Según el Señor Jesús, no todos los mandamientos tienen la misma importancia. Hay un orden de prioridad. Algunas cosas son más importantes que otras. Por ejemplo, en Levítico 11:1-47 hay ciertos mandamientos sobre ciertos tipos de alimentos prohibidos que parecen no ser tan importantes como no cometer asesinato o no cometer adulterio. Pero aun así son mandamientos, y guardarlos es lo que hizo de Daniel un hombre a quien Dios aceptó, porque decidió guardar esos mandamientos más pequeños del Antiguo Testamento.
Daniel 1:8, dice: “Daniel se propuso no contaminarse con los manjares del rey”.
Tal vez había algo de carne de cerdo en esa mesa, o algún tipo de ave que Dios había prohibido en Levítico 11. Daniel tal vez no podía dar una explicación completa de las razones por las que Dios había prohibido esas carnes, pero decidió: “Si esto es parte de la ley de Moisés, aunque no sea parte de los Diez Mandamientos, lo cumpliré”.
Está escrito que, debido a que no se contaminó, Dios lo honró y lo convirtió en un testigo poderoso en Babilonia. Dios vio en Daniel a un hombre que estaba dispuesto a cumplir todos Sus mandamientos.
Así ha sido siempre a través de los siglos. Dios siempre ha buscado a aquellos que guardarán Sus mandamientos, aquellos que harán todo lo que el Señor Jesús enseñó, y no solo elegirán los mandamientos que les gusten. En Mateo 5:19, el Señor dice: “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos”.
El Señor no dice que irá al infierno, sino será el más pequeño en términos del reconocimiento y los valores del Cielo. Ser el más pequeño en la tierra no tiene ninguna importancia. No importa. Pero ser el más pequeño en el reino de los cielos significa que Dios Todopoderoso no piensa mucho de ti. ¿Quieres estar en esa categoría? Puede ser que no te importe si el mundo no piensa mucho de ti, pero ¿quieres que Dios piense mucho de ti?
Se dice de Juan el Bautista que el ángel Gabriel le dijo a su padre Zacarías: “Tu hijo Juan será grande a los ojos del Señor” (Lc 1:15).
Ser grande a los ojos del Señor es ciertamente algo que vale la pena codiciar. ¿Quieres ser el más pequeño a los ojos del Señor, ser alguien a quien el Señor no aprecia mucho? Sin embargo, Mateo 5:19 dice que habrá algunas personas que serán las más pequeñas en el reino de los cielos, no porque no guardaron los mandamientos mayores, sino porque quebrantaron (ignoraron) los menores.
Esta actitud es la norma en la cristiandad hoy en día. Dicen que son cristianos neotestamentarios, pero descuidan los mandamientos menores del Nuevo Testamento y dicen: “Eso no es importante, no tienes que obedecer eso”.
No cuestionamos su fe en Cristo. No estamos juzgando si van al cielo o al infierno. Eso está más allá de nuestro conocimiento. Dios es el juez de eso, pero ciertamente creemos en lo que dice el Señor Jesús, que si uno menosprecia los mandamientos más pequeños de los que el Señor enseña (y todo lo que Él enseña a través de los apóstoles, en las epístolas), entonces será llamado el más pequeño en el reino de los cielos. En contraste con eso, ¿quién es el que va a ser grande en el reino de los cielos? El que guarda el mandamiento más pequeño y enseña a la gente a guardar el mandamiento más pequeño. Mateo 5:19 no podría ser más claro. Es muy claro.
Tu actitud hacia los mandamientos más pequeños del Nuevo Testamento es lo que demuestra dónde te encuentras delante de Dios en Su reino. El Señor Jesús dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Jn 14:15).
Esta es la señal de nuestro amor. Nadie puede decir: “Amo a Jesús” e ignorar Sus mandamientos. En la medida en que ignores el más pequeño de los mandamientos del Señor Jesús, en esa medida, no lo amas. Tal vez cumplas los grandes, pero es tu actitud hacia los más pequeños de ellos es lo que determina tu posición en el reino de Dios.
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