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lunes, 1 de octubre de 2012

¿ES BÍBLICO EL SISTEMA UNIPASTORAL?


Estas páginas escritas por Mark Frees (un ex-pastor del sistema denominacional) son la ilustración perfecta de lo que exponemos en LA IGLESIA NUEVOTESTAMENTARIA. Aunque no le añade nada nuevo al mencionado estudio, incluimos aquí este testimonio con el fin de animar al lector a adentrarse en el concepto bíblico de “la iglesia”, lejos de las tradiciones, e incluso de las novedades, de esta generación mala y adúltera.                                        
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"Y constituyeron ancianos en cada iglesia..." (Hechos 14:23).

"Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia...Les dijo...Mirad por vosotros, y por todo el rebaño en el que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar (pastorear) la iglesia del Señor" (Hechos 20:17-28).

"Pablo y Timoteo...a todos los santos en Cristo que están en Filipos, con los obispos y diáconos" (Filipenses 1:1).

"Por esta causa te dejé en Creta, para que...establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé" (Tito 1:5).

"¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia" (Santiago 5:14).

"Ruego a los ancianos que están entre vosotros... Apacentad (pastoread) la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente" (1 Pedro 5:1-2).

"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros" (Efesios 4:11).

"Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene un salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación" (1 Corintios 14:26).

En el verano de 1990, mientras pastoreaba una preciosa y pequeña iglesia en la zona rural del estado de Mississippi, fui guiado a predicar una serie de mensajes acerca del modelo del Nuevo Testamento para la iglesia y su liderazgo. Aquella decisión fue fatídica. Mientras oraba y escudriñaba las Escrituras durante un periodo de varias semanas, había una pregunta inquietante que persistía en entrometerse - una pregunta que presento aquí para la seria consideración del lector: ¿Dónde se encuentra en la Escritura el mandato de que un hombre sea el líder espiritual y la autoridad de la iglesia local? No importa que éste sea el patrón incuestionable seguido por la cristiandad hoy, sino ¿dónde se halla en la Escritura?

Un examen cuidadoso de las Escrituras impresas al principio de este escrito convencerán, creo yo, al lector honesto, de la misma manera que me convencieron a mí, de ciertas verdades:

(1) El patrón del Nuevo Testamento es para que la iglesia sea guiada, no por un "pastor" solitario, sino por un grupo de hombres, designados en la Escritura como "ancianos" o "sobreveedores". Está claro que estos dos términos se refieren al mismo oficio, ("anciano" aparece para referirse al oficio mismo, “sobreveedor” o “supervisor” —obispo— a la función del oficio).

(2) No hay ninguna alusión a un oficio de “pastor” en la iglesia local separado o superior al de anciano. Estas Escrituras muestran con sencillez que a los ancianos o sobreveedores, se les ha dado el papel primario de pastorear el rebaño. Generalmente hablando, “pastor” es el nombre que describe el don - enfatizando el ministerio de pastorear, y “anciano” describe el carácter del hombre que ocupa ese oficio. Son términos intercambiables (aunque puede haber otros aparte de los ancianos que ejerzan un don pastoral - maestros de la Biblia, por ejemplo). Sí, Dios ha dado “algunos como pastores”, pero en ningún lugar en la Escritura se refiere a nadie como el pastor de una asamblea local. A menos que alguien piense que estamos hilando demasiado fino, déjeme que recalque que la terminología no es la clave del asunto aquí. El punto que debe tenerse en mente con claridad es que, en el Nuevo Testamento, las iglesias nunca fueron pastoreadas por un hombre, cualquiera que fueran su título o designación, sino siempre por un grupo de hombres. No leemos nada de ningún “pastor principal” (ni “misionero principal”) que tenga más grado debido a su tiempo en el ministerio, ni nada de un anciano presidente. De hecho, tales títulos se hallan cerca de la blasfemia, ya que Cristo es “el Príncipe de los pastores” (1 Pedro 5:4).

(3) La implicación clara es que los ancianos normalmente son escogidos por el Espíritu Santo desde el interior del cuerpo local ya establecido, no llamados o importados de fuera - y ciertamente no de los rangos de un “clero” profesional. No puedo evitar el creer que el proceso de “búsqueda pastoral” de hoy en día (con currículum vitae, negociaciones de salario, sermones de prueba, y cosas por el estilo), es una penosa ofensa al Espíritu de Dios. De nuevo, nuestra pregunta debe ser: ¿Dónde se halla todo esto en la Escritura?

(4) El ministerio público de la Palabra no es para ser confiado a un hombre en una iglesia local, ni aun a los ancianos como grupo. Este ministerio está abierto para cualquier hermano que ha sido divinamente dotado para esto, y no depende de haber sido “ordenado” por autoridad humana. Pablo no estaba escribiendo a un círculo de clérigos “ordenados” cuando dijo: “Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina...”. Aparte de la cuestión de si todos los dones mencionados por Pablo en este versículo siguen operando en la iglesia, ¿tiene esta breve vista de la iglesia del Nuevo Testamento el más mínimo parecido al ministerio singular de hoy?

Tristes Consecuencias 

La mayoría de las iglesias de hoy en día confían el liderazgo del rebaño y casi todo el ministerio público a un pastor solitario, quien ha sido elegido de entre el “clero” profesional, importado de fuera de la iglesia, y contratado para recibir un salario convenido (en oposición al soporte voluntario) por sus servicios. ¿Puede el lector - con su Nuevo Testamento abierto ante él - negar que éste es un desvío drástico del patrón bíblico? Sin duda lo es, y ha tenido severas consecuencias en la vida espiritual de nuestras iglesias. Los siguientes son algunos de los problemas que son creados o agravados por este sistema unipastoral que no es bíblico:

(1) Perpetúa la deplorable distinción entre “clero” y “laicado”. Ningún engaño pernicioso del diablo ha sido tan desplegado como esta distinción completamente no bíblica. Los pastores de hoy en día se afligen porque son incapaces de movilizar al “laicado”, sin ni siquiera considerar que es el mismo sistema el que divide a los cristianos en dos clases al que hay que culpar. La respuesta no es "involucrar” o “movilizar” a los laicos, sino  eliminar la odiosa distinción. Fuera con la idea de que la obra cristiana es el área sagrada de unos pocos “ungidos”.

