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martes, 14 de junio de 2011

EL CATOLICISMO: LA TRADICIÓN HUMANA VERSUS LA BIBLIA


A la Iglesia Católica Romana siempre se la ha identificado con el cristianismo porque sostiene cuatro de los fundamentos de la fe cristiana:

* La deidad de Cristo.
* La trinidad de Dios.
* El nacimiento virginal.
* La resurrección corporal y regreso de Cristo a la tierra.

Sin embargo, la enseñanza católica es contraria a la doctrina más esencial de la fe cristiana: la doctrina de que la justificación es solamente por la fe en Cristo Jesús. El Vaticano no sólo niega esta doctrina, sino que también condena a cualquiera que la sostenga. Otras doctrinas católicas niegan que la obra de redención de Cristo esté consumada y que su expiación sea suficiente. Por esta razón el catolicismo romano debe ser identificado como lo que es: un sistema religioso falso, porque no se fundamenta en lo que la Biblia realmente enseña. Veamos algunos ejemplos de esto primero a través de un breve bosquejo de la historia de la Iglesia católica, y luego a través de una comparación entre lo que ella enseña y lo que la Biblia enseña.

BREVE HISTORIA DEL CATOLICISMO

La Iglesia Católica Romana pretende haber sido fundada por Cristo (Mateo 16:18). Pedro testificó que Cristo es la Roca y la Piedra Angular de la iglesia (1 Pedro 2:6-8). Y la iglesia la conforman todos los que creen que Cristo Jesús es su Salvador (Efesios 5:23).

Antes de morir, los apóstoles advirtieron a la iglesia en cuanto a que desde su interior se levantarían hombres que tergiversarían la doctrina para descarriarla de la verdad. Fue así como a partir de la iglesia apostólica original, compuesta mayormente por creyentes humildes y perseguidos, se desarrolló una institución mundana sedienta de riqueza, poder e influencia política.

En el siglo IV, Constantino unificó el imperio romano combinando el paganismo con el cristianismo. Se declaró representante de Cristo en la tierra (Vicario de Cristo - Papa ), y elevó a los "convertidos" a cargos de influencia y autoridad. Estos que profesaban ser cristianos añadieron rápidamente a la iglesia sus ritos, costumbres y dioses paganos, y con ellos: las candelas votivas, el agua bendita, las vestiduras pomposas, las imágenes sagradas, las reliquias y el purgatorio. Nada de esto había sido parte de la iglesia apostólica original.

En los siglos posteriores, la iglesia no prestó debida atención a las palabras que Cristo formuló contra la tradición: "Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición" (Marcos 7:8-9, 13). Los concilios de la iglesia comenzaron a exaltar la tradición por encima de la Biblia (la Palabra inspirada de Dios) y a condenar a sus oponentes. A muchos creyentes genuinos se les tildó de herejes y se los persiguió hasta la muerte por defender la autoridad de la Biblia.

El cristianismo continuó creciendo numéricamente, pero declinando espiritualmente.

Para el siglo XII la Iglesia Católica Romana se había transformado en la institución religiosa y política más poderosa del mundo. Usó su ilimitado poder para establecer y deponer reyes y reinas. Exigió impuestos sin misericordia y confiscó propiedades hasta enriquecerse en forma fastuosa. El Papa ofreció a los ejércitos cruzados muchas riquezas materiales, e incluso la salvación eterna, a cambio de que reconquistaran los lugares santos que habían caído bajo el poder musulmán, mataran a los musulmanes, a los judíos y a cualquiera que rechazara la supremacía papal.

Tras la Reforma del siglo XVI, la Iglesia Católica perdió su posición como iglesia oficial del estado en casi todo el mundo, y ya no pudo condenar a muerte a sus oponentes. La estrategia pasó a ser, entonces, unir a todas las religiones del mundo mediante la exaltación de los valores morales comunes. Este es el punto de la historia en el cual nos hallamos hoy.

Algunas Fechas Importantes en la Historia del Catolicismo

1215 - El Papa Inocente III proclama la transubstanciación y instituye la confesión de pecados a los sacerdotes.
1438 - El Purgatorio es elevado de doctrina a dogma por el Concilio de Florencia.
1545 - El Concilio de Trento declara que la tradición tiene igual autoridad que la Biblia.
1854 - El Papa Pío IV proclama la Inmaculada Concepción de María.
1870 - El Concilio Vaticano proclama la Infalibilidad del Papa.
1922 - El Papa Benedicto XV proclama que, junto con Jesús, la Virgen María es co-redentora.
1950 - El Papa Pío XII proclama la Asunción de la Virgen María al cielo.

