Sin embargo, muchos enseñan que no
es la iglesia el tema de Apocalipsis 5-19, y esto porque no aparece la palabra "iglesia" en
ninguna parte. Se concluye, por tanto, que la iglesia fue arrebatada antes de
que ocurran los eventos descritos en estos capítulos. ¿Pero es esto lo que
verdaderamente enseña la Biblia?
¿Son los Santos de Apocalipsis 5-6 la Iglesia?
No es necesario que la palabra
"iglesia" aparezca en Apocalipsis 5-6 para identificar como la iglesia a los que siguen al
Cordero dondequiera que va, los que son vestidos con ropas blancas y están de
pie ante el trono del Señor, y los que guardan sus mandamientos y creen en
Cristo Jesús. Todos estos son descripciones de grupos de gentes en Apocalipsis 5-6. El pueblo
que se conoce como la iglesia también es identificado en las Escrituras como
los llamados, los santos, los elegidos, o la multitud que nadie puede contar.
Apocalipsis 5-6 identifica claramente a la iglesia estando en la tierra en
medio de los eventos descritos sin necesidad de usar la palabra
"iglesia." Temo que esta es una de aquellas ocasiones en que estamos
buscando apoyo para nuestra doctrina ya establecida en lugar de la sencilla
verdad de las Escrituras. No queremos reconocer a la iglesia en estos capítulos
porque no apoya nuestras creencias. El libro de Apocalipsis fue escrito para la
iglesia porque trata acerca de la iglesia, y el contenido de los capítulos 5-6 son el corazón mismo del
destino profético de la iglesia sobre la tierra al fin del siglo. El hecho de
que no nos guste la idea, no la cambia. Debemos adaptarnos a las Escrituras y
no viceversa. La doctrina que acompaña a esta línea de pensamiento es que los
veinte y cuatro ancianos descritos en Apocalipsis
4:4 son la iglesia arrebatada antes del
comienzo de la tribulación. Sin embargo, estos veinte y cuatro ancianos siguen
existiendo como grupo separado mientras la iglesia es recibida en el cielo.
Estos veinte y cuatro ancianos son veinte y cuatro seres angelicales de alto
rango, no una multitud que nadie puede contar. No debemos asignarle a la
iglesia un puesto donde no lo tiene, especialmente si está claramente
identificada como ocupando otro lugar.
Nuestra Relación con Jesús nos Identifica como la Iglesia
La Iglesia está claramente descrita
en Apocalipsis 5-6, pero sin emplear el término "iglesia." El grupo
descrito a continuación es identificados como parte de la iglesia debido a su
relación a Jesucristo. Debajo del altar en el quinto sello del capítulo 6, vemos las almas
de los que fueron muertos a causa de la palabra de Dios y a causa del
testimonio que tenían. Esto los identifica como parte de la iglesia. La palabra
de Dios es el evangelio de Jesucristo. La causa por la que existe una Gran
Tribulación es por el testimonio de Jesucristo. En el capítulo 7, vemos apareciendo en el cielo,
saliendo de la Gran Tribulación, a una multitud tan grande que nadie la puede
contar. Esta multitud es identificada como la iglesia porque ha lavado sus
ropas y la ha emblanquecido en la Sangre
del Cordero. Obviamente se está hablando de la iglesia aquí.
Los mencionados aquí forman parte
del cuerpo de Cristo a causa de su íntima relación con él. La novia revelada en
capítulo 19 por
fin está preparada. Llegó allí tras la abertura del sexto sello en Apocalipsis 6:12-13. Este
sexto sello es descrito por el Señor Jesucristo mismo en Mateo 24:29, y es seguido
por la señal de la venida del Hijo del Hombre (Mateo
24:30-31) que precede al arrebatamiento de la
iglesia; evento que también es descrito por el profeta Daniel (12:12).
La iglesia está en todos estos
pasajes. Alcanza su posición de novia y esposa al ser purificada en el crisol
de eventos de los últimos tres años y medio del fin del siglo. Jesús viene otra
vez por una esposa sin mancha ni arruga. Y uno de los propósitos de la Gran
Tribulación es ayudar a establecer esa pureza. Lógicamente, entonces, nuestra
única esperanza para escapar de estos tiempos es estar sin mancha ni arruga
antes de que la Gran Tribulación comience.
