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51. EUNICE—UNA MADRE QUE INSTRUYÓ A SU HIJO

La Biblia enseña claramente que los padres tienen la responsabilidad de instruir a sus hijos en el temor y la corrección del Señor. En este capítulo vamos a estudiar un hogar que llevó a cabo esa tarea de una manera destacable.

Antecedentes

La señora de ese hogar se llamaba Eunice. Junto a su madre Loida, se las menciona varias veces en la Biblia, y siempre se las menciona juntas. A lo mejor vivían juntas.

El niño que vivía en esta casa era el hijo de Eunice, llamado Timoteo. Al estudiar la vida del hogar de Timoteo y ver cómo fue criado, pidámosle a Dios que nos ayude a ser una influencia positiva sobre la vida de los niños que estén a nuestro alrededor.

Eunice es un nombre griego que significa “feliz o buena victoria”. Aunque tenía nombre griego, era judía, y amaba mucho al Señor. Su marido era griego. Leemos esto en Hechos 16:1-3: 

1 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;

2 Y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. 

3 Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.

La Biblia no nos dice el nombre del marido de Eunice. Es probable que hubiera muerto dejando viuda a Eunice. En ese caso Eunice estaba criando sola a su hijo. Por otro lado, era sabido que el padre de Timoteo era griego, y en ninguna parte dice que hubiera muerto. Si estaba vivo, el hogar de Eunice debe haber sido un hogar dividido, con una madre creyente en Dios y un padre incrédulo. Si ya estás casada, Dios en su fidelidad te puede ayudar a tener un hogar cristiano aun cuando tu cónyuge no sea creyente. Si no estás casada aún, recuerda que sólo debes hacerlo con un creyente (1 Cor. 7:39).

De todos modos, Eunice y su madre compartían la importante tarea de educar cuidadosamente y con sabiduría al joven Timoteo.

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La crianza de Timoteo

Cualquiera que haya sido la situación familiar, lo que la Biblia destaca es la educación que recibió Timoteo. Timoteo, el hijo, su madre Eunice y su abuela Loida constituyen uno de los tríos más fuertes provenientes de la línea materna de cualquier familia en el Nuevo Testamento.

En 2 Timoteo 1:5 se nos da una clave acerca del carácter de Eunice: “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”. 

Este pasaje refleja lo bien que Eunice le inculcó a Timoteo las cualidades que agradaban a Dios. Dios bendijo a Eunice usando a su hijo en Su obra. No hay gozo más grande para los padres que ver a sus hijos siguiendo y sirviendo al Señor.

El servicio a Dios de Timoteo 

Pablo se dirige al hijo de Eunice llamándolo “amado hijo” (2 Timoteo 1:2). Esto es porque Pablo guio a Timoteo al Señor, después lo llevó consigo como compañero, evangelista, y posteriormente como predicador en Éfeso. Debido a que Pablo lo llevó consigo desde que era un jovencito, a Timoteo se lo asociaba con Pablo más que a cualquiera de los otros acompañantes que tuvo. 

Eunice había entrenado a Timoteo para tales responsabilidades. Cuando Timoteo dejó su hogar para ir a trabajar con Pablo debe haber sido un día triste y a la vez feliz. 

Eunice me recuerda a otra mujer, Ana, quien dedicó a su hijo al servicio de Dios en el templo. Ana también preparó a su hijo para servir al Señor.

Eunice y Loida deben haber conocido la historia de Ana y de Samuel. Quizás conocieran las palabras del rey Salomón en Proverbios 23:24-25: “Mucho se alegrará el padre del justo y el que engendra sabio se gozará con él. Alégrense tu padre y tu madre, y gócese la que te dio a luz”.

El tributo de Pablo para Eunice y Loida

En 2 Timoteo 3:10, 13-15, una carta escrita casi al final de su vida, Pablo emite un destacado recuerdo de la madre y la abuela de Timoteo.

Este pasaje nos informa qué clase de preparación recibió Timoteo de Eunice y Loida:

10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia.

13 Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido.

15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

Pensamientos finales

Podemos aprender muchas lecciones de Eunice y su forma de educar a su hijo. Uno es el valor que tiene en la vida de los niños recibir una enseñanza cristiana positiva en su hogar. El libro de Proverbios nos da muchos textos que se refieren a la educación de los niños:

  • “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).
  • “No menosprecies, hijo mío el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección. Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere”     (Proverbios 3:11-12).
  • “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece, más el que lo ama, desde temprano lo corrige” (Proverbios 13:24).

Toma mucho tiempo y esfuerzo enseñarles a los niños. También requiere una sabiduría especial que sólo proviene de Dios. Las madres y las maestras deben hacer que su tarea sea prioritaria, asegurándose que ninguna otra cosa tome su lugar.

Otra verdad que debemos comprender es que aunque Eunice educó a Timoteo haciéndole conocer sus creencias, no fue la fe de ella la que salvó a Timoteo. Timoteo tuvo que poner él mismo su confianza en Jesucristo para ser salvo del pecado. Esto es importante. Los padres deben guiar a sus hijos hasta el punto que comprendan su propia necesidad de salvación. Después que los niños hayan puesto su fe en el Señor como su Salvador, sus padres deben ayudarles a crecer en su fe y en el conocimiento del Señor Jesús.

Ya sea que tú seas madre, abuela, tía, o maestra, pídele a Dios que te ayude a ser la clase de ejemplo e influencia que guiará al niño a servir al Señor. Si el ejemplo falla, la enseñanza (aunque correcta) podría no servir de nada.

Temas de discusión

  • Menciona tres razones por las cuales es importante enseñarles a los niños los principios cristianos desde temprana edad.
  • ¿Dónde había aprendido Eunice sus normas de vida?
  • ¿Dónde o de quién puede recibir mejor educación cristiana un niño si no de sus padres?
  • ¿Qué dos lecciones nos da Eunice con su ejemplo? 
  • Nombra tres modos que tu hogar puede ser un ejemplo de hogar cristiano para tu comunidad.

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