(2) Produce en los creyentes la ausencia de responsabilidad de testificar a los perdidos, animar a los hermanos, profundizar en el estudio de la Biblia, visitar a los enfermos, etc., fuera de una consciente o subconsciente suposición de que éstas son “las tareas del pastor” (después de todo, para eso se le paga). A menudo el único que visiblemente trabaja para el Señor en la comunidad es el pastor, cuyo testimonio está perjudicado por el hecho de que cobra por hacerlo. Y, cuán raro es el estudio serio de la Biblia fuera del estudio del pastor. Hay un engaño bien extendido de que sólo el pastor “ordenado” está calificado para minar las riquezas de la Palabra de Dios, y que sólo él es responsable de usar la Palabra para animar a los hermanos y advertir a los perdidos. Como resultado, hombres que han sido creyentes en Cristo por treinta o cuarenta años y “debieran ser ya maestros” (Hebreos 5:12) siguen alimentándose con papilla. En nuestras iglesias actuales ésta no es la excepción desafortunadamente. Es la norma. De todo el daño ocasionado por el sistema no bíblico de darle el ministerio de la iglesia a un mero profesional (o en iglesias grandes, a un grupo de profesionales), este es quizá el más trágico, porque debilita a los hombres de las iglesias.

(3) Deja poco o nada de lugar para ejercitar los dones espirituales, aparte de los del pastor, en las reuniones de la iglesia.

(4) Lleva a las iglesias a ser edificadas en la carne, con cosas como programas y promoción, y la personalidad del pastor debe reemplazar los dones espirituales del cuerpo.

(5) Produce un extendido desánimo entre pastores, que están tratando formalmente de llenar un papel que no es bíblico.

(6) Niega a los pastores la comunión en el ministerio que tan desesperadamente necesitan. Normalmente la diferencia en la visión espiritual y la responsabilidad del ministerio entre el pastor y la congregación es tan grande que su única comunión significativa es con otros pastores, que no son colaboradores en el mismo campo, sino que tienen los suyos propios por los que preocuparse.

(7) Tiende a negar la presidencia del Espíritu Santo en la iglesia. Aunque puede que el pastor busque de verdad la mente del Espíritu, su percepción está nublada por su propia personalidad, deseos, etc. Cuánto mejor es, cuando hay que formular planes o tomar decisiones, para los ancianos como grupo, como los que representan el gobierno de Dios en la iglesia, ayunar y orar hasta que el Espíritu Santo obre en ellos para que tengan unanimidad, como en Hechos 13:1-3.

(8) Como toda la responsabilidad del ministerio de la iglesia se le ha dado a un solo hombre, y como es cierto que ningún hombre tiene todos los dones, los pastores (y los misioneros) se ven forzados a usar mucho de su tiempo llevando a cabo un ministerio para el que no han sido dotados por el Espíritu de Dios. Lo triste del asunto es que si no lo hacen ellos, este ministerio se queda sin hacer.

(9) Crea una situación en la que una persona, el pastor, puede cambiar una iglesia sana doctrinalmente en una iglesia herética de la noche a la mañana. Teniendo varios ancianos, aunque no se asegura la inmunización absoluta en cuanto a los errores doctrinales, sí que se provee de un fuerte control contra la enseñanza herética.

(10) Conduce a una escasez paralizante de obreros cristianos nacionales en muchas áreas de misión, por la presunción de que estos obreros deben ser preparados profesionalmente e importados de fuera de la iglesia. ¿Dónde está la confianza en que Dios ya ha provisto al cuerpo con los dones de liderazgo necesarios?

(11) Pone excesiva presión en la esposa e hijos del pastor, ya que estos se encuentran forzados a vivir en un ambiente de “pecera” como la familia “del ministro”.

Éstas no son más que una muestra de las consecuencias que se deben cosechar de perpetuar creencias y prácticas que no son bíblicas en lo que concierne al ministerio.

Algunas Objeciones Contestadas

Objeción 1: El papel correcto del pastor no es asumir todo el ministerio de la iglesia, sino movilizar y equipar a los santos para hacer la obra del ministerio. Por lo tanto, la mayoría de los problemas que ha mencionado son resultado, no del sistema unipastoral en sí mismo, sino del abuso de este sistema.

Respuesta: Ya que el sistema unipastoral no está en la Escritura, y está universalmente rodeado por estos problemas, los que lo defienden deberían reconocer que el sistema en sí es una falta, y no tiene ni apoyo ni garantía en la Escritura. El concepto de una iglesia guiada por un pastor (o misionero) que moviliza a los santos para la obra del ministerio suena muy atractivo, pero la experiencia de miles de pastores frustrados testifica que esto simplemente no funciona. Hay una percepción profundamente arraigada en las mentes de la congregación de que la obra cristiana es para un grupo especial. La existencia del clero es el gran inmovilizador de los santos. Cualquiera que trata de abolir este sistema es condenado al fracaso y forzado a someterse a él o irse, porque cómo se atreve a oponerse a un sistema en el que “el siervo (único) de Dios”, preparado profesionalmente y con credenciales, está por encima de los demás. (Incidentalmente, aquellos que se adhieren al concepto del pastor normalmente tienen una noción muy limitada de lo que incluye la “obra del ministerio”. Por ejemplo, aun el pastor que está equipando a los santos con un énfasis de su ministerio, llamará normalmente a un compañero del clero -no a alguien de la congregación- para ocupar el púlpito cuando él no esté.)

Objeción 2: Lo que ha sugerido produciría un liderazgo de aficionados en la iglesia, y una mutilación doctrinal por quedar la enseñanza y la predicación en manos de creyentes no certificados por un seminario o instituto bíblico.

Respuesta: Ésta es una acusación seria porque implica que el Espíritu Santo es incapaz de colocar los dones del liderazgo correctamente dentro del cuerpo de la iglesia. ¿Es la educación de un seminario lo que califica a un hombre para el liderazgo de la iglesia, o los dones del Espíritu? A menudo hemos sido culpables de dar servicio de labios a lo segundo, poniendo en la práctica mayor énfasis a lo primero.

Objeción 3: La palabra “sobreveedor” (obispo) aparece en singular en 1 Timoteo 3:2 y en Tito 1:7 donde las cualidades del oficio son descritas. Esto sugiere por lo menos la posibilidad de que “sobreveedor” sea el oficio de un solo hombre.

Respuesta: El uso más natural del lenguaje es emplear el singular cuando se están describiendo las cualidades de un oficio. Por ejemplo, puedo decir: “Un senador (o aun, el senador) debe ser un hombre de integridad y honor, etc.”, sin la mínima implicación de que sólo haya un miembro del Senado, o aun uno por provincia. Recalcar el perfectamente explicable uso que hace Pablo del singular, ignorando la evidencia abrumadora del resto del Nuevo Testamento, es una extraña exégesis. Una mirada más de cerca a Tito 1:5-7 descarta toda posibilidad de que Pablo fuera partidario del sistema unipastoral. ¿Cómo puede el uso de “obispo en singular en el versículo 7 tener la posible implicación de que cada congregación debe tener un solo sobreveedor, cuando dos versículos antes Pablo ha introducido el tema recordándole a Tito sus instrucciones para que “establecieses ancianos (plural) en cada ciudad”? A mi parecer, para el que quiere aceptar la palabra de Dios, esto es conclusivo.

