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CRONOLOGÍA DE LA CRUCIFIXIÓN Y LA RESURRECCIÓN

¿Cuándo fue crucificado Jesús y cuándo resucitó? ¿Cómo podemos ajustar “tres días y tres noches” entre la crucifixión un viernes en la tarde y la resurrección un domingo por la mañana?

En Mateo 12:38 leemos que algunos de los escribas y fariseos le pidieron a Jesús una señal que probara que él era el Mesías. Pero Jesús les dijo que la única señal sería la del profeta Jonás: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mt 12:40).

Pero ¿cómo podemos ajustar “tres días y tres noches” entre la crucifixión un viernes en la tarde y la resurrección un domingo por la mañana? Según este concepto tradicional, Jesús estuvo en el sepulcro sólo un día y medio.

Algunas personas no creen que la declaración de Jesús de “tres días y tres noches” tenga que ser un período literal de 72 horas, argumentando que parte de un día puede contarse como un día completo. Por consiguiente, debido a que Jesús murió en la tarde, consideran que el resto del viernes fue el primer día, el sábado el segundo y parte del domingo el tercero. Sin embargo, no toman en cuenta que en tal razonamiento sólo hay dos noches, la noche del viernes y la noche del sábado. Obviamente hay algún error en el concepto tradicional acerca del tiempo que Jesús estuvo en la tumba.

Jesús hizo referencia a Jonás 1:17, donde concretamente se dice que “estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches”. No tenemos ninguna base para pensar que Jesús quiso decir sólo dos noches y un día, más parte de dos días. Si él hubiera estado en la tumba sólo desde el viernes al anochecer hasta temprano el domingo, entonces la señal que anunció de que él era el Mesías profetizado no se cumplió.

Cuando analizamos cuidadosamente los pormenores en los evangelios descubrimos la realidad de cómo las palabras de Jesús se cumplieron de manera precisa.

Notemos la secuencia de los hechos mencionados en Lucas. En Lucas 23: 46-53 leemos acerca del momento en que murió Jesús, así como de su apresurado sepelio debido al sábado que empezaba al ponerse el sol. En Lucas 23:54 dice: “Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo”.

Muchos han supuesto que aquí se refiere al sábado, el séptimo día de la semana, y que por tanto Jesús fue crucificado un viernes. Pero en Juan 19:31 podemos ver que no fue así. Aquí se nos habla de que ese día de reposo “era de gran solemnidad”. No se refiere al sábado semanal (de la puesta del sol del viernes a la puesta del sol del sábado), sino al primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, que es uno de los siete días santos que Dios manda celebrar anualmente (Éx 12:16-17; Lv 23:6-7). Estos días santos anuales pueden caer en un día de la semana distinto al sábado, y por lo regular así sucede.

Ese día de reposo de gran solemnidad fue la noche del miércoles y el día jueves, ya que en Lucas 23:56 leemos que las mujeres, después de ver dónde había sido sepultado Jesús antes de la puesta del sol, regresaron y “prepararon especias aromáticas y ungüentos” para embalsamar el cuerpo.

Ese trabajo no habría podido hacerse en un día santo, porque habría sido considerado como una violación de la ley de Dios. Esto se comprueba en el relato de Marcos, quien dice: “Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas [lo cual no habrían hecho en el día de gran solemnidad] para ir a ungirle” (Mr 16:1).

Las mujeres tuvieron que esperar hasta que hubiera pasado el día de reposo anual para ir a comprar y preparar las especias que usarían para ungir el cuerpo de Jesús. Luego, después de que las compraron y prepararon el viernes, “descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento” (Lc 23:56). Este segundo día de reposo se refiere al sábado, el séptimo día de la semana.

Al comparar los detalles en ambos evangelios —donde Marcos dice que las mujeres compraron especias después del día de reposo y Lucas dice que prepararon las especias antes de descansar el día de reposo— claramente se ve que se habla de dos días santos diferentes. El primero, como nos dice Juan 19:31, fue “de gran solemnidad” —el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura— el cual, en el año 31 d.C., cayó en un jueves. El segundo fue el sábado, el séptimo día de la semana.

Después de descansar el sábado, las mujeres fueron al sepulcro de Jesús muy temprano el primer día de la semana (domingo), “siendo aún oscuro” (Jn 20:1), y encontraron que ya había sido resucitado (Mt 28:1-6; Mrc 16:2-6; Lc 24:1-3).

Cuando consideramos los detalles en los relatos de los cuatro evangelios, el cuadro se aclara. Jesús fue crucificado un miércoles y sepultado ya muy tarde, justo antes del día de reposo que inició al ponerse el sol. Sin embargo, ese fue un día de fiesta anual, que en esa semana transcurrió desde la puesta del sol del miércoles hasta la puesta del sol del jueves, a diferencia del sábado semanal, que inicia el viernes al ponerse el sol y dura hasta el atardecer del sábado.

Cristo estuvo sepultado desde la puesta del sol del miércoles hasta la puesta del sol del sábado, cuando fue resucitado. Aunque nadie haya presenciado su resurrección (la cual sucedió dentro de una tumba sellada), tuvo que haber ocurrido cerca de la puesta del sol del sábado, tres días y tres noches después de que su cuerpo fuera sepultado. No pudo haber sucedido el domingo por la mañana, porque cuando María fue a la tumba esa mañana antes de amanecer, “siendo aún oscuro”, encontró que la piedra ya había sido removida y la tumba estaba vacía.

Podemos estar seguros de que el tiempo que Jesús dijo que estaría en la tumba como prueba de que era el Mesías, transcurrió exactamente como lo anunció. Jesús resucitó precisamente tres días y tres noches después de haber sido puesto en la tumba.

Debido a que la mayoría de las personas no entienden las fiestas bíblicas que Jesús y sus seguidores celebraron, tampoco entienden los aspectos cronológicos tan minuciosamente registrados en los evangelios para nosotros.


Resumiendo

Martes

Jesús comió la cena pascual con sus discípulos e instituyó los símbolos del nuevo pacto (Mt 26:26-28). Después, en esa misma noche, fue traicionado por Judas, arrestado y llevado ante el sumo sacerdote.

Miércoles

Jesús murió alrededor de las 3 p.m. (Mt 27:46-50). Este era el día de preparación para un día santo anual, no semanal, que comenzaba a la puesta del sol (Mr 15:42; Lc 23:54; Jn 19:31). Su cuerpo fue colocado en el sepulcro justo antes de la puesta del sol (Mt 27:57-60).

Jueves

Este era el día “de gran solemnidad”, un día santo anual, el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura (Jn 19:31; Lv 23:4-7). La Biblia lo menciona como el día posterior al “día de preparación” (Mt 27:62).

Viernes

Concluido ya el día de gran solemnidad, las mujeres compraron y prepararon especias para ungir el cuerpo de Jesús. El reposo semanal del sábado comenzó el viernes a la puesta del sol (Mrc 16:1; Mt 23:56).

Sábado

Las mujeres descansaron el sábado conforme al cuarto mandamiento (Lc 23:56; Éx 20:8-11). Jesús resucitó cerca de la puesta del sol, exactamente tres días y tres noches después de ser sepultado, cumpliendo así la señal de Jonás y dando validez a la señal de su mesiazgo.

Domingo

Las mujeres trajeron las especias temprano, cuando aún estaba oscuro (Lc 24:1; Jn 20:1), y descubrieron que Jesús ya había resucitado (Mt 28:1-6; Mr 16:2-6; Lc 24:2-3; Jn 20:1). Él no resucitó el domingo por la mañana, sino el día anterior, alrededor de la puesta del sol.