A las Iglesias
"Yo, Jesús, he enviado Mi
ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias." (Apocalipsis
22:16).
Estas cosas son escritas a las
iglesias y para las iglesias y es acerca de las iglesias. Dios demostrará su
sabiduría a través de la iglesia a las potestades y autoridades en los lugares
celestiales y esta descripción del destino y el llamamiento de la iglesia es el
tema de Apocalipsis 5-6.
Dios será glorificado por su
iglesia sobre la tierra a través de los eventos a fin de este siglo. Debemos
someternos a su plan definido tan claramente por estos pasajes que describen el
camino trazado para la iglesia. Quitar la iglesia de estos pasajes es eliminar
la visión de la iglesia de las Escrituras y desperdiciarla.
En Apocalipsis
5-6 encontramos el proceso de victoria de los
santos sobre Satanás y encontramos a la iglesia en su mayor gloria y perfección
cumpliendo la gran comisión de predicar el evangelio hasta los confines de la
tierra. Sí, también encontramos allí a la Gran Tribulación, pero es en esa
tribulación donde se cumple el proceso de purificación que termina en la
manifestación de la Esposa del Cordero.
Espero que todos puedan captar cuán
esencial es esta parte del libro de Apocalipsis para el llamamiento y destino
de la iglesia en el fin del siglo. Temo que sólo beneficia los intereses de
Satanás el sacar a la iglesia del cuadro en cuanto a los eventos aquí
expuestos. Creo que nos conviene considerar con mucha oración las palabras de
advertencia de nuestro Señor en Apocalipsis
22:18-19 acerca de quitar o agregar cualquier
cosa a estas Escrituras.
Un Engaño Debe Llamarse un Engaño
No llamar engaño a un engaño es en
sí mismo un engaño. Pablo usó la palabra "engaño" al referirse a las
falsas enseñanzas sobre el tiempo del día del Señor, y Jesús identificó como
proveniente de Satanás a la voz que le instaba a no ir a la cruz. Satanás es el
engañador y es Satanás el que apoya cualquier falsa enseñanza concerniente al
papel de la iglesia en el fin del siglo. Por tanto llamo --a cualquier doctrina
que no identifica a la iglesia en Apocalipsis
5-6-- un engaño del enemigo diseñado para hacer
tropezar a los santos y evitar que cumplamos nuestro destino glorioso al fin
del siglo, el cual es aplastar a Satanás debajo de nuestros pies y ser
transformados a la imagen de Jesús. Cualquier enseñanza que quita de las
Escrituras a los principalmente involucrados en los eventos del fin del mundo
sólo puede beneficiar al enemigo de nuestras almas.
Sin embargo, quiero enfatizar que
no es mi intención atacar a los santos que enseñan o han enseñado la doctrina
del arrebatamiento antes de la tribulación. Mi ataque es un ataque contra la
doctrina misma, porque no está de acuerdo con la enseñanza de sentido común de
las Escrituras. Muchos grandes hombres de Dios han creído y han enseñado la
doctrina del arrebatamiento pre-tribulacional de la iglesia, y siguen enseñándola.
Es posible estar tan adentro en el bosque que no podamos ver los árboles. Creer
o enseñar un arrebatamiento pre-tribulacional no impedirá a nadie la entrada a
la ciudad eterna. Pero apostatar de la fe por haber creído una enseñanza falsa
y faltar a la visión de perseverar, sí
puede privarnos de entrar a la ciudad eterna.
No debemos estimar ligeramente
estas enseñanzas si pudieran impactar nuestra salvación. El Señor Jesús nos
aconseja ser sabios como serpientes y mansos como palomas.
La enseñanza del arrebatamiento
pre-tribulacional tiene cierto elemento de verdad: la Biblia enseña que la
santidad y la madurez espiritual guardará a algunos de la hora de prueba, pero
no es la mayoría de la iglesia la que escapa de toda la tribulación como se
enseña comúnmente. Tampoco es al principio de los últimos siete años del fin
del siglo. Debemos entender que Dios usará la Gran Tribulación para transformar
a sus santos a la imagen de Jesús. Algunos no tendrán necesidad de ser
purificados en ese crisol, pero las Escrituras indican que la mayoría de la
iglesia consiste en una gran multitud que nadie puede contar, y que ha
salido de (entre) la gran tribulación--Apocalipsis 7:14.