Objeción 4: ¿No estaban las “Epístolas Pastorales” dirigidas a individuos por separado?

Respuesta: Esta objeción está basada en el común concepto erróneo de que Timoteo y Tito eran “pastores” u obispos de iglesias locales. Esto, simplemente no es verdad. Veamos una cita del Zondervan Pictorial Bible Dictionary: “Aunque estas cartas sí que suministran instrucciones que merecen la pena para pastores, no era a pastores a quienes estaban dirigidas en el sentido de hoy en día de este término. Más bien, estaban dirigidas a los enviados especiales de Pablo, para cumplir misiones específicas y a quienes se les confiaban tareas concretas según las necesidades del momento”. Timoteo y Tito eran colaboradores de Pablo que ejecutaban sus órdenes apostólicas, no eran pastores en el sentido actual de la palabra. Si lo hubieran sido, resultaría extraño que Pablo les ordenara a poner a otros en los lugares que ellos ocupaban; sería como despedirlos de sus funciones para que otros las realizaran en vez.

Objeción 5: Y ¿qué me dice del papel de liderazgo de Jacobo en Jerusalén (Hechos12:17), Epafras en Colosas (Colosenses 4:12), y Epafrodito en Filipos (Filipenses 2:25)?

Respuesta: Esta objeción, la cual he oído en defensa del sistema unipastoral, es un ejemplo patente de estar leyendo la Palabra de Dios a través de lentes distorsionados por la tradición. Jacobo, el medio hermano del Señor, era un varón piadoso junto con los apóstoles (Gálatas 1:19), no el pastor de la iglesia. Epafras era un evangelista, el “consiervo amado” de Pablo, quien llevó el evangelio a los colosenses (Colosenses 1:7). Es extraño que él fuera “pastor” de la iglesia de Colosas, ya que nunca se le ve presente allí, sino siempre con Pablo, como en Colosenses 4:12 y Filemón 23! Epafrodito es descrito simplemente como uno de los colaboradores de Pablo, que fue enviado por la iglesia de Filipos para ministrar sus necesidades. ¿Es todo esto evidencia para el sistema unipastoral?

Objeción 6: ¿No se refieren los “ángeles” de las iglesias en Apocalipsis 2-3 a los pastores (“Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso...” etc.), y sólo hay uno por iglesia?

Respuesta: Nadie que estuviera leyendo el Nuevo Testamento, aparte de las nociones preconcebidas de hoy, se imaginaría jamás que los “ángeles” de Apocalipsis 2-3 se refieren a pastores. Aunque la palabra griega angelos puede traducirse como “mensajero”, todas las demás veces que aparece esta palabra en Apocalipsis -y aparece 76 veces- incuestionablemente se refiere a ángeles literales. Si significa “mensajero” en Apocalipsis 2-3, aun así no podría llegar a abarcar sin dificultad el significado de “pastor”. En todos los casos que el Nuevo Testamento usa la frase “mensajero de...” (“mensajero de Satanás”, “mensajeros de Juan”, etc.), siempre describe por quién ha sido enviado el mensajero, y nunca a quién. En otras palabras, “el mensajero de la iglesia en Éfeso” probablemente no significaría un mensajero enviado a la iglesia, sino un mensajero enviado por la iglesia, quizá como parte de una delegación para ministrar al apóstol en su exilio en Patmos, y para recibir sus instrucciones.

Objeción 7: Quizá las muchas referencias que el Nuevo Testamento hace a ancianos múltiples se deben a que, mientras que cada iglesia tenía un solo anciano o sobreveedor, cada ciudad tenía varias iglesias diferentes. Por ejemplo, cuando Pablo escribe a: “los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos” (Filipenses 1:1), puede que hubieran unas cuantas congregaciones en Filipos, cada una con su propio sobreveedor.

Respuesta: Este razonamiento puede parecer ser la respuesta a ciertos pasajes, pero ciertamente falla en vista de otros, tales como Hechos 14:23 (“Constituyeron ancianos en cada iglesia...”), y Santiago 5:14 (“Llame a los ancianos de la iglesia”).

Objeción 8: Aun si pudiera probarse que las iglesias del Nuevo Testamento tenían varios ancianos, esto no tendría por qué ser normativo en la iglesia actual necesariamente. Después de todo, todos están de acuerdo en que los creyentes en la iglesia de Jerusalén vendieron sus bienes y tenían todas las cosas en común, pero nadie sugeriría volver a tal modelo hoy en día.

Respuesta: Decir que el modelo de la iglesia del Nuevo Testamento no es normativo para las iglesias actuales es equivalente a decir que Dios nos ha dejado completamente sin ningún modelo. ¡Doloroso pensamiento! ¿Nos ha dejado realmente Dios a la merced e ingenuidad humana en decidir cómo debe conducirse el ministerio de Su iglesia? Al contrario, digamos con el salmista, “estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas” (Salmo 119:128). En cuanto al sistema comunal de la iglesia de Jerusalén, está bien claro que este no era el modelo de todas las demás iglesias del Nuevo Testamento. Estas acciones de los primeros creyentes de Jerusalén fueron mandadas por circunstancias específicas que no se repitieron, que sepamos nosotros, en ninguna otra asamblea del Nuevo Testamento, (se supone que el sistema fue pronto interrumpido aun en Jerusalén). Este ejemplo no puede utilizarse para justificar el haber fallado en conformarse al modelo del Nuevo Testamento cuando está tan claramente revelado.

Objeción 9: No puede negar que a través de los años Dios ha bendecido poderosamente a muchos pastores e iglesias que han usado el sistema unipastoral, y aún continúa haciéndolo hoy.

Respuesta: A nadie se le ocurriría negar tal cosa. Aun así, los problemas mencionados antes tampoco pueden ser negados razonablemente. Y ¿quién diría que el fruto y utilidad de la iglesia en conjunto están cerca del nivel divinamente deseado? Además, es un error pensar que porque Dios esté bendiciendo con gracia a alguien que esté operando bajo ciertas creencias o prácticas, Él las apruebe. Dios ha usado grandemente, por ejemplo, a muchos predicadores, maestros, y misioneros que mantenían la doctrina no bíblica del bautismo de infantes. Y aun así, ¿quién de nosotros sugeriría que esta enseñanza tiene la aprobación de la Palabra de Dios, o que no es importante sostener el punto de vista bíblico del bautismo? Gracias a Dios, Él no requiere de nosotros que seamos perfectos en nuestra interpretación de la Escritura antes de usarnos. Si fuera así, ¿quién podría esperar ser usado? Pero cuando se nos da luz en las Escrituras, es nuestro deber y gozo conformar nuestras creencias y prácticas a la Palabra de Dios. Si hemos visto la verdad, el Señor espera que digamos como Pablo: “no fui rebelde a la visión celestial” (Hechos 26:19).

