“El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento” (Pr 12:11).
La agricultura es un trabajo de verdad. Puede ser aburrido, sucio y difícil. Requiere esperar pacientemente a que crezca lo sembrado, y no ofrece el glamour de títulos lujosos, trajes finos o grandes reuniones. Implica muchas horas, trabajo manual, mucha sabiduría práctica, alto riesgo, vacaciones no pagadas y solo una modesta recompensa financiera. La agricultura requiere autodisciplina y automotivación. Proporciona alimento para sustentar la vida humana y para experimentar el placer de comer lo sembrado y cosechado con tus propias manos. La agricultura es un trabajo de verdad.
La agricultura es un buen trabajo. En un mundo perfecto y sin pecado, Dios le dio a Adán el trabajo de labrar el Jardín del Edén; en un mundo caído, su primer hijo era un labrador (Gn 2:15; 4:2). Dios le dio al hombre el conocimiento de la sabiduría agrícola miles de años antes de los inventos modernos de hoy (Is 28:23-29). Y bendijo a los hombres con grandes ganancias por labrar la tierra y sembrar semillas (Gn 26:12; Zac 8:12). Incluso los reyes se alimentan del campo y deben prestar atención a la agricultura (Pr 27:23-27; Ec 5:9). Es un buen trabajo.
¿Suena demasiado a trabajo duro? ¿Prefieres no trabajar tan duro? ¿No quieres ser un granjero tonto? ¿Crees que los granjeros desaparecieron con los dinosaurios? ¿No te imaginas ensuciarte todos los días y nunca convertirte en alguien importante? ¿Quieres ser un hombre de negocios genial y exitoso con dos teléfonos celulares? ¿Quieres que la gente quede impresionada al verte? ¿Prefieres dormir hasta tarde y quedarte despierto hasta tarde? Los vendedores de sueños quieren ayudarte.
Llama a un número de teléfono en la sección “Oportunidades de negocio” de tu periódico, y podrás aprender que el trabajo duro es para idiotas y cómo puedes empezar a hacerte rico esta tarde. Tienen una “oportunidad de negocio” para que seas “financieramente exitoso”. Tienen una “inversión secreta” que rinde diez veces más de lo que obtienen los peones que trabajan duro. ¡Sí! ¡Es tu día de suerte! Ahora puedes ridiculizar a los agricultores y a la agricultura, mientras le haces transferencia de fondos a tu nuevo amigo para comenzar. Has sido iluminado y estás liberado. Puedes ganar dinero de la manera más fácil.
En lugar de trabajar duro y ensuciarte, puedes conducir un auto deportivo y usar un teléfono celular para organizar “reuniones de ventas”. Solo piensa en esta gran oferta. Si puedes hacer que mil personas trabajen para ti, tratando de convertirse en ti. Todo lo que tienen que hacer es comprar tu producto sobrevalorado, y entonces no tendrás que trabajar en absoluto. ¡Qué trato tan maravilloso! ¡Ayúdate a ti mismo a realizar el sueño americano! Estás en el negocio: todo lo que tienes que hacer es encontrar más agricultores descontentos y decirles que pueden enriquecerse con un pago inicial. Los agricultores pronto se extinguirán.
¿Qué dice Salomón? ¿Qué dice el hombre que más sabía sobre el éxito financiero? ¿Qué dice Dios? Ambos dicen que el granjero tendrá más para comer, que tendrá éxito. Y ambos dicen que la persona codiciosa que busca el éxito fácil no es más que un soñador y un perdedor. Está descendiendo a la pobreza (Pr 13:11,20,23; 28:19). Esta regla de la sabiduría financiera se aplica a todas las profesiones honestas y útiles, no solo a la agricultura. Y condena toda idea de negocio que no se base en un producto legítimo y en un trabajo arduo y paciente.
¿Cuál es el secreto del éxito en este proverbio? Levántate temprano, ve a hacer un trabajo aburrido y hazlo bien; olvídate de las ideas tontas de dinero fácil u “oportunidades de negocio”. Arar tu campo te pondrá muy por delante de los hombres que persiguen sueños de riquezas fáciles e inversiones de alto rendimiento. Si tienes un trabajo, hazlo con todas tus fuerzas, y deja que Dios se encargue del resto (Pr 10:4; 12:24; 13:4; 22:29; 27:18; Ec 9:10). Si escuchas el descontento y los sueños de los demás, eres un tonto en tu camino hacia abajo. Su charla te llevará a la miseria (Pr 13:11; 14:23).
