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53. LA MUJER VESTIDA DEL SOL—UNA GRAN SEÑAL EN EL CIELO

Apocalipsis 12

1   Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

2   Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

3   También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;

4   y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

5   Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

6   Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

7   Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;

8   pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

9   Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

10   Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

11   Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

12   Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. !!Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

13   Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.

14   Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.

15   Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río.

16   Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.

17   Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Interpretación general

El capítulo 12 del Apocalipsis es crucial a la hora de interpretar el argumento del libro. Conjuntamente con los capítulos 13 y 14, este capítulo revela quiénes serán los protagonistas centrales del período de la gran tribulación. Son cinco los protagonistas mencionados en este capítulo: (1) “La mujer”, que simboliza al Israel de Dios: la Iglesia universal; (2) “el dragón”, que representa a Satanás; (3) “el hijo varón”, que se refiere al Señor Jesucristo; (4) “el resto de la descendencia” de la mujer, que se refiere a los creyentes redimidos de todas las naciones en los días finales de la era; y (5) los 144.000 israelitas sellados por el Señor en Apocalipsis 7:1-8 y que reaparecen en Apocalipsis 14:1-5.

Ver nuestro COMENTARIO DEL APOCALIPSIS

Como es característico en el Apocalipsis, el contenido del capítulo 12 está expresado en lenguaje figurado. Las figuras de dicción, sin embargo, no dan licencia para que el intérprete aplique una hermenéutica alegórica o espiritualizante a la hora de descubrir el significado de las figuras usadas para comunicar el mensaje. El texto dice que la mujer es una “señal”. Esto significa que la mujer simboliza “algo” o “alguien”. El intérprete debe proceder objetivamente para descubrir de qué o de quién la mujer es señal.

Lo mismo sucede con la identificación del dragón escarlata. La figura del dragón, según el texto, es “otra señal”. El versículo nueve revela que el dragón representa a Satanás. De modo que no es necesario especular en cuanto a dicha identificación. No obstante, el intérprete tiene que contender con el hecho de la figura del dragón. ¿Qué pretende decir Juan cuando describe a Satanás como un gran dragón? El apóstol sin duda pretende describir la naturaleza o el carácter de Satanás. Un dragón habla de un ser temible, aterrorizante, de gran fortaleza, que intimida a quien lo contempla.

Una vez más, se hace necesario destacar que el lenguaje figurado no debe interpretarse figurada o alegóricamente. Las figuras de dicción en cualquier idioma tienen un significado literal que es aquel que le asigna la comunidad que lo usa. Se dice de un artista o un deportista que es una estrella. Esta figura es usada para decir que sobresale por encima de otros. A veces se describe a una persona con el calificativo de “bárbaro” para significar que es fiero, arrojado, tosco o inculto

En definitiva, decir que el Apocalipsis es un libro de símbolos y que, por lo tanto, no puede interpretarse literalmente sino que hay que espiritualizarlo, no es un procedimiento correcto. El lenguaje figurado tiene por objeto expresar de manera concreta ideas o conceptos abstractos. Por lo tanto, una interpretación literal del Apocalipsis toma en cuenta la utilización de las figuras de dicción a través del libro. La literatura apocalíptica posee esa característica y eso la diferencia, entre otras cosas, de los demás géneros literarios.

Ver nuestro COMENTARIO DEL APOCALIPSIS

En este capítulo también se revelan varios temas que forman parte importante del argumento del Apocalipsis. Se menciona el gran poder del dragón: Sus siete cabezas, diez cuernos, siete coronas o diademas y su capacidad para arrastrar a la tercera parte de las “estrellas del cielo” [ángeles] indican que posee un poder de gran alcance. No obstante a ese poder, el dragón es desalojado del cielo después de luchar con el arcángel Miguel. Esta guerra angelical ocurre antes de la gran tribulación, y la gatilla cuando Satanás es arrojado a la tierra, desde donde intenta destruir a la simiente de Abraham (judíos y gentiles por igual) y a los 144.000 israelitas que han sido sellados. Su fracaso es total porque Dios protege a la mujer y al resto de su descendencia.

Una verdad central en este capítulo se relaciona con el reino del Mesías. Se dice con claridad que él “regirá con vara de hierro a todas las naciones”. Eso se cumplirá literalmente cuando Cristo venga con poder y gloria. En Apocalipsis 12:10, Juan afirma prolépticamente varias verdades contundentes tocante al reino: “La victoria, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías” son realidades que se harán patentes cuando el reino sea establecido. Todo esto constituye el centro mismo del argumento del Apocalipsis. Dios ha de consumar su propósito tanto dentro de la historia de la humanidad como en la eternidad.

Pensamientos finales

El Apocalipsis quizás sea el escrito más rico en símbolos de toda la Biblia. La cantidad de símbolos, eventos y procesos complica la tarea de interpretar la totalidad del texto y, como tal, ha sido objeto de numerosas investigaciones, interpretaciones y debates a lo largo de la historia.

Pero no debemos dejar que un libro que contiene las últimas palabras del Señor Jesucristo a su pueblo en la tierra permanezca en la oscuridad. La “mujer vestida del sol” representa, también, luz, entendimiento y comprensión. Es natural que un libro que contiene tantos símbolos y casi 300 referencias al Antiguo Testamento se nos presente como un desafío insuperable, si nunca comenzamos la tarea de desentrañarlo. Pero si no lo intentamos, si nos damos por vencidos(as) antes de dar el primer paso, las 7 bendiciones (o bienaventuranzas) que el libro nos ofrece jamás serán una realidad en nuestras vidas.

Las 7 bendiciones del Apocalipsis

1. “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” (Ap. 1:3).

2. “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Ap. 14:13).

3. “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza” (Ap. 16:15).

 4. “Y el ángel me dijo:  ‘Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero’. Y me dijo:  ‘Estas son palabras verdaderas de Dios’” (Ap. 19:9)

5. “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Ap. 20:6).

6.  “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro” (Ap. 22:7). 

7. “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad” (Ap. 22:14).

Temas de discusión

  • ¿Has leído alguna vez el Apocalipsis de principio a fin?
  • ¿Crees que las 7 bienaventuranzas o bendiciones del libro sean para ti?
  • ¿Crees que las “últimas palabras” del Señor Jesús a su pueblo sean de una mayor importancia que las otras del Nuevo Testamento?
  • ¿Crees que el Señor te pueda guiar a través del laberinto de interpretaciones que existen acerca del Apocalipsis y hacerte comprender la verdad?