Objeción 10: Un sistema de varios ancianos sí que puede resolver algunos problemas, pero a la vez creará otros nuevos por sí mismo.

Respuesta: Esto lo admito con buena voluntad. De todas maneras, cuando actúas bajo el modelo bíblico los problemas que surgen son bíblicos. Esto es, son problemas que ya han sido anticipados en la Escritura, y es en la Escritura donde se ha provisto la guía para esto. No olvidemos, también, que aparte de la cuestión de los problemas que pudieran resolverse o crearse, debemos seguir el modelo del Nuevo Testamento simplemente porque es el modelo del Nuevo Testamento. Nos conformamos a la autoridad de la Escritura como una cuestión de principio, no por razones pragmáticas. Pero cuando lo hacemos, encontramos invariablemente que el camino de Dios es el mejor.

Objeción 11: Seguramente no piensa que todos los problemas que ha mencionado anteriormente se desvanecerían si nuestras iglesias simplemente cambiaran su modelo de liderazgo.

Respuesta: Desafortunadamente, no. O no de la noche a la mañana, al menos, particularmente donde la mentalidad clérigo-laico ha estado firmemente arraigada durante décadas. Pero aun en tal caso, el regreso al modelo del Nuevo Testamento, si se adopta de todo corazón por toda la congregación, ciertamente produciría un efecto drástico. Los muchos problemas y actitudes no bíblicos apoyados por la falsa distinción del clérigo-laico podrían al fin ser resueltos. En otras situaciones, donde un nuevo comienzo es posible (tal como en el campo de misión, en iglesias nuevas, o con nuevos convertidos), estos problemas pueden ser evitados del todo.

¿Qué diremos entonces? El pastoreo de un solo hombre, lejos de tener la norma de la Escritura, es esencialmente una repetición “protestantizada” del sistema sacerdotal Católico Romano. Para aquellos de nosotros que tenemos la Biblia en vez de la tradición como nuestra autoridad, es tiempo de escudriñar fervientemente las Escrituras para ver si estas cosas son así.

Quisiera que cada lector de estas breves páginas pudiera disfrutar de la bendición que yo encontré cuando “volví mis pies a tus testimonios” (Salmo119:59), y escoger el reunirse en comunión con aquellos que se reúnen en la sencillez y orden del Nuevo Testamento.

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Léase también LA IGLESIA NUEVOTESTAMENTARIA y IGLESIAS EN CASAS





domingo, 2 de septiembre de 2012

DERRIBANDO ARGUMENTOS

“…derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (1 Corintios 10:5).

Algunas preguntas son de gran importancia, pero fáciles de responder, como por ejemplo: ¿Es prudente conducir a 150 km/h cuando la velocidad límite es de 40 km/h? Por supuesto que no, y sería una imprudencia con graves consecuencias si un conductor desconociera este hecho.

Otras preguntas son complejas, pero no son tan importantes ¿Cuál es la raíz cuadrada de 983.297? Es una pregunta difícil, pero no nos afectará si nos equivocamos (salvo que se quiera estudiar matemáticas en la universidad…en ese caso, convendría que nos pusiéramos a estudiar ¡ahora mismo!)

Las preguntas en estas páginas, además de ser difíciles, son importantes. Las respuestas serán categóricas porque impactarán nuestra vida. Tratan sobre Dios y el mal, la fe, la justicia, el dolor, las relaciones, el amor, y la vida y la muerte. Son complejas porque las respuestas no son obvias y pueden ser controvertidas. Procuramos presentar las preguntas de una manera novedosa, con el propósito de ayudarnos a diferenciar lo verdadero de lo falso. Son preguntas comunes que toda la gente se hace. Tal vez, tú mismo te las planteas; o quizás alguien las usó para cuestionar tu fe.

Las preguntas se basan en suposiciones que la gente acepta consciente o inconscientemente. Las suposiciones son creencias u opiniones; aquello que damos por sentado porque lo aprendimos de los amigos, la familia, la escuela, los libros, las películas…vaya uno a saber dónde. Sin embargo, como cualquier otra idea, las suposiciones deben examinarse.

¿Son verdaderas estas suposiciones? Cuestionar las suposiciones servirá para entender lo que creemos y para ver las cosas desde otro punto de vista. Si las suposiciones son erradas, es posible llegar a conclusiones erróneas. Si descubres que tus suposiciones no corresponden a la realidad, tal vez convenga cambiarlas.

Si Dios existe: ¿Qué implica esto para tu vida? Si Él se ha revelado: ¿Cómo es? ¿Qué tiene que decirte?

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Pregunta 01

¿Importa lo que creo o lo que dejo de creer?

Suposición

Las creencias no importan. Lo único que importa en la vida es obtener lo que deseamos. Con tal que seas feliz, no importa lo que creas.

Cuestionamiento

Supongamos que ves el auto deportivo de tus sueños, en perfecto estado, en un sitio de Internet. El vehículo está impecable. Te entusiasmas tanto que usas todo el dinero que tienes ahorrado para comprarlo. Pero cuando te entregan el auto, ¡que desilusión! Tiene el motor fundido, los neumáticos pinchados, y hay varias partes oxidadas en la carrocería. ¡Te estafaron!

Estabas convencido que el auto estaba en perfectas condiciones, pero no verificaste si era verdad lo que creías. Las ideas que te formaste sobre el auto determinaron lo que hiciste con tu dinero. Lo mismo pasa en la vida. Lo que creas a cerca de la vida y del mundo en que vives determinará como vives y lo que harás con tu futuro. Es importante examinar detenidamente nuestras creencias para ver si son ciertas. Nadie quiere pasar su vida haciendo algo vano. La vida es mucho más importante que un auto deportivo, los celulares, la moda o los videojuegos. Los avisos comerciales prometen diversión y popularidad si compramos tal o cual producto; aunque, en el fondo, nadie desea que la vida se limite a eso. Queremos que nuestra vida tenga sentido, que valga la pena y sea significativa.

Puede que haya sido emocionante comprar un auto deportivo, pero al final, no valió la pena. Las creencias no “sirven” realmente si son falsas y hacen que nos equivoquemos. Cuanto más importante sea el tema en cuestión, tanto más peligroso será creer algo que sea una falsedad.

