ESPÍRITUS ENGAÑADORES Y DOCTRINAS DE DEMONIOS

En muchos lugares, las Escrituras nos advierten contra la falsa doctrina. Uno de estos casos se encuentra en 1 Timoteo 4:1: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios". Una doctrina es una enseñanza o un conjunto de principios. Entonces, las "doctrinas de los demonios" son cosas que los demonios enseñan.

Puede haber buenas y malas doctrinas. La palabra doctrina puede hacer referencia a las enseñanzas bíblicas de una iglesia o un pastor. O, en el caso de 1 Timoteo 4:1, las enseñanzas malvadas de Satanás. Aquellos que siguen las doctrinas de los demonios "apostatarán de la fe". Es decir, prestar atención a la doctrina de los demonios es un asunto serio porque implica una desviación de la verdad del evangelio de Cristo.

¿Cómo se difunden las doctrinas de los demonios? Se difunden a través de maestros humanos: "Tales enseñanzas vienen por medio de hipócritas mentirosos, cuyas conciencias han sido cauterizadas" (1 Timoteo 4:2). Estos falsos maestros son hipócritas; es decir, sus vidas no evidencian la santidad que aparentemente defienden. Son mentirosos; es decir, tratan con la falsedad y a sabiendas conducen a otros a la apostasía. Y están más allá del alcance de la conciencia; es decir, han encontrado una manera, en sus propias mentes, de justificar sus mentiras. Estos falsos maestros pueden ser amables, encantadores y persuasivos, pero no reciben su mensaje del Espíritu Santo; más bien, escupen las sugerencias de los espíritus malignos, cuya labor es desviar a las personas.

¿Cuáles son exactamente las doctrinas de los demonios? El contexto inmediato da una idea de las enseñanzas a tener en cuenta: "Prohiben a la gente casarse y les ordenan abstenerse de ciertos alimentos, que Dios creó para ser recibidos con agradecimiento por aquellos que creen y conocen la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desechar si se recibe con acción de gracias, porque está consagrado por la palabra de Dios y la oración" (1 Timoteo 4:2-5). Según este pasaje, no debemos seguir a ninguna persona o grupo que prohíba el matrimonio o que ponga restricciones a ciertos alimentos. Cualquier persona o grupo que diga que la santidad viene a través de una dieta específica o de una completa abstinencia sexual, está mintiendo.

En el Jardín del Edén, Eva conoció las doctrinas de los demonios mientras la serpiente le hablaba: "La cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?" (Génesis 3:1). Al principio de la conversación, Satanás cuestionó la enseñanza de Dios y, mientras continuaban hablando, sustituyó su propia enseñanza por la de Dios. Satanás ha continuado usando el engaño, la duda y la sutileza para descarriar a la gente. Satanás es el padre de la mentira y un asesino desde el principio (Juan 8:44), y las doctrinas que sus demonios enseñan por medio de colaboradores humanos voluntariosos siguen separando a las personas de Dios y de Su bendición.

Satanás sabe cómo manipularnos, y es por eso que las doctrinas de los demonios son tan efectivas. Podemos identificar las doctrinas de los demonios al sumergirnos en la verdad. Debemos leer y estudiar nuestras Biblias. Cuando sabemos lo que Dios dice sobre un tema determinado, cualquier desviación de esa enseñanza nos enviará una señal de peligro. Cuando estamos en sintonía con la Palabra de Dios, las aberraciones de esa nota clave sonarán huecas y desafinadas.

SE APARTARÁN DE LA FE

Como parte de las instrucciones de Pablo para preparar a Timoteo para dirigir y nombrar líderes en la iglesia de Éfeso, Pablo le advierte que algunos se apartarán de la fe: "El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia" (1 Timoteo 4:1-2, NBLA).

Pablo utiliza la palabra griega apostesontai, que significa "estar apartado, alejarse o permanecer separado". Es el origen de nuestra palabra en español apostasía. En este caso, los que se apartan están dejando "la fe". En vez de aferrarse a la sana enseñanza que forma parte de la fe que es en Cristo Jesús (como menciona Pablo en 1 Timoteo 3:13), estas personas están eligiendo seguir un camino diferente y escuchar voces distintas.

Aquellos que se aparten de la fe en los últimos tiempos preferirán escuchar a espíritus engañadores y doctrinas o enseñanzas de demonios. Seguirán falsas enseñanzas que suenan convincentes y que pretenden engañar. Estas falsedades están cuidadosamente planeadas; su designio es engañar a la gente para que no siga la fe. Los que se apartan de la fe siguen a mentirosos con conciencias "cauterizadas". Sus conciencias están quemadas; los falsos maestros, que son portavoces de espíritus malignos, están embotados ante su propia hipocresía y su comportamiento sin escrúpulos (1 Timoteo 4:2).

Para asegurarse que Timoteo haya comprendido, Pablo le da un par de ejemplos concretos. Los falsos maestros de los últimos tiempos prohibirán el matrimonio y se abstendrán de alimentos que Dios ha permitido (1 Timoteo 4:3). Los que se apartarán de la fe serán engañados por una especie de legalismo. Estas personas ya no se centrarán en la gracia de Cristo ni en la fe que Jesús autorizó y perfeccionó (Hebreos 12:1). Más bien, intentarán regular el comportamiento en contradicción con la libertad que Dios ha proporcionado.

En el contexto inmediato, Pablo explica cómo algunas personas se apartarán de la fe, pero no exactamente por qué. Sin embargo, en 1 Timoteo 6:3-5 Pablo ofrece una explicación de por qué una persona puede elegir seguir la falsedad. Pablo afirma que o se está de acuerdo con la "sana doctrina" de Cristo o se "envanece y no entiende nada". Una enseñanza que difiere de la doctrina del apóstol no se ajusta a la piedad (1 Timoteo 6:3). Pablo explica además que los que se apartan de la fe tienen un interés mezquino en las controversias y disputas (1 Timoteo 6:4). El resultado es envidia, pleitos, insultos, malas sospechas y fricciones constantes. Tal es la condición de quienes están depravados de mente y privados de la verdad (1 Timoteo 6:4-5).

La advertencia, pues, es que debemos aferrarnos a las sanas palabras: las palabras de Jesucristo. Pablo le advierte a Timoteo: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello" (1 Timoteo 4:16). Antes de que Timoteo pudiera animar a otros a mantenerse firmes en la fe, necesitaba guardarse a sí mismo de la hipocresía. Solo así podría enseñar bien y animar a los demás a no apartarse de la fe. A pesar de todos los esfuerzos, algunas personas se apartarán de la fe, y Timoteo debía prepararse cuidadosamente para tratar con tales personas. La preparación suponía mantenerse irreprochable a sí mismo y estar equipado con las sanas palabras de Cristo y cimentado en las enseñanzas de la fe.

- - - - - - - - - -