Considera la posibilidad de labrar, que es arar y preparar la tierra para cultivarla. Se realiza en primavera junto con una gran inversión en semillas y fertilizantes, cuando no hay indicios de cosecha. Es un trabajo aburrido, duro, caliente y sucio. Debes vivir del crédito o de tus ahorros durante seis meses, empobreciéndote financieramente cada día, mientras tu espalda te duele cada día más. ¡Salomón debe haber estado loco! Trabajar duro y durante tanto tiempo y empobrecerse mientras tanto no puede ser el camino al éxito. ¡Pero lo es! Hay prosperidad esperando solo unos pocos meses (Gn 26:12).
Pero un día llegas a casa sudoroso y sucio para descubrir un escape de la agricultura. Un vendedor de sueños financieros (una persona vana y presumida), con un traje fino y conduciendo un BMW está ahí para encantarte a ti y a tu cónyuge con su emocionante vida y con una “oportunidad de negocios” para ti. Te dice: “¡Únete a nosotros! ¡Seguro que no quieres ser un perdedor toda tu vida! ¡Conviértete en un 'distribuidor'! ¡Compra mis productos sobrevalorados y hazte rico!” Rápidamente le haces una transferencia de fondos a este hombre de aspecto exitoso por un coco liofilizado que curará la calvicie, creyendo su historia de que todos lo necesitan y lo quieren.
Luego asistes a una “reunión de ventas”. Después de una oración, del juramento a la bandera y de cantar “Firmes y Adelante”, una hermosa pareja que dice ser millonaria se pasea por el escenario mostrando sus Rolex y fotos de casas elegantes. Radiantes de orgullo, cuentan que dejaron la agricultura y pasaron la mitad del año navegando en su yate privado en el Caribe. Te vas esa noche preguntándote por qué nadie te habló sobre el coco liofilizado, y por qué había una presencia generosa en la audiencia de la calvicie masculina.
¿Qué tiene de vano este “éxito”? La hermosa pareja nunca mostró a los 1,000 “distribuidores” en su línea descendente en el gráfico que nunca ganaron un dólar y que fueron extorsionados para comprar productos sobrevaluados para pagar el yate a través de tácticas de venta de alta presión, tergiversación de productos y promesas de riquezas rápidas. ¡Despierta! ¡El coco caro no puede hacer rico a nadie, a menos que alguien mienta! Si crees en su historia, ¿por qué no te conviertes en multimillonario como Bill Gates? O mejor aún, ¡juega a la lotería! Tienes más posibilidades de ganar una lotería que de tener un yate privado. ¿Cómo puedes hacerte rico comprando coco? ¡Piensa!
¿Qué convirtió a Bill Gates en multimillonario? ¡El tiempo y la providencia de Dios! (Ec 9:11) Por cada Bill Gates, hay 10 millones de hombres que obtienen un ingreso promedio, y hay 1 millón de perdedores que destruen a sus familias persiguiendo el ilusorio “éxito” de Bill. Pero puedes renuciar a la mera suerte, y puedes aprovechar el tiempo para tener mucho pan trabajando en tu granja todos los días y confiando en que el Señor proveerá Su lluvia y Su sol para darte una cosecha abundante. Esta regla económica se aplica a todas las profesiones y empresas comerciales legítimas.
En todo trabajo, como en el trabajo de una granja, hay ganancia. Pero la cháchara, los embustes para ilusos que te prometen hacerte rico rápidamente, te llevarán solo a la pobreza (Pr 14:23). ¡Sólo a la pobreza! Muchos pierden dinero, paz e integridad persiguiendo el “éxito” prometido por charlatanes profesionales (Pr 13:11,23). A pesar de que son hábiles y podrían tener un gran trabajo, siguen los sueños hasta su ruina. Si bien hay muchos informes de negocios e inversiones de auge y caída, la única razón por la que todos los planes ilusorios no fracasan es el juicio de Dios sobre la prosperidad de los necios (Pr 1:32).
¡El escepticismo es sabiduría! Los hombres sabios son críticos, escépticos y pesimistas. No se convencen fácilmente. Solo los necios creen rápidamente historias de éxito fácil e inversiones mágicas (Pr 14:8,15; 4:26; 22:3; 27:12). Las cosas que suenan “demasiado buenas para ser verdad” son solo eso, ¡demasiado buenas para ser verdad! Solo los tontos las creen. Los sabios se burlan de ellas. Los sabios prueban todas las cosas (Pr 18:17; 28:11; 1 Ts 5:21). La discreción y la prudencia, que son sinónimos de la sabiduría, dirigen a los hombres a ser cautelosos y pesimistas sobre las nuevas ideas y el futuro.
Los ilusos se resienten con las objeciones sobrias, porque su vanidad es demasiado grande y su tiempo demasiado corto (Pr 26:16,12; 21:2). Están copiando a sus mentores, que alquilan Rolex y autos deportivos para presentar su espectáculo de ventas. Esperan que creas ingenua y tontamente su historia como lo hicieron con los demás. Si haces preguntas críticas a estos charlatanes comerciales, ridiculizarán tus preguntas como tonterías neandertales que impiden que alcances el éxito. Si ellos perdieran el tiempo presentando hechos, ¡los tontos más fáciles y necesarios para su éxito se les escaparían!