Piensa en las consecuencias

Lo que creas acerca de Dios afectará todas tus decisiones y resultará en beneficio o en perjuicio para tu vida. Además, Él prometió guiarnos a la verdad y darnos el entendimiento mientras transitemos por la vida. Solo tenemos que pedírselo. El Señor Jesús dice: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá” (Mateo 7:7). Pero esta invitación viene acompañada de una pregunta: ¿Cómo puedes pedir ayuda a Dios si no conoces al Dios que buscas? Procurar conocer al Dios vivo y verdadero es una de las actitudes más seguras y sólidas que puede adoptar una persona.

“Si el cristianismo es falso, no tiene importancia; pero si es verdad, su importancia es infinita. Lo único que el cristianismo no podría ser es medianamente importante.”

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Pregunta 02

¿Acaso no son todas las religiones iguales?

Suposiciones

Todas las religiones, incluso el cristianismo, enseñan prácticamente lo mismo. Son solo caminos diferentes para tener una vida mejor y cultivar la espiritualidad.

Cuestionamiento

¿Alguna vez buscaste en Internet el mapa de una ciudad para averiguar cómo llegar a una dirección, pero a pesar de seguir las indicaciones, te perdiste porque el plano tenía errores? Las calles no cruzaban exactamente como estaba representado, y las instrucciones decían que había que doblar a la derecha cuando, en realidad, había que doblar a la izquierda. Un buen mapa representa fielmente las calles y no tiene imprecisiones geográficas.

Las religiones son como los mapas de la vida. Proponen afirmaciones acerca del mundo. Intentan responder a las interrogantes de la vida: ¿De dónde venimos los seres humanos? ¿Por qué está el mundo como está? ¿Cómo lo arreglamos? ¿A Dónde iremos cuando esta vida termine? Los diferentes sistemas de creencias (religiosos o no religiosos) proponen diferentes respuestas. El ateísmo afirma que Dios no existe; el cristianismo afirma que Dios nos creó.

El hinduismo afirma que seremos reencarnados después de morir; el cristianismo afirma que solo vivimos una vez. Para el islam, Jesús fue un profeta más; para el cristianismo, Jesús es Dios en forma humana.

Muchas creencias necesariamente deberían ser falsas porque, por lógica, todas no pueden ser verdad.

Superficialmente, algunas religiones pueden parecer similares porque plantean preguntas parecidas, pero las respuestas son diferentes. Por ejemplo, tanto el cristianismo como el budismo enseñan sobre la paz. Sin embargo, hay una diferencia: para el budismo, la paz significa perder la propia identidad en el universo y no desear más nada. En el cristianismo, la paz implica un profundo deseo de tener una relación con Dios. Si profundizamos en lo que realmente enseñan las religiones y otros sistemas de creencias, veremos que postulan cosas distintas acerca del mundo y responden de manera diferente a los interrogantes de la vida. Si los postulados de la fe cristiana son verdaderos, las religiones que enseñan una cosa distinta sobre el mundo se asemejan a los mapas con instrucciones erradas: no servirán para llegar bien al destino.

Piensa en las consecuencias

El Señor Jesús no es un simple líder religioso: Él no afirma que vino a mostrar el camino a Dios, dice que Él es el camino. El Señor Jesús dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Dios se reveló en la persona de Jesucristo y nos invita a tener una relación con Él para conocer la verdad sobre la religión. El Señor Jesús es el mapa perfecto que nos guía a Dios.

“Tenemos derecho a creer lo que queramos, pero no todo lo que creamos es cierto.”

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Pregunta 03

¿Acaso puede alguien afirmar que conoce la verdad?

Suposición

Nadie puede saber cuáles creencias religiosas son verdaderas o falsas; los cristianos, por lo tanto, tampoco pueden afirmar qué es la verdad. La verdad es relativa.

Cuestionamiento

El relativismo alega que no podemos determinar la verdad. Ese es justamente el problema. Tomemos la afirmación: No podemos determinar la verdad. Si el relativismo fuera cierto, esta afirmación debería ser verdadera. Pero el relativismo afirma que es imposible determinar la verdad o falsedad  de algo; por lo tanto, es imposible saber si esa afirmación – No podemos determinar la verdad – es verdad. El relativismo se autorrefuta, por eso cae en el absurdo, porque la verdad existe.

En realidad, la gente decide continuamente qué cosas damos por verdaderas y cuáles por falsas. Supongamos que intentas infructuosamente comunicarte con un amigo por teléfono. ¿Qué se te ocurre pensar? Como vives en un edificio, quizá te encuentres en una zona donde la señal no llega. Como sabes que el celular se te cayó al piso, tal vez pienses que se dañó. El asunto es que decidimos qué cosas damos por verdaderas o falsas todo el tiempo; en función de los datos disponibles, intentamos encontrar una explicación que tenga sentido.

No hay diferencia entre esto y la verdad que las religiones se atribuyen. Los cristianos creen que las enseñanzas de la Biblia sobre Dios, la humanidad, la historia, la naturaleza, y nuestra vida son la mejor explicación del mundo y de la experiencia humana.

Esto no implica que sea necesario probar irrefutablemente todas las enseñanzas cristianas antes de creer que el cristianismo es verdad. Basta observar la complejidad de la naturaleza para deducir que tiene que haber un Creador que les dio origen. Podemos observar nuestra propia conciencia y la noción que tenemos del bien y del mal, y concluir que debe haber un Ser supremo que determina el bien y el mal. Podemos ser testigos de vidas transformadas para mejor cuando las personas siguen de veras las enseñanzas del Señor Jesús y comprenden que Dios es el dador de una vida nueva y auténtica.

Piensa en las consecuencias

Al intentar discernir la verdad de las afirmaciones sobre Dios, recuerda que Dios en Sí Mismo no es un objeto ni una afirmación que pueda comprenderse. Dios es una persona. Por lo tanto, el verdadero conocimiento de Dios será personal. El Señor Jesús dice: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32). Para conocer la verdad que nos hace libres es necesario convertirse en discípulo del Señor Jesús, estar dispuesto a aprender de Él y ser Sus seguidores. Conocer a Dios es más que entender una lista de verdades: es conocer a Dios a través del Señor Jesús.

“No confiamos porque existe “un Dios”, sino porque existe este Dios en particular.”

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Pregunta 04

¿Acaso alguien puede determinar el bien y el mal?

Suposición

Cada individuo decide qué está bien y qué está mal. Nadie puede decirle a otra persona qué está bien o qué está mal.

Cuestionamiento

Llevemos esta idea a su conclusión lógica.

Si la suposición fuera correcta, ¿cómo sería posible siquiera responder las siguientes preguntas?