EL CATOLICISMO ROMANO VERSUS LA BIBLIA

Nota: Las citas bíblicas son de la Versión Reina-Valera, edición 1960. Las referencias del catecismo son del Catecismo de la Iglesia Católica, 1994, Librería Editrice Vaticana.

1. ACERCA DEL SEÑOR JESUCRISTO

Jesús, el Salvador
La Iglesia Católica enseña que "por su muerte y resurrección, Jesucristo nos a 'abierto' el cielo" (1026). Cada persona logra su propia salvación mediante la gracia de Cristo y las buenas obras (1477).

La Biblia dice que "nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia..." (Tito 3:5).
Jesús, el Redentor
La Iglesia Católica enseña que María es la inmaculada co-redentora. "Sin que ningún pecado se lo impidiera, se entregó a sí misma por entero a la persona y obra de su Hijo, para servir, en su dependencia y con él, por la gracia de Dios, al Misterio de la Redención ... por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el género humano." (494)

La Biblia dice "sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir ... no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo." (1 Pedro 1:18,19)

Jesús, nuestro Abogado y único Mediador
La Iglesia Católica enseña que María "no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna". Ella "es Abogada ... Mediatriz" (969).

La Biblia dice que "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5).

Jesús, Cabeza de la Iglesia
La Iglesia Católica enseña que el Papa tiene "en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad" (882). Ejerce infalibilidad cuando "proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral" (891).

La Biblia dice que Dios-Padre "sometió todas las cosas bajo" los pies de Cristo, "y lo dio [a Cristo] por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su [Cristo] cuerpo" (Efesios 1:22,23).

Jesús, el Rey que regresará
La Iglesia Católica niega el regreso físico de Jesucristo a la tierra. Enseña que Cristo regresa diariamente a los altares de las iglesias católicas para ser adorado: "En ... la Eucaristía están contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre... el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo" (1374-1378).

La Biblia dice: "Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo [físicamente], así vendrá como le habéis visto ir al cielo" (Hechos 1:11).


2. LA OBRA DE CRISTO

Jesús expía nuestro pecado
La Iglesia Católica enseña que los pecados son expiados en el purgatorio mediante un "fuego purificador", y que nosotros debemos esforzarnos, "soportando pacientemente los sufrimientos... por aceptar como una gracia estas penas temporales del pecado" (1030, 1031, 1472-1475).

La Biblia dice de Cristo "... a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre" (Romanos 3:25).

Jesús consumó la obra redentora
La Iglesia Católica niega que esté terminada: "El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio ... este mismo Cristo que se ofreció a sí mismo una vez de manera cruenta sobre la cruz, es contenido e inmolado de manera no cruenta" (1367). "En efecto, cada vez que se celebra este misterio, se realiza la obra de nuestra redención" (1405). El sacrificio es ofrecido "en reparación de los pecados de los vivos y los difuntos" (1414).

La Biblia dice que Cristo "con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados", y que "no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo" (Hebreos 10:14; 7:27,28).

Su vida, muerte y resurrección proveyeron la única forma de salvarnos
La Iglesia Católica niega esto declarando que "la Iglesia Católica es necesaria para salvación" (846) y diciendo que "el designio de salvación comprende también a los que reconocen al Creador. Entre ellos están, ante todo, los musulmanes" (841).

La Biblia dice que sólo en Cristo hay salvación: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos " (Hechos 4:12)

La sangre que Él derramó es la única que redime de pecados
La Iglesia Católica enseña que "una indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonas, en cuanto a culpa ... que pueden aplicarse a los vivos o a los difuntos" (1471).

La Biblia dice que "sin derramamiento de sangre no se hace remisión [de pecados]". Y que "donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado" (Hebreos 9:22; 10:18).

Jesús nos limpia de pecado
La Iglesia Católica enseña que: "Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados ... sufren ... una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo" (1030).

La Biblia dice que Jesús ... efectuó "la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo ... (Hebreos 1:3). Es decir, "... por medio de la muerte, para presentarnos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él" (Colosenses 1:22).


3. LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN

El evangelio proclama la salvación
La Iglesia Católica predica un evangelio diferente al exigir requisitos adicionales, que incluyen: sacramentos (1129), misas meritorias (1405), afiliación a la iglesia (846), purgatorio (1030), indulgencias (1498) y bautismo (1256).

