Los dones son aquellas cosas que se dan libremente o por gracia; piensa en los regalos de Navidad que te pudieron haber dado cuando eras niño. El llamamiento (o llamado) son aquellas cosas a que alguien ha convocado o invitado a otra persona a hacer. En este caso, los dones y el llamamiento vienen de Dios: Dios es el dador de los dones y el iniciador del llamamiento. Estos dones y llamamiento en particular “no pueden ser revocados” (quitados).
En el contexto inmediato de Romanos 11:29, Pablo está hablando del lugar de Israel en el plan de Dios. Romanos capítulos 1 al 8 hablan de la condenación, la justificación, la santificación y la glorificación futura de todo el mundo. Pablo concluye el capítulo 8 con una maravillosa declaración de la seguridad de todas estas cosas, en particular, la seguridad que el pueblo de Israel tiene con respecto a la vida eterna. En otras palabras, Dios no ha desechado a Israel (Ro 11:1) Dios hizo promesas a Israel. ¿Se cumplirán esas promesas?. Pablo responde en Romanos capítulos 9 al 11.
Antes de la declaración, “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” en Romanos 11:29, Pablo dice que “Israel ha experimentado un endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Ro 11:25). Cuando todos los gentiles que serán salvos reciban la salvación, Israel volverá a Dios y será salva (Ro 11:26). Pablo luego concluye que, desde el punto de vista de los gentiles, los israelitas son enemigos ahora, pero, desde el punto de vista de Dios, son todavía Su amado pueblo (Ro 11:28). Dios no renegará de Sus promesas a Israel, porque los dones y el llamamiento de Dios PARA ESTA NACIÓN son irrevocables (Ro 11: 29).
La historia y el futuro de Israel son fundamentales para entender Romanos 11:29. En Génesis 12, Dios le hace una promesa de siete partes a Abraham. La primera parte de esta promesa es: “Haré de ti una gran nación” (Gn 12:2). Abraham sigue el mandato de Dios y abandona su tierra natal. Dios cumple su promesa al hacer de los descendientes de Abraham una gran nación: Israel. Dios llama a Abraham a ser el padre de esta nación. Este llamado es irrevocable. A lo largo del Antiguo Testamento, Dios le hace muchas promesas a Israel, entre ellas un reino eterno (2 S 7:12-13), comunión con Él (Jer 31:31-34) y mucho más.
Pablo está seguro de que Dios tiene planes eternos para Israel. El pueblo ha endurecido su corazón contra Dios, pero los dones y llamamientos de Dios son irrevocables. Dios no se arrepintió de esos dones ni de ese llamamiento, así que no los revocará. Incluso hasta el día de hoy, Dios no ha cumplido todos los dones, llamamientos y promesas dadas a Israel, pero podemos estar seguros, como lo estaba Pablo, de que lo hará.
Como vemos, lo irrevocable de los dones y el llamamiento de Dios tiene que ver SÓLO con Israel, y con el lugar de esta nación en el plan eterno de Dios. No tiene nada que ver ni con la seguridad de la salvación del creyente (que es condicional) ni con la posición que un pastor pueda tener dentro de una congragación. Los que quieren perpetuarse en un cargo espiritual para enseñorearse de la grey de Dios a menudo utilizan Romanos 11:29 para argumentar que ellos no pueden ser removidos de su cargo. Los que enseñan una salvo siempre salvo también lo utilizan para enseñar su falsa doctrina. Ninguno de los dos grupos de personas está en lo correcto. Romanos 11:29 trata SÓLO de Israel y de la posición eterna que esta nación tiene en el plan de Dios. ¡Que nadie os engañe! (Mt 24:4; Mr 13:5; Ef 5:6; Col 2:4; Col 2:8; 2 Ts 2:3; 1 Jn 3:7 )
- - - - - - - -
RELACIONADOS
NO TODO EL QUE ME DICE “SEÑOR, SEÑOR”, ENTRARÁ EN EL REINO DE LOS CIELOS
EXAMINA PRUEBA ESCUDRIÑA RETÉN