Los charlatanes vendedores de éxitos financieros odian a los escépticos, porque necesitan que te unas rápidamente para poder hacer su próximo pago de arrendamiento. ¡Los sueños odian las preguntas! Si no haces la transferencia de inmediato, deben luchar para encontrar a otro tonto. Dado que nadie está comprando coco liofilizado para la calvicie, deben seguir buscando más “distribuidores” dispuestos a hacer una “inversión”. Cuando no pueden encontrar más “distribuidores”, los castillos en el aire se esfuman y ellos se ven obligados a ajustarse a las “condiciones del mercado”, promocionando píldoras para bajar de peso cuyas ventas siguen la misma línea descendente de los tontos que compraron el coco.
No hay secretos para el éxito. Es por trabajo duro, abnegación, paciencia, tiempo y la bendición de Dios. No hay almuerzo gratis, ni siquiera un almuerzo barato. El almuerzo se consigue cosechando trigo de la tierra y sacando carne del rebaño. Evita a las personas soñadoras que siempre están hablando de “oportunidades de negocio” (Pr 9:6;13:20). ¿Quién es una persona soñadora? Alguien tratando de decirte que hay una manera rápida de hacerse rico. Seguir a estas personas es leer sus materiales, escuchar sus ideas y pensar en sus invitaciones a invertir tu dinero con ellos. Ve a arar otra hectárea en lugar de escucharlos. Te será de mucho más provecho a la larga.
Comenzar como recolector de basura, o cualquier otra profesión legítima, y trabajar arduamente con los principios básicos de la sabiduría divina siempre traerá más éxito que seguir otra idea brillante para obtener riquezas rápidas. ¡Cualquier trabajo lícito que se realice diligentemente, aplicando las reglas de Dios para el éxito, funcionará! En lugar de preocuparte por un trabajo glamoroso, preocúpate por cuán diligente, fiel, puntual y hábil eres con tu aburrido trabajo. Compara:
Trabajo duro + ahorro + inversiones seguras + paciencia = prosperidad. Esto es labrar tu tierra.
“Oportunidad de negocio” + “súper inversión” + historias de riquezas rápidas = pobreza. Esto es vanidad.
Joven, hay esquemas Ponzi (si no sabes qué es, es mejor que aprendas ya), consejos sobre acciones, compra de bienes raíces sin pago inicial, información privilegiada, “oportunidades financieras”, comercio seguro de productos básicos, terrenos pantanosos en Florida , oportunidades de “planta baja”, productos milagrosos, programas de marketing multinivel de todo tipo y otras mentiras para quitarles el dinero a los tontos, especialmente en una generación codiciosa y materialista como la actual. Madura, compra una granja y ponte a trabajar. Te será de mucho más provecho a la larga.
¡Ama tu trabajo! ¡Sea lo que sea! Agradécele al Señor por él, aunque lo consideres aburrido. Trabaja duro y fielmente en él. Te saciarás con abundancia de pan, y vivirás para ver a los soñadores y charlatanes en la miseria desoladora. Eventualmente, no podrán encontrar otro tonto que comprar su coco liofilizado como una inversión comercial, y sus mentiras de “éxito financiero” se derrumbarán. Y tú, tendrás ahorros en el banco, una reputación honesta de no promover sueños y un trabajo legítimo para el futuro.
El diablo y los judíos le ofrecieron al Señor Jesús el Camino Fácil (Lc 4:5-7; Jn 6:15), pero Él permaneció totalmente comprometido con el arduo trabajo de la cruz, porque vio las verdaderas riquezas que estaban puestas delante de Él, y lo soportó todo con paciencia (He 12:2-4; Sal 16:8-11).
Lo que causa comezón de oídos hoy es una nueva y brillante forma de piedad llamada culto contemporáneo y casual (2 Ti 3:5; 4:3-4), pero continuar en los viejos caminos de la sana doctrina llenará tu alma con el mejor pan (2 Ti 3:14-17; 4,1-2; Jud 1:3; Jer 6:16; 23:28-29).
Pero, ¿qué significa todo esto? ¿Nos está Dios llamando a que seamos buenos agricultores para que Él pueda bendecirnos con una cosecha abundante, y materialmente, o lo dice para que lo apliquemos a nuestra vida espiritual? (1 Co 9:9-12). ¿No somos nosotros la tierra en la cual el Señor ha sembrado su semilla? ¿No somos nosotros la tierra y el agricultor simultáneamente? ¿No es la Palabra de Dios el pan por el que debemos trabajar (Jn 6:27), del cual debemos saciarnos, el cual debe abundar en nuestra mesa para poder compartirlo con otros? (Jn 6:32-35)
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