigos intentaron hacer su problema matemático simple (1 + 1 = 2). Bildad, en el capítulo 8, le habló a Job de la justicia de Dios. Zofar, en el capítulo 11, le habló sobre el arrepentimiento y sus bendiciones. Vemos otra situación confusa de matemáticas superiores en Juan 9: 1-3. Los discípulos de Cristo querían usar la matemática básica para comprender por qué un ciego era ciego. Cristo los corrigió.

Pablo advirtió a los creyentes que eran inmaduros y necesitaban la leche materna (véase 1 Corintios 3: 2 y Hebreos 5:11). La Palabra advierte que las cosas se complican: El hombre nace para la aflicción (Job 5: 7). “Muchas son las aflicciones del justo, mas de todas ellas le libra Jehová (Salmo 34:19). Los que siembran con lágrimas, con gozo segarán (Salmo 126:5). ¡Nótese que Dios no detiene los problemas, Él los permite y luego viene en nuestra ayuda!

Somos los nuevos judíos y este mundo es la Alemania nazi. El patrón de persecución será similar, y se va a intensificar día a día. 

Unos todavía creen que el Gran Hermano (el estado) es la respuesta a todos los problemas. Lo cierto es que las constituciones de los países sólo les servirán a sus habitantes para lidiar con la próxima escasez de papel higiénico. 

Sin embargo, muchos aún no se dan cuenta de las tormentas que se avecinan. Es como los días de Noé (Mateo 24:37-39).

Que por la gracia de Dios podamos decir con verdadera fe: No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo” (Salmo 23:4).

No temeré (tormenta, trauma, tortura, asesinato, esclavitud, pérdida de la libertad de expresión y de movimiento) porque Tú estás conmigo.

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