  • ¿Está bien que dañemos el medio ambiente?
  • ¿Vale la pena intentar acabar con la pobreza extrema?
  • ¿El racismo es inmoral? ¿Y la discriminación sexual?
Si no es posible determinar el bien y el mal, tampoco será posible afirmar como deberíamos conducirnos en las situaciones anteriores. ¿Cómo podemos luchar contra el mal en este mundo o defender el bien si no estamos en condiciones de afirmar que algo es mejor o peor que otra cosa? Por el contrario, para hacer que este mundo sea un mejor lugar para todos, deberíamos poder afirmar que algunas conductas son malas para todos (tales como el racismo, el genocidio y la destrucción del medio ambiente) y que otras conductas son buenas para todos (tales como ayudar a los pobres, defender los derechos civiles y proteger a los niños).

Esta suposición no solo es peligrosa en lo que atañe a los problemas sociales y mundiales, sino que pocas personas son consecuentes cuando la ponen en práctica. Imagínate que vas caminando por la calle y te roban la billetera, tu ipod y tus joyas. Te disgustas, ¿no? ¡Aguarda un momento! Si no es posible afirmar qué está bien o mal para todos, ¿quién eres para decirle al ladrón que actuó mal? ¿Entiendes el problema? Afirmar que nadie debería decir qué está bien y qué está mal puede parecer una estrategia útil para evitar que los demás juzguen nuestras decisiones, pero basta con que algo nos perjudique, como cuando nos roban, para que seamos los primeros en reclamar: “¡Esto está mal!”

Piensa en las consecuencias

Si Dios existe, tus decisiones no dependen solo de ti. Hay decisiones correctas e incorrectas, hay acciones buenas y malas, cosas que Dios quiere para tu vida y cosas que no quiere. Esto significa que debemos dejar de insistir en que podemos hacer cualquier cosa que queramos, cuando lo deseemos. El adicto a las drogas puede pensar que es libre porque puede consumir cualquier sustancia a su antojo, pero no gozará de la verdadera libertad hasta que no decida cambiar su modo de vivir y dejar de consumir drogas. La verdadera libertad es aceptar el plan de Dios para nuestras vidas y renunciar a todos los obstáculos que nos impidan cumplirlos.

“Si Dios existe y fuimos hechos a su imagen, la vida tiene sentido verdadero y podemos tener conocimiento verdadero por medio de lo que Él nos comunicó”

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Pregunta 05

¿Cómo pueden los cristianos creer en Dios cuando la evolución es un hecho comprobado?

Suposición

La evolución es un hecho científico que contradice la Biblia.

Cuestionamiento

Si nos guiamos por lo que se presenta en las películas, las revistas y los libros de textos escolares, parecería que la evolución es un hecho incontrovertible. Sin embargo, hay motivos para poner en tela de juicio esta idea… y muchos científicos están haciéndolo. Más de setecientos científicos firmaron un documento en que plantean su escepticismo sobre la evolución darwiniana y llaman a profundizar el análisis científico de los méritos de la teoría de la evolución (https://dissentfromdarwin.org/).

Además, en el mundo natural, hay indicios que sugieren la existencia de un Creador. Muchas cosas en la naturaleza parecen tener un diseño, y cuando hay un diseño aparente, con toda probabilidad existe también un diseñador. Supongamos que encuentras una computadora en perfecto estado en un terreno baldío. Nada te hará pensar que los componentes de esa computadora de pronto se conectaron precisamente para armar ese aparato complejo. En cambio, la mejor explicación será que, dado que la computadora parecer haber sido diseñada para funcionar de una manera en particular, seguramente hubo un diseñador que la armó. Los científicos continuamente aprenden más y más sobre la enorme complejidad de la vida biológica y sus funciones: la información contenida en el ADN, los patrones matemáticos presentes en la naturaleza, las complejas funciones celulares, etcétera. Hay muchas cosas naturales que parecen estar diseñadas para cumplir funciones específicas: no parecen ser accidentes aleatorios de la naturaleza. La presencia del diseño es indicio de un diseñador, un Creador, que trasciende el mundo natural. (Escríbanos a todoelconsejodedios@gmail.com para conocer más sobre estos ejemplos de diseño y las debilidades de la teoría de la evolución.)

Piensa en las consecuencias

A veces se cree que la evolución es la verdad no tanto por las supuestas pruebas científicas sino debido a una cosmovisión conocida como naturalismo. El naturalismo afirma que el universo es un sistema cerrado de materia y energía. Lo único que existe es el mundo material; por lo tanto, creer en Dios, o en cualquier cosa espiritual, es creer en una fábula.

Tomemos la pregunta: “¿Cómo se creó el ser humano?”. Si se parte del naturalismo, solo es posible postular que la existencia de la humanidad se debe a procesos naturales sin propósito. Esto implica que la evolución (o cualquier proceso semejante) es la única posibilidad. Como el naturalismo descarta a Dios desde el principio, los seres humanos deben ser un hecho fortuito de la historia natural. En cambio, si no partimos del naturalismo y aceptamos la posibilidad de que pueda existir algo más aparte del mundo material, caben otros postulados para explicar el origen de los seres humanos. Por ejemplo, pueden haber sido formados por un Dios que creó la vida y que nos diseñó con un propósito.

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Pregunta 06

Si Dios existe: ¿Por qué hay tanto mal en el mundo?

Suposición

Dios no causaría las espantosas tragedias que ocurren a diario en el mundo. Si hay maldad en el mundo, Dios no puede existir.

Cuestionamiento

Todas las religiones tienen que responder por qué el mundo no es como desearíamos que fuera. Tengamos en cuenta estas cuatro aseveraciones sobre la manera en que el cristianismo responde a esta pregunta. 

1. Dios no causa ninguna cosa mala

Adán y Eva, los primeros seres humanos, rechazaron la autoridad de Dios y decidieron hacer las cosas a su manera. El resultado dista mucho de ser agradable. El pecado y la maldad entraron en el mundo y desde entonces la humanidad ha tenido que vivir en el mundo “caído”. Dios no obligó a los seres humanos a rechazar Su bondad, sino que les dio libertad para elegir; aun cuando eligieron mal. Si consideramos el mal que hay en el mundo – los asesinatos, las estafas, los engaños, la tortura, la guerra y la esclavitud – veremos que los perpetradores son seres humanos, no Dios. A veces, Dios interviene para evitar la maldad y proteger a las personas, pero otras veces deja que los seres humanos causen perjuicios.