La Biblia dice que el evangelio "es poder de Dios a todo aquel que cree" (Romanos 1:16). El evangelio es las buenas noticias que hablan de Cristo Jesús, su vida, muerte y resurrección según las Escrituras (1 Corintios 15:1-4). "Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema" (Gálatas 1:9).

La salvación proviene de Dios, no del hombre
La Iglesia Católica enseña que "El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento [regeneración]... sin el cual nadie puede entrar en el Reino de Dios" (1213, 1215).

Pero la Biblia dice: "...habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa" (Efesios 1:13). Los que creen en su nombre, "no son engendrados...de voluntad de varón" (Juan 1:13).

La salvación es mediante la fe en Cristo, no las obras
La Iglesia Católica enseña la salvación por la fe más las obras. Dice que las personas pueden obtener su propia salvación y al mismo tiempo cooperar en la salvación de sus hermanos mediante buenas obras e indulgencias (1477, 1479).

Pero la Biblia dice: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9). "Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir a su hermano, ni dar a Dios su rescate; porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás" (Salmos 49:7-8).

La salvación es por gracia de Dios, no por méritos humanos
La Iglesia Católica niega que la gracia que justifica es inmerecida: "... podemos merecer en favor nuestro y de los demás todas las gracias útiles para llegar a la vida eterna" (2027).

Pero la Biblia dice:"... siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús". "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia" (Romanos 11:6).

El rechazo de la salvación significa el infierno
La Iglesia Católica enseña que "Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren... el fuego eterno" (1035).

Pero la Biblia dice:"... en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo" (2 Tesalonicenses 1:8-9).

4. LA SENDA CATÓLICO ROMANA A LA ETERNIDAD VERSUS LA SENDA BÍBLICA A LA ETERNIDAD

La Iglesia Católica enseña que "Los méritos de los escogidos van al tesoro de la iglesia en el cielo, a fin de poder distribuirlos para la salvación de los fieles que están en el purgatorio" (1471-1479). Las buenas obras y los sacramentos producen mérito (justicia propia). El morir con suficiente justicia (propia) envía al católico directo al cielo. El morir sin suficiente justicia (propia) envía al católico al purgatorio. El morir en pecado mortal (injusticia) lo envía al infierno.

"Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios" (Romanos 10:3; véase también Romanos 3:10).
La Biblia enseña que la justificación es un veredicto permanente de Dios que declara justo al pecador debido a su fe en Cristo. Dios continúa viendo al pecador como si fuera justo aún si pecara, porque la base de su justificación es la justicia de Cristo. El vivir en pecado o en santidad no afecta a la justificación. Una persona tiene la justicia de Dios y está destinada al cielo, o carece de esa justicia y está destinada al infierno. Dios otorga su justicia (justificación) como un regalo a los que confían en la única y sola provisión que Él ha dado para los pecados - la expiación y resurrección de Cristo como nuestro substituto (Romanos 3:21-26, 4:2-9; Efesios 2:1-9). Sólo los justificados por Dios serán glorificados por Dios cuando mueran (Romanos). El rechazar a Cristo y su evangelio condena al pecador al infierno (Juan 12:48).

"Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo" (Tito 3:5; véase también Filipenses 3:9, Romanos 5:17, 2 Corintios 5:21).

Preguntas que pueden ayudar a determinar el destino eterno de un católico romano

1. ¿Estás seguro(a) de que irás al cielo cuando mueras?
El catolicismo romano enseña que cualquiera que afirme estar seguro de su salvación, mediante el poder y la misericordia de Dios, ha cometido el pecado de presunción (2092).

2. ¿Sabes que la paga del pecado es muerte?
El catolicismo romano enseña que los pecados veniales no producen la muerte del alma ni conducen a la perdición (1472)

3. ¿Crees que para entrar al cielo primero deberás pasar por el purgatorio?
El catolicismo romano niega la suficiencia del sacrificio de Cristo por la expiación del pecado (1473).

5. EL EVANGELIO DEL CATOLICISMO ROMANO VERSUS EL EVANGELIO BÍBLICO DE LA GRACIA

El evangelio del catolicismo romano es:
Un sistema religioso basado en buenas obras y tradiciones humanas, expresado por medio de sacramentos, indulgencias, purgatorio y oraciones por los muertos (1032; 1471;1479;1498) (Véase 1 Corintios 15:1-4).

