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50. PRISCILA—UNIDA A SU MARIDO EN EL MINISTERIO

Casi todos hemos admirado o respetamos a alguna persona que ha sido de influencia sobre nosotros mediante su vida santa. Aquila y Priscila probablemente se sentían así con respecto al apóstol Pablo con quien trabajaron en la fabricación de tiendas y en la evangelización. En este capítulo estudiaremos sus vidas.

A Aquila y a Priscila siempre se los menciona juntos en la Biblia. Trabajar juntos como marido y mujer como lo hacía esta pareja no resulta posible para mucha gente. No obstante, aun cuando sus trabajos los separen físicamente durante las horas de trabajo, las parejas pueden estar unidas espiritualmente. Vemos esto en la historia de Aquila y Priscila contada en Hechos 18:1-3:

1 Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. 

2 Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, 

3 y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.

La Biblia no nos dice cómo o cuándo Aquila y Priscila conocieron al Señor. Quizás ya ellos conocían al Señor cuando Pablo los vino a visitar o quizás Pablo los condujo a que aceptaran a Jesucristo como su Salvador. Pero esta pareja estaba muy unida en su amor del uno para con el otro, como también para con el Señor a quien servían.

Dios obró a través de Aquila y Priscila para proveerle compañía al apóstol Pablo. Pero no solamente le ofrecieron compañerismo; también ayudaron materialmente a Pablo al darle alojamiento en su hogar.

Fabricantes de tiendas

A través de los versículos leídos, nos enteramos que Aquila y Priscila eran fabricantes de tiendas. No sólo estaban unidos en matrimonio y en su amor por el Señor, sino que también tenían el mismo oficio. Compartían los deberes de la tienda y manejaban juntos su negocio.

El oficio de Pablo era el de fabricante de tiendas. Más adelante en Hechos 18, leemos que Pablo se quedó con Aquila y Priscila al menos una parte de los 18 meses que estuvo en Corinto. A través de otras referencias en la Biblia nos enteramos que a menudo Pablo hacía tiendas para ganar algún dinero para su sustento diario. Cuando Pablo no estaba predicando o enseñando, los tres deben haber conversado mucho acerca de su oficio y de su amor por el Señor.

Maestros adiestrados por Pablo

Mientras Pablo vivía en la casa de Aquila y Priscila, podemos imaginar que escuchaban sus enseñanzas, observaban su vida, aprendían de su ejemplo, y oraban por él y con él. Aquila y Priscila se beneficiaron mucho por su servicio unido y su abierta hospitalidad para con un siervo de Dios.

Continuando en Hechos 18, leemos que cuando Pablo dejó Corinto, se llevó a Aquila y Priscila con él. Pablo dejó a la pareja trabajando en Éfeso mientras él siguió su viaje solo. 

Después de todo el entrenamiento que Aquila y Priscila recibieron de Pablo, estuvieron capacitados para servir a Dios ayudando a un hombre llamado Apolos. Hechos 18:24-26 nos dice:

24 Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. 

25 Este había sido instruido en el camino del Señor y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan.

26 Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga, pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.

Hay una lección muy importante que podemos aprender de estos versículos. Aquila y Priscila escucharon a Apolos sin juzgarlo. Ellos sabían que lo que Apolos enseñaba era correcto aun cuando fuese insuficiente para ser la verdad completa del evangelio. Aun así, no le criticaron públicamente. La Biblia dice que Aquila y Priscila le llamaron aparte y que “le expusieron más exactamente el camino de Dios”. 

Cuando Pablo escribió 1 Corintios, Apolos era tan conocido que se mencionaba su nombre junto a los de Pablo y Pedro como uno cuya enseñanza era tenida en alta consideración por parte de los Corintios. Las divisiones entre los corintios tenían que ver con determinados maestros. Pablo corrige a la gente en 1 Corintios 3:4-8 diciendo que el error radicaba en aquellos que se separaban de sus hermanos basados en la enseñanza de cierto hombre, ya fuera este Pedro, Apolos o el mismo Pablo. Lo importante no es el maestro sino el contenido de su enseñanza.

Apolos les debía mucho a Aquila y Priscila por haberle explicado el camino de Dios. Nótese cómo Dios usa a la gente para su servicio. No todos tienen que ser un Pablo o un Apolos. Pero Dios nos puede usar para ayudar a alguien a llegar ser un gran siervo del Señor. Esos humildes fabricantes de tiendas, Aquila y Priscila, enriquecieron grandemente el ministerio de Apolos, a quien Dios usó poderosamente en la iglesia primitiva.

No leemos mucho más acerca de Aquila y Priscila. Pero en Romanos 16:3-5, Pablo echa otro vistazo a sus vidas:

3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 

4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.

5 Saludad también a la iglesia de su casa...

Pablo no se olvidó de sus amigos. Pablo sabía que Aquila y Priscila arriesgaron su vida por él y por el bien del evangelio. En aquellos tiempos era casi imposible edificar templos, debido a la pobreza y la persecución de los cristianos. Así que los cristianos se reunían en hogares. Uno de los riesgos que asumieron Aquila y Priscila fue tener una iglesia en su casa. Una vez más, vemos a la pareja unida, esta vez en cuanto al uso de su hogar.

Pensamientos finales

¿Qué hemos aprendido de Aquila y Priscila? En primer lugar, que sólo debemos buscar reconocimiento de Dios por nuestro servicio a Él. No importa ser “nombres importantes” en la iglesia, lo que sí importa es ser fieles en hacer nuestra parte ayudando así al cuerpo de Jesucristo a crecer más fuerte.

Otra lección que podemos aprender es con respecto a su matrimonio. Ellos eran unidos en su trabajo, su hospitalidad, su servicio, y su estudio de las Escrituras. Esto no significa que una mujer casada que tenga habilidad para los negocios u otra capacidad o profesión no deba usar sus condiciones. Un marido verdaderamente unido a su mujer querrá que ella use del mejor modo los dones que Dios le dio. Al animarla, orar por ella, apoyarla y reconocer públicamente sus buenas obras, puede constituir un solo espíritu con ella.

Esta historia es acerca de una pareja casada y el ejemplo que nos dan. Pero esto no significa que una madre soltera o una profesional soltera no puedan tener un sentido de realización en su trabajo. Se aplican algunas palabras de advertencia para estos tiempos en los que tantos hogares se rompen y hay tantos celos y envidia en los matrimonios respecto al grado de atención de uno u otro. Creo que las mujeres casadas tendrían que mirar de cerca esta historia de la Biblia. Algunas mujeres casadas sienten que deben tener su propio trabajo, su propio reconocimiento y un sentido de realización aparte de su marido. Un verdadero sentido de realización viene de hacer la voluntad de Dios, y no de ir cada uno por su camino. Deberíamos tomar seriamente el ejemplo de Priscila, quien se mantuvo codo a codo con su marido.

Si eres casada ¿tú y tu marido son uno? Si la respuesta es negativa, pídele a Dios que doblegue tu espíritu de orgullo y de independencia. Nuestras iglesias serían hoy más fuertes, si todos los matrimonios cristianos fueran tan unidos como el de Priscila y Aquila.

Temas de discusión

  • Explica tres modos en los que Priscila estaba unida con su esposo. 
  • ¿De qué modo ayudaban Aquila y Priscila al apóstol Pablo?
  • ¿Bajo qué circunstancias los usó Dios como ayuda para Apolos?
  • ¿Cómo arriesgaron sus vidas por la causa del evangelio? 
  • ¿Es tu matrimonio un ejemplo para las parejas de hoy? ¿Cómo?
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