2. Dios permite que los seres humanos decidan libremente, aun cuando decidan mal, para permitirles elegir el amor.

Supongamos que en un cuento de ficción el rey le dice a la doncella: “Por tu lealtad hacia mí, puedes elegir al hombre con quien quieras casarte”. La doncella elige a un pobre fracasado y entonces el rey le dice: “No lo permitiré”. Eso no es elegir. Supongamos que Dios interviniera todo el tiempo e impidiera que las personas hicieran el mal. ¿Tendríamos realmente libertad de decisión? De modo alguno, porque solo podríamos elegir bien. Decidir obrar bien implica optar por conducirnos con amor. Para poder decidir amar es necesario que también tengamos la opción de no amar. Dios quiere que lo amemos a Él y a los demás por voluntad propia. Un amor por obligación o por necesidad no es realmente amor.

3. Creer en el mal supone la existencia de Dios.

Cuando alguien dice que Dios no puede existir porque hay maldad en el mundo, está suponiendo que el mal existe. La mayoría de la gente opina que la esclavitud es mala: es un sistema injusto, está mal. Sin embargo, en un mundo sin Dios ¿qué significaría considerar que la esclavitud, o cualquier otra cosa, son “malas”? ¿Acaso la esclavitud es mala porque la mayoría de las personas la rechazan? ¿Es mala porque está prohibida legalmente? No. La esclavitud es mala aun cuando la mayoría de la gente opine que está bien. La esclavitud era mala cuando los gobiernos declaraban su legalidad y seguirá siendo mala aun si todos los gobiernos la legalizan.

Para poder afirmar que algo es bueno o malo, las personas necesitan una referencia del bien y del mal que esté por encima de cualquier ley humana. Y si el bien y el mal trascienden a los seres humanos, esto significa que Alguien por encima de la humanidad debió establecer estas leyes: un Ser supremo del que depende la verdad absoluta sobre el bien y el mal. En un universo sin Dios, lo “malo” no sería otra cosa que aquello rechazado por la mayoría de la gente o algo prohibido por la ley. Pero si el bien y el mal son de verdad el bien y el mal, son absolutos y no dependen de las opiniones de nadie ni de las leyes que se promulguen, este sería un argumento a favor de la existencia de Dios y no en contra.

4. No conocemos todas las razones que Dios tiene para permitir ciertas cosas.

Consideremos la enormidad y la complejidad del universo comparado con el conocimiento que tenemos de él. El progreso científico puede llevarnos a creer que sabemos mucho, pero comparado con los complejos mecanismos a nivel molecular y los millones y millones de galaxias que aún restan explorar, nuestro conocimiento es relativamente pobre. Si Dios existe, y es el Creador todopoderoso y omnisciente de este universo, no debería sorprendernos que no podamos entender todas las razones que Dios tiene para permitir determinados sucesos. Conocer todas las razones divinas – por qué permite que haya desastres naturales o por qué permite que la gente se comporte de determinada forma– sería tener la mente y la sabiduría de Dios. Sin embargo, somos creación de Dios y debemos reconocer que no sabemos todas las cosas.

Piensa en las consecuencias

A diferencia de los objetos de la ciencia, no podemos observar a Dios con un microscopio ni crear un buen programa de computadora para entenderlo. Dios es una persona, no un objeto. Podemos desarmar y analizar un reloj para aprender cómo funciona, pero para conocer a una persona es necesario cultivar una relación. Las relaciones requieren confianza… confianza mutua. Dios nos pide que confiemos en Su bondad y en Su amor, y que observemos cómo Su bondad vence al mal. El Señor Jesús promete a Sus seguidores que El volverá (Juan 14:3). Dios erradicará el mal del mundo y dará una vida nueva a quienes decidieron seguir al Señor Jesús (2 Pedro 3:9). Creer en Dios es confiar en Él.

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Pregunta 07

¿Cómo puede ser verdad la fe cristiana cuando los cristianos han cometido tantas injusticias?

Suposición

En el curso de la historia, la iglesia cristiana ha maltratado, esclavizado y matado a mucha gente. Por lo tanto, el cristianismo no puede estar en lo cierto.

Cuestionamiento

Los cristianos y sus instituciones han emprendido campañas militares en el nombre de Cristo, han esclavizado a diversos pueblos y han explotado a los más vulnerables. Por desgracia, mucha gente ha tergiversado algunos versículos de la Biblia para justificar sus atrocidades y se ha atribuido el título de “cristiano” para obtener poder y riquezas. Estas acciones son completamente contrarias a las enseñanzas de Jesucristo. Los cristianos deben condenar decididamente las atrocidades cometidas en el nombre de Cristo. Pero en la historia también hay muchos cristianos que pusieron en práctica las palabras del Señor Jesús. Pensemos en los que pasaron su vida ayudando a los pobres; en los que lucharon para abolir la esclavitud; y en los que han dado sus vidas en lucha por la igualdad y los derechos civiles. Hay muchas organizaciones cristianas que ayudan a millones de personas de todo el mundo, con el propósito de luchar contra la injusticia, llevar alimento y auxilio después de un desastre natural y procurar acabar con la indigencia.

La verdad del cristianismo no resultará de sumar y restar los ejemplos de obras buenas y malas que los cristianos han realizado. Ni tampoco será falso porque alguien que se llama cristiano no pone en práctica lo que realmente significa ser cristiano. A modo de ejemplo:

Premisa: Algunas personas han cometido atrocidades en el nombre de Cristo.

Conclusión: Por lo tanto, el cristianismo es falso.

Es evidente que la conclusión no se deduce de la premisa; sería como decir que la medicina debe ser falsa porque algunas de las personas que dicen ser médicos son impostores. Las enseñanzas del Señor Jesús son verdad hoy como lo fueron aquel primer día en que Él pronunció Su mensaje.

Piensa en las consecuencias

El Señor Jesús describió Su ministerio en la tierra con estas palabras: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18). Como seguidores del Señor Jesús, hemos sido llamados a seguir Sus pasos (no los de un movimiento u organización)y ser parte del plan de Dios para llevar las buenas nuevas a los pobres y los necesitados, y para rescatar a los perdidos y oprimidos.

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Pregunta 08

¿Por qué tendría que ser cristiano cuando hay tantos hipócritas en las iglesias?

Suposición

Las iglesias están llenas de gente que no pone en práctica lo que predica. Dicen que aman a todas las personas, pero en realidad sólo se aman a sí mismas.

Cuestionamiento

La palabra hipócrita deriva de una palabra griega que significa “actor escénico”.

Hipócrita es la persona que finge estar a la altura de una norma elevada de justicia o de bondad, cuando en realidad está demasiado lejos de alcanzar esa norma. El Señor Jesús no escatimó palabras cuando tuvo que enfrentar a los hipócritas religiosos de Su tiempo. Los calificó de “sepulcros blanqueados”. Luego agregó: “Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad” (Mateo 23:27-28). Son palabras duras las del Señor Jesús; las pronunció con la intención de sacudir a los jefes religiosos, para que abandonaran la falsa idea que tenían de considerarse mucho mejor que todos los demás.