La salvación es:
Mediante la Iglesia Católica (846)
Merecida por hacer buenas obras (1815, 1821, 2019, 2007)
Por la fe más la ley, los sacramentos y las buenas obras (1129, 1131)
Lograda por el hombre (2010, 2027)
Un proceso desde el bautismo hasta el purgatorio (161, 162, 1254-1255)
Jamás asegurada en esta vida (1436, 2005)
Los pecados son expiados sufriendo en el purgatorio (1030-1031)
María y todos los santos también han sido glorificados (1476-1477)
Esta obra continúa con los sacrificios diarios (611, 1405)

El evangelio bíblico de la gracia es:
El Señor Jesús, su vida, muerte y resurrección.

La salvación es:
Sólo mediante Cristo (Hechos 4:12)
Un don de la gracia de Dios (Efesios 2:8-9)
Únicamente por la fe (Efesios 2:8-9)
Lograda por Cristo (Romanos 5:9)
Una realidad en el momento en que el pecador cree en el evangelio (Efesios 1:13-14)
Asegurada por Dios (Romanos 5:9; Juan 10:25-30)
Los pecados son expiados por la sangre de Cristo (1 Pedro 1:18,19)
La salvación glorifica sólo a Dios (Efesios 1)
La obra de salvación está terminada (Juan 19:30)

CONCLUSIÓN

Nos damos cuenta que la mayoría del clero y los laicos que enseñan la doctrina católica romana no son personas que tienen la mala intención de engañar a la gente. Sólo están transmitiendo a otros lo que les ha sido enseñado a ellos. Son sinceros al creer que lo que enseñan es lo correcto. Son sinceros, también, al creer que la Iglesia Católica posee y propaga la fe cristiana a través de sus dogmas. Si los católicos no declaran creer todos los dogmas de su iglesia, son anatematizados (condenados eternamente a la perdición).

A pesar de esto hay algunos católicos que no aceptan todas las enseñanzas de su iglesia, y han experimentado el nuevo nacimiento. Aun así, con más de mil millones de católicos en todo el mundo y un creciente movimiento ecuménico que busca unir a todas las religiones bajo el poder y la influencia del Papa, la verdad acerca del catolicismo romano debe darse a conocer.

Contendamos por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas 3). Ella no es el catolicismo romano. A los católicos romanos hay que evangelizarlos.

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GLOSARIO de algunos términos católicos
Con referencias del Catecismo de la Iglesia Católica, 1994.

Los libros apócrifos - Quince escritos que se escribieron durante los 400 años que separan el término del Antiguo y el comienzo del Nuevo Testamento. La Iglesia Católica aseveró que doce de ellos eran inspirados y los añadió al Canon en 1546.

Aparición - La percepción de una persona incorpórea a menudo asociada con un mensaje urgente. La Iglesia Católica ha autenticado muchos encuentros visuales y audibles en todo el mundo, supuestamente, con la Virgen María.

Eucaristía - Una oblea que la Iglesia Católica dice contiene el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad del Señor Jesucristo (1374), que debe adorarse, consumirse y sacrificarse (1378).

Indulgencia - El medio de remisión de la pena temporal por los pecados. Se gana por las buenas obras y puede aplicarse a los pecados de los vivos y de los muertos (1471-1479).

Enseñanzas infalibles - Se dice que el papa y los obispos no pueden cometer error alguno cuando proclaman una doctrina definitiva respecto a la fe y a la moral (891).

Misa - La continuación del sacrificio del Señor Jesús en el Calvario (1367) que prosigue con la obra de redención (1405), apacigua la ira de Dios y expía los pecados de vivos y muertos (1371, 1414).

Pecado mortal - Un pecado grave cometido con pleno conocimiento y consentimiento (1857). Los que mueren en este estado descienden al infierno (1035).

Penitencia - El sacramento de confesar a un sacerdote los pecados que se hayan cometido después del bautismo, para recibir el perdón y la reconciliación con Dios y con la Iglesia (1456).

Purgatorio - Un lugar donde, los que han muerto en la gracia de Dios, son castigados y purificados mediante el fuego, por pecados que ya les han sido perdonados (1030-1032, 1471).

Rosario - Una expresión de devoción a María, inventado por Pedro el Ermitaño, que se desarrolló en el siglo XI, usando cuentas para contar oraciones que se repiten una y otra vez: 53 a María, seis al Padre, y seis a la Trinidad.

Sacramentos - Siete signos eficaces de la gracia que son necesarios para la salvación y por los cuales se dispensa la vida divina (1129).

Pecado venial - Un pecado que sólo merece castigo temporal y que no priva al pecador de la gracia, de la amistad con Dios ni de la felicidad eterna.