“Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos” (Pr 6:5).
Hay un tiempo para actuar frenéticamente, para usar salvajemente cada gramo de energía para escapar, para hacer cualquier cosa para salir del peligro. Piensa en estar ahogándote y en el deseo que sientes de salir a la superficie. Algunos riesgos entrañan gran peligro. Muchos no permiten ningún retraso. Debes actuar, y debes actuar ahora. Debes hacer lo que puedas agresivamente para protegerte.
Los acuerdos financieros pueden ser dolorosos y deben terminarse tan pronto como te des cuenta de tu error. Si te comprometes tontamente con un riesgo innecesario, sal del trato inmediatamente. Debes escapar de la trampa en la que has caído antes de que ésta se cierre por completo. Actúa energéticamente para salir de ella antes de que surjan problemas. Así, el rey Salomón le advirtió a su hijo contra convertirse en aval de alguien (Pr 6:1-5). ¿Por qué has de pagar la deuda que otro adquirió?
La gacela es una pequeña especie de antílope que habita partes de África y Asia. Es ligera de pies, salta rápidamente y corre rápido cuando es asustada por un depredador. Es capaz de salir corriendo frenéticamente antes de que un cazador pueda dispararle una flecha. Incluso los cazadores con armas de fuego tienen que esforzarse mucho para cazar una de estas criaturas. Incluso pueden escapar de muchos felinos sigilosos y rápidos.
A las aves no les gusta que las atrapen en una red de caza. Golpearán salvajemente, usando cada gramo de energía y fuerza que tienen, para salir de la red. Sus movimientos frenéticos, causados por un miedo intenso e instintivo, son casi dolorosos de ver, ya que un pájaro puede parecer que prácticamente se da vuelta al revés en sus esfuerzos por recuperar su libertad.
Lector, ¿estás escuchando? ¿El Predicador tiene tu atención? Salomón advirtió a su hijo acerca de los compromisos financieros tontos, especialmente la firma de préstamos. Ser hijo de un rey trae tentaciones financieras, ya que los amigos le pedirán que garantice préstamos y otras obligaciones. Como es rico, fácilmente podría aceptar tales obligaciones para ser el aval de su tentador.
Si el compromiso necio ya se ha hecho, como Salomón le describió a su hijo, al menos debes tratar de salir de él antes de que tu amigo retire los fondos (Pr 6:1-5). Si tu boca te ha metido en problemas prometiendo apresuradamente pagar una deuda ajena, no debes permitir que el orgullo te impida cambiar de rumbo, y no debes permitir que el sueño te impida realizar el escape.
La sabiduría incluye una sabia gestión financiera. Advierte contra la firma conjunta y el convertirte en aval; advierte contra la deuda; advierte que las riquezas son temporales; advierte contra pasivos contingentes (Pr 22:26-27; 22:7; 27:24; 22:3). La sabiduría requiere que ahorres y des (Pr 6:6-8; 11:24-26). Los hombres sabios mantienen su vida financiera lo más simple posible para minimizar el riesgo y cumplir con sus deberes. Si te encuentras en una situación financiera vinculante o riesgosa, se como la gacela o un pájaro. ¡Sal de eso! ¡Ahora!
Las leyes financieras de algunas naciones tienen derechos de rescisión para aquellos que han completado un contrato financiero para cancelar el trato dentro de un cierto número de días. El proverbio ciertamente se aplica: tu tiempo es limitado, así que se majaderamente insistente para salir del trato. Si hueles incluso una bocanada de un esquema Ponzi, ¡sal ahora! Si te has comprometido con una hipoteca de forma impulsiva, anula el trato. Si eres un inversionista o comerciante, reduce tus pérdidas y deja crecer tus ganancias.
La lección de este proverbio también se aplica a otras partes de la vida. El deseo emocional o físico por alguien con quien no puedes casarte conduce a la fornicación. Puedes luchar contra algunos pecados, pero este pecado solo se vence con la huida (Pr 4:15; 5:8; 2 Ti 2:22). Ponte frenético. José se convirtió en una gacela y en un pájaro cuando la esposa de Potifar se le acercó (Gn 39:12). ¿Cuánto más grande podría haber sido Sansón si hubiera sido como una gacela o un pájaro? Se demoró, y Dalila venció.
¿Qué pasa si estás comprometido para casarte, pero dudas que la persona realmente teme a Dios y será la que necesitas? La regla es simple: cualquier problema que puedas ver antes del matrimonio será diez veces peor después (Pr 30:23). ¡Sal ahora! ¡Escapa! La humillación de terminar un noviazgo ahora no es nada comparada con la agonía de cincuenta años con una mujer rencillosa. Sal del compromiso antes de que la trampa del matrimonio infeliz se cierre y te atrape para siempre con sus garras de hierro oxidado.
¿Estás dispuesto a obedecer a Dios con energía? David se apresuró a guardar sus mandamientos (Sal 119:60). Abraham se levantó temprano para obedecer una dura orden (Gn 22:1-3). Se entra al reino de los cielos ejerciendo una fuerza violenta–con celo para conformar tu vida a la de Jesucristo (Mt 11:12). Debes esforzarte por pasar por una puerta estrecha (Lc 13:24; 16:16). Debes trabajar en tu salvación con temor y temblor (Fil 2:12). ¿Qué cosa buena debes hacer hoy?
- - - - - - - - - - -