Nadie es perfecto; ni dentro ni fuera de la iglesia. Aun  quienes tenemos las ideas más nobles en alguna ocasión no podemos cumplir nuestros propios estándares. Dios quiere que nos veamos como realmente somos: personas  que cometemos errores, que no siempre obramos bien, y decimos y hacemos cosas lamentables. Por supuesto, esto significa que otras personas imperfectas – incluso los cristianos- en ocasiones nos defraudarán. En el proceso de crecer para ser más como el Señor Jesús, será inevitable no estar siempre a la altura de nuestros estándares. La clave de progresar es el perdón: aprender a perdonar a las personas nos decepcionan, pedir perdón a quienes hemos defraudado y pedir el perdón de Dios; comprender que nadie está siempre a la altura de las circunstancias y dejar de proceder como si fuéramos perfectos.

Piensa en las consecuencias

El Señor Jesús relató la historia de un jefe religioso y de un recaudador de impuestos que fueron al templo a orar (Lucas 18:9-14). (Los recaudadores de impuestos de aquella época tenían fama de cobrar demás y quedarse con la diferencia). El líder religioso oró a Dios y le agradeció porque él no era un pecador como el recaudador de impuestos. En cambio, el recaudador de impuestos oró: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” El Señor Jesús dijo que el recaudador de impuestos arrepentido “volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. Dios no quiere personas complacidas consigo mismas, sino que quiere personas que busquen Su perdón, porque Él tendrá compasión de todos los que se la pidan.

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Pregunta 09

Si Dios ama a todos, ¿por qué enviará algunas personas al infierno?

Suposición

Un Dios de amor no enviaría a nadie al infierno. Si Dios realmente amara a las personas, no castigaría con el infierno a quienes no creen en Él.

Cuestionamiento

¿Qué es el infierno? Estar en el infierno es sufrir la terrible separación de la bondad de Dios. Dios no quiere que nadie viva apartado de Él, ni tampoco desea ni le complace que haya gente en el infierno (Ezequiel 18:23). El infierno es lo contrario a todo lo que Dios quiere para la humanidad.

¿Por qué, entonces, habrá gente en el infierno en vez de estar en el cielo?

Dios es amor, pero los seres humanos obran sin amor, por eso hay pecado y maldad en el mundo. Cuando hacemos el mal dañamos nuestras relaciones con los demás, aunque no haya sido nuestra intención. La humanidad hizo lo malo y rompió su relación con Dios. La gente niega a Dios, lo desobedece, lo ignora y no creen en Sus palabras. Cuando procedemos de esa manera, se rompe la relación que deberíamos tener con un Dios bueno y perfecto. Como un hijo o una hija que abandona a sus padres, muchas personas rechazan la verdad de Dios, lo desobedecen y no desean tener una relación con Él. El infierno es el destino al que llega el individuo que huye de Dios. No  todas las personas deciden aceptar el ofrecimiento de Dios para reconciliarse con Él. Dios ofrece Su perdón, pero algunas personas  se alejan aun más de Dios y prefieren vivir separadas de Él. Como un padre amante, Dios siempre está dispuesto a aceptarnos y tener una relación con nosotros. Quiere que andemos por el camino que nos lleva hacia Él y que no nos alejemos de Él; pero no nos obligará a ello. Depende de cada uno de nosotros.

Piensa en las consecuencias

Nadie puede hacerse suficientemente “bueno” para obtener la vida eterna y evitar el infierno. El Señor Jesús hizo posible el perdón para todos. Nuestra relación con Dios solo se puede transformar si creemos en el Señor Jesús. La Biblia describe un encuentro del Señor Jesús con una persona que deseaba saber más sobre esta transformación. La respuesta del Señor fue: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito (Jesús), para que todo aquel que en El cree, no se pierda, sino que  tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él” (Juan 3:16).

“Nadie sabe lo malo que es hasta que intenta de verdad ser bueno”
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“Dios no puede darnos felicidad y paz separados de Él, porque no existen fuera de Él, es imposible”
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Pregunta 10

Cuando la vida nos golpea, ¿le importa a Dios?

Suposición

Puede que haya un Dios en algún lado, pero no se interesa en mi vida. Si Dios me amara, haría algo para solucionar los problemas de mi vida.

Cuestionamiento

Cuando la vida se complica y no entendemos lo que Dios está haciendo, es fácil sentir que Él está ausente o que no le importa. A pesar de todo, recuerda que Dios también entiende el sufrimiento; y no nos comprende como un mero observador, sino como alguien que lo vivió en carne propia. La Biblia enseña que el Señor Jesús no fue solo un gran líder, el salvador perfecto y el maestro más sabio, sino que fue Dios mismo. En Jesús, Dios se encarnó y nos demostró que sabe lo que es ser humano: el abandono, el sufrimiento y la muerte. Estuvo dispuesto a morir y predijo su muerte: “…el Hijo del hombre [Jesús] será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará” (Mateo 20:17-19). El Señor Jesús no había cometido ningún delito, pero murió como un delincuente.

Los seguidores del Señor Jesús seguramente perdieron toda esperanza; poco sabían que la muerte del Señor no sería el fin de Su historia. Tres días después de ser crucificado, el Señor resucitó a una vida nueva. Se apareció a cientos de personas, Sus seguidores lo vieron y hablaron con Él, incluso lo tocaron para confirmar que estaba realmente vivo (1 Corintios 15:6).

Hubo razones para el sufrimiento del Señor Jesús, aunque ni siquiera Sus seguidores lo supieron en ese momento. Solo después comprendieron que Su muerte en la cruz hizo posible que todos pudieran recibir el perdón de sus pecados y reconciliarse con Dios. La resurrección del Señor Jesús probó de manera concreta que Dios puede dar vida nueva a todos quienes la acepten. Tal vez pareció que Dios estaba ausente mientras Jesús sufría, pero estaba junto a Él todo el tiempo, para que todo obrara para bien.

Piensa en las consecuencias

El Señor Jesús estuvo dispuesto a sufrir tanto porque la vida de cada persona vale mucho para Él. No porque seamos buenos o porque hayamos logrado algo grandioso, sino por quienes somos: seres creados y amados por Dios. En la vida del Señor Jesús, podemos ver que Él se acerca y camina a nuestro lado, comparte nuestros problemas y nos infunde esperanza para que sepamos que el sufrimiento no es el final sino el principio de una nueva vida.

“Dios está más interesado que nosotros en nuestro futuro y nuestras relaciones “

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Lectura complementaria (enlaces actualizados):