“Los sabios heredarán honra, mas los necios llevarán ignominia” (Pr. 3:35).
Obtendrás la gloria o la vergüenza. Tus decisiones de hoy te harán ganar una o la otra. De hecho, es posible que ya tengas algo de gloria o vergüenza. ¿Estás viviendo bien según la definición de Dios de una reputación gloriosa? ¿O te avergüenzas del lío que has hecho de tu vida?
Hay consecuencias para cada decisión. Algunas consecuencias no se ven inmediatamente, pero no puedes evitarlas. Si eliges la sabiduría como base para las decisiones de la vida, entonces el proceso natural de la vida y la bendición sobrenatural de Dios te traerán gloria y honor. Si eliges la necedad, tú y Dios tienen garantizado tu dolor y tu vergüenza.
Los hombres sabios toman decisiones por la Biblia, la voluntad revelada de Dios. Los tontos toman decisiones por sus sentimientos, sus pensamientos, la opinión popular, la tradición, los hábitos, los educadores, los psicólogos, los presentadores de noticias, los tele-evangelistas y otras fuentes malignas. La regla de este proverbio es simple: si vives sabiamente, serás honrado; si vives neciamente, serás castigado con deshonra.
Considera dos hombres y sus elecciones con respecto a las mujeres. José resistió la seducción de la señora Potifar con el argumento de que desagradaría a Dios: terminó en el trono de Egipto. Sansón persiguió los rostros pintados, los cuerpos ofrecidos y los halagos de las prostitutas filisteas para complacer sus lujurias. Terminó siendo un esclavo ciego, que se suicidó para acabar con su miseria.
Considera dos hombres y sus opciones con respecto a la riqueza. Moisés rechazó todos los placeres y tesoros de Egipto para honrar a Dios, y se convirtió en uno de los más grandes héroes de Israel. Lot codiciaba con avidez los frondosos valles del Jordán, donde estaba situada la ciudad de Sodoma; terminó perdiéndolo todo, viviendo en una cueva y dejando embarazadas a sus dos hijas.
Considera a los hombres y sus opciones con respecto a la educación. Saulo de Tarso descartó una de las mejores educaciones de su tiempo considerándola como estiércol en comparación con el conocimiento de Jesucristo (Hch 22:3; Fil 3:4-8). Se convirtió en el mayor apóstol de la Biblia. Los filósofos de Atenas adoraban sus propios pensamientos y se burlaban de la enseñanza vital de Pablo acerca de Jesucristo (Hch 17:22-34). Se ahogaron en sus propias tonterías profanas, y su nación hoy es una vergüenza en comparación con lo que alguna vez fue.
Considera dos hombres y sus elecciones con respecto al Señor del cielo. Un ladrón en una cruz al lado del Señor Jesús confesó su culpa y escogió sabiamente honrarlo como Rey; él fue al Paraíso ese mismo día para obtener una eternidad de gloria indescriptible. El otro ladrón maldijo al Señor Jesús en su ira y dolor, y se fue al infierno ese mismo día también para sufrir vergüenza eterna e indecible. Tus elecciones de sabiduría o locura te traerán gloria o vergüenza presente y futura. ¡Ten cuidado!
Solo los idiotas ciegos o los rebeldes obstinados pensarían que pueden tomar sus propias decisiones en la vida y evitar las dolorosas consecuencias. La evidencia está a tu alrededor de que la necedad humana conduce a una disfunción, miseria y dolor increíbles. Y además, la Biblia, de principio a fin, incluyendo hechos detallados acerca de una terrible inundación mundial, muestra el juicio certero de Dios por tus decisiones egoístas. “Sabed que vuestro pecado os alcanzará” (Nm. 32:23).
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COMENTARIO DEL LIBRO DE PROVERBIOS