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48. RODE—UNA SIERVA PERSISTENTE

En su palabra, Dios nos cuenta acerca de las vidas de mujeres que pensaríamos que eran grandes, pero Él también nos cuenta acerca de aquellas a quienes llamaríamos insignificantes. Este capítulo es acerca de una joven sierva llamada Rode. Trabajaba en el hogar de María, la madre de Juan Marcos, quien escribió el Evangelio de Marcos. El nombre Rode significa “rosa”. La historia de Rode comienza cuando contestó a un llamado de la puerta durante la noche.

Antecedentes

Durante esta época de la historia de la Iglesia, los cristianos eran perseguidos. María al parecer tenía una casa grande donde los cristianos de Jerusalén se reunían a menudo para adorar al Señor y orar. En esta noche en particular, estaban orando fervientemente por Pedro, que estaba preso. Había una fuerte probabilidad de que Pedro fuese ejecutado al día siguiente porque el rey Herodes ya había mandado a matar al apóstol Santiago, y esto había agradado a los judíos, ante quienes el rey buscaba quedar bien.

Mientras los cristianos estaban orando, el Señor envió a un ángel que dirigió a Pedro a escaparse de la prisión. Cuando Pedro se encontró en las calles de Jerusalén, se fue directamente a la casa de María y golpeó la puerta. Rode se acercó a la puerta. Reconoció la voz de Pedro, pero se emocionó tanto que se olvidó abrir la puerta y dejarlo entrar. El relato está en Hechos 12:3-16:

3 Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. 

4 Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua.

5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

6 Y cuando Herodes le iba a sacar aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. 

7 Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 

8 Le dijo el ángel; Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto y sígueme.

9 y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.

10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él.

11 Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. 

12 Y habiendo considerado esto, llego a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

13 Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode,

14 la cual, cuando reconoció la voz de Pedro de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.

15 Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! 

16 Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.

La parte de Dios y la nuestra

Dios realizó un milagro al sacar a Pedro de la cárcel, pero no abrió milagrosamente la puerta de la casa de María para que Pedro entrara. Esto ilustra el principio llamado “cooperación divina/humana”, que significa que Dios a menudo ayuda a las personas cuando no pueden hacer nada para ayudarse a sí mismas. Pero hay algunas cosas que Dios espera que los seres humanos hagan por sí mismos. En esta situación la gente de adentro de la casa estaba plenamente capacitada para abrir la puerta, así que Dios no lo hizo por ellos.

El temor y la incredulidad provocaron demoras en abrir la puerta. Podría haber sido una situación peligrosa si los soldados de la patrulla hubieran reconocido a Pedro. Él y los otros cristianos reunidos en la casa podrían haber sido arrestados. Nótese que no fue la incredulidad de Rode la que provocó la demora en abrir la puerta para Pedro. Rode reconoció que Dios había contestado las oraciones y corrió a contarles a los demás. El problema era que las personas mayores se negaban a creer las palabras de la joven criada.

Rode demostró dos características que necesitamos en nuestras vidas: gozo y persistencia.

Gozo frente a la respuesta a la oración

El gozo y la alegría la embargaron totalmente al darse cuenta de que Dios había contestado sus oraciones. Rode reconoció la voz de Pedro, así que sabemos que él le debe haber hablado a la vez que golpeaba la puerta. Rode estaba tan contenta y entusiasmada que interrumpió la reunión de los que oraban para decirles que la respuesta a su oración se encontraba de pie frente a la puerta.

¿Por qué estaba ella tan feliz? Para que le haya producido tanto gozo la respuesta a la oración tiene que haber sido también ella una creyente y estar orando por la liberación de Pedro.

Persistencia

A pesar del hecho de que era solo una sierva, Rode no hizo caso de las burlas de los demás e insistió en que Pedro estaba a la puerta. ¡Fueron los otros que no creyeron que Dios podía contestar tan pronto sus oraciones!

Cuando escucharon las palabras de Rode, los otros cristianos la acusaron de estar “loca”. Luego dijeron que ella debe haber visto a “su ángel”. Pero Rode insistió en que Pedro, en verdad, estaba a la puerta. Fue solo cuando oyeron a Pedro que continuaba golpeