lunes, 21 de abril de 2025

FOMO


EL PELIGRO DE LAS REDES SOCIALES FUERA DE CONTROL

FOMO es un acrónimo en inglés que significa “Fear of Missing Out” o “miedo a perderse algo” o “miedo a no ser considerado”, o “miedo a no ser parte” de algo que se considera importante. Es un fenómeno psicológico que se caracteriza por la ansiedad de no estar conectado a lo que hacen los demás. 

FOMO es la preocupación o ansiedad que una persona siente cuando cree que se está perdiendo de algo emocionante o importante. En otras palabras, es el temor de que no participar sea la elección equivocada. Los cristianos pueden experimentar este miedo, al igual que cualquier otra persona; sin embargo, los creyentes no deben ser controlados por este temor.

No debería haber FOMO cuando la actividad que se está perdiendo es pecaminosa. Un cristiano puede encontrar consuelo en saber que elegir no participar en el pecado es siempre la mejor decisión. El Selor dice que el pecado separa a las personas de Dios (Is 59:2) e incluso advierte que aquellos que practican las obras de la carne no heredarán Su reino (Gl 5:19-21). Los creyentes no deben temer perderse la posible diversión o emoción que genera el pecado, porque “la paga del pecado es muerte” (Ro 6:23). Los “deleites temporales del pecado (He 11:25) pueden ser tentadores, pero los cristianos que dicen “no” al pecado en realidad no se están perdiendo de nada. Son nuevas criaturas en Cristo y ya no son esclavos del pecado (2 Co 5:17).

Sin embargo, los cristianos pueden experimentar FOMO en asuntos que no son pecaminosos. Un creyente puede temer perderse experiencias, oportunidades o alegrías. Este sentimiento se ve agravado por la cultura de las redes sociales, donde las personas constantemente publican imágenes de sus vidas “perfectas” para que el mundo las vea. Compararse con la vida de los demás roba el contentamiento y puede llevar a la envidia, al estrés y a un deseo constante de estar conectado con lo que otros están haciendo.

Cuando el Señor Jesús habló con Pedro sobre su futuro ministerio y muerte, Pedro señaló a Juan y preguntó: “Señor, ¿y este, qué?” (Jn 21:21). Jesús le respondió, en otras palabras, que no se preocupara por la vida de Juan, sino que simplemente lo siguiera a Él (Jn 21:22). Al igual que Pedro, debemos enfocarnos en nuestra relación personal con Cristo y en nuestro deber hacia Él, estando contentos con la voluntad de Dios para nuestras vidas. La gratitud hacia Dios ayuda enormemente a prevenir el miedo a perderse algo. Por supuesto, codiciar las bendiciones de nuestro prójimo nunca es aceptable (Ex 20:17).

La presión de “vivir la vida al máximo” y de experimentar todo puede causar ansiedad, pero un cristiano no tiene por qué preocuparse; podemos echar “toda [nuestra] ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de [nosotros]” (1 P 5:7). 

En el Sermón del Monte, el Señor Jesús dio el remedio para FOMO. Dijo que observáramos la naturaleza. Las aves del cielo y la hierba del campo no trabajan, pero Dios se asegura de que tengan todo lo que necesitan, y los cristianos son mucho más valiosos que las aves o la hierba (Mt 6:25-32). Por lo tanto, un creyente puede confiar en que Dios proveerá todo lo que necesitemos (Mt 6:33).

Nuestra confianza en Dios debe ir más allá de las necesidades básicas de la vida. Dios está en control, y Su soberanía guía cada parte de nuestra vida, incluyendo nuestras experiencias y oportunidades (Ro 8:28). Si un cristiano se pierde de algo, puede seguir teniendo la seguridad de que Dios lo está orquestando todo.

Los creyentes deben confiar en Dios para controlar cada día en lugar de preocuparse por lo que se puedan perder en el futuro: “Bástenle a cada día sus propios problemas” (Mt 6:34, NBLA). Si un cristiano afronta la vida un día a la vez, siguiendo a Dios y confiando en que Él proveerá exactamente lo que necesita, podrá superar el FOMO y servir a Dios con gozo.

Las redes sociales son un elemento importante en la destrucción del carácter de los santos peregrinos, sin embargo, la mayoría de las iglesias han renunciado a esta batalla. Considérese algunos de los peligros

Las redes sociales se utilizan para crear vidas falsas. Los usuarios fingen ser algo que no son. 
Son un foro masivo para la seducción de chicasmujeres tontas
Son un foro para la vanidad (selfies interminables y la promoción del yo). 
Son el crisol del diablo. 
Son una caldero para mezclar lo bueno con lo malo, lo piadoso con lo impío, la verdad con el error. 
Rompen las barreras de separación entre el pueblo de Dios y el mundo. 
Debilitan las convicciones espirituales. 
Son una sentina de inmundicia moral. 
Son una fuente promotora de herejías. 
Son una gran pérdida de tiempo. 

Las redes sociales están diseñadas a propósito para ser adictivas. Asa Raskin, quien diseñó el desplazamiento infinito (the endless scroll) y otras funciones populares de la aplicación, dice: “Estamos en el experimento de comportamiento más grande que el mundo haya visto. Estás siendo probado constantemente... Detrás de cada pantalla de tu teléfono hay literalmente miles ingenieros que intentan hacer las redes sociales lo más adictivas posible. Es como si estuvieran tomando cocaína conductual y simplemente la estuvieran esparciendo por toda tu interfaz” (Control Mental: El Lado Oscuro de Tu Teléfono, documental de la BBC, 2018). ¿Suena bien esto? 

Los creyentes, individualmente, así como los hogares cristianos en general, y las iglesias, deben hacer todo lo posible para proteger espiritual y moralmente al pueblo de Dios. 

No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres(1 Co 15:33 ).

“Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor” (Ef 5:16-17). 

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