EL REINO DE LOS CIELOS SUFRE VIOLENCIA


La afirmación del Señor de que el reino de Dios sufre violencia se encuentra en el contexto de Su reconocimiento a Juan el Bautista: 

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan (Mt 11:12).

Otras traducciones lo expresan así: 

“El reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él” (NVI).

“El reino del cielo ha venido avanzando con fuerza, y gente violenta lo está atacando” (NTV).

Al principio, este versículo resulta desconcertante. ¿Cómo puede sufrir violencia el reino de los cielos, y qué tienen que ver con él los violentos?

Una regla básica de la hermenéutica (las reglas de la interpretación bíblica) es que el contexto es el rey

Como ya se ha dicho, Jesús está hablando a la multitud sobre el ministerio de Juan el Bautista. Inmediatamente antes de Su afirmación de que el reino de los cielos sufre violencia, el Señor honra a Juan como el profeta más grande (Mt 11:11). 

Inmediatamente después de Su declaración (Mt 11:13-14), Jesús afirma que Juan fue la piedra angular de la revelación del Antiguo Testamento y él que cumplió la profecía de Malaquías 4:5. 

A continuación, Jesús pronuncia las conocidas palabras “El que tiene oídos para oír, oiga (Mt 11:15), palabras que sugieren que ha estado hablando en sentido figurado.

Otra regla de la hermenéutica consiste en comparar la Escritura con la Escritura. Una cosa que había caracterizado el ministerio de Juan el Bautista era el gran número de personas que acudían a oírle: 

“Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados (Mr 1:4-5). 

Esta multitud era tan ferviente como diversa. Entre los que respondieron al mensaje de Juan sobre la venida del Mesías había personas que algunos pensaban que nunca se arrepentirían, incluidos recaudadores de impuestos y prostitutas y soldados romanos (Mt 21:31-32; Lc 3:14). Esta multitud creía que Juan era un verdadero profeta de Dios, y eran inflexibles al respecto (Mt 14:5; Mr 11:32).

Las apremiantes multitudes que habían seguido a Juan continuaron luego siguiendo al Señor Jesús (Lc 5:15; 12:1). Esta es la clave para comprender la afirmación de Jesús de que el reino de los cielos sufre violencia

Al señalar a las enormes multitudes que seguían a Juan y que ahora le seguían a Él, Jesús las compara con un ejército invasor que rodea una ciudad para capturarla.

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora”, ha habido una extraordinaria afluencia de gente que presiona, desde todas partes, ansiosa de recibir la bendición de Dios. 

El “reino de los cielos sufre violencia”, hablando en sentido figurado: tanta gente se agolpa para oír el Evangelio que parece un ejército invasor intentando sitiar una ciudad. 

Y los “violentos lo arrebatan, o lo conquistan por la fuerza. La gente que entra en el reino no es violenta, literalmente, sino que su ansia por ver la llegada del Mesías es tan abrumadora que es como si atacaran una ciudad y derribaran las puertas para entrar por la fuerza.

La afirmación de Jesús de que el reino de los cielos sufre violencia” es una imagen gráfica del entusiasmo y la excitación generados por las enseñanzas de Juan el Bautista, primero; y por el Señor Jesús, después. La gente estaba hambrienta de la verdad y no se dejaría apartar. Durante siglos, los profetas de Dios habían predicho la venida del Mesías, y ahora que el Mesías estaba aquí, nada podía frenar la avalancha de gente que presionaba para entrar en el reino. 

Vemos algo de este fervor en Lucas 5:18-19, cuando unos hombres quitaron literalmente un tejado para hacer descender a su amigo paralítico en su lecho hasta la presencia de Jesús; y en Juan 6:15 cuando una multitud quiso hacerlo rey por la fuerza:

“Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”

Deberíamos tomar nota de la respuesta del pueblo creyente en tiempos del Señor Jesús y compartir su pasión. El don de la vida eterna no tiene comparación. Saber que Cristo ha venido debería crear en nosotros seriedad, fervor y un esfuerzo por estar más cerca de Él. No hay lugar para la apatía o la ambivalencia en el verdadero seguidor de Cristo Jesús.

Desde un punto de vista más profundo, la frase el reino de los cielos sufre violencia” también se refiere a la guerra espiritual contra el reino de Dios en avance aquí en la tierra, el cual enfrenta la oposición hostil de fuerzas humanas y espirituales que demandan un esfuerzo espiritual decidido por parte de los creyentes para superar los obstáculos y reclamar las bendiciones. 

La violencia aquí se interpreta tanto como la resistencia enérgica contra el avance del reino de Dios por parte de las tinieblas, como los esfuerzos fervientes y violentos de los creyentes por promoverlo. 

El reino de los cielos enfrentó una intensa oposición de personas como Herodes y los líderes religiosos, así como de poderes incrédulos más amplios (Roma), que buscaron obstaculizar su progreso.

La toma violenta del reino se refiere a la determinación espiritual y la búsqueda valiente y enérgica de los creyentes para entrar en el reino, mantenerse en él y promoverlo. Esto implica vigilancia espiritual permanente y una fe firme y perseverante. 

La frase enfatiza la realidad de la guerra espiritual, donde los creyentes debemos luchar contra el pecado, las fuerzas demoníacas y los obstáculos mundanos para reclamar nuestra herencia (entrar el reino) y retenerla. 

Es una descripción y un llamado a los creyentes a ser celosos, enérgicos y audaces en la búsqueda del propósito de Dios, manteniéndose firmes y haciendo avanzar el reino mediante la fe y la autoridad espiritual.

El Señor Jesús pronunció estas palabras en referencia al ministerio de Juan el Bautista, elogiando a Juan, pero también destacando el cambio en la llegada del reino, que requeriría de un gran esfuerzo de parte de quienes quisieran ser Sus discípulos.

El versículo sugiere que incluso los creyentes más humildes y débiles poseen mayor poder y autoridad espiritual que las figuras más destacadas del pasado como Juan, gracias a la victoria de Cristo.

Como se ve, la fraseel reino de los cielos sufre violencia” tiene un significado amplio e importante que describe tanto los aspectos externos como internos (espirituales) de la instauración de el reino de los cielos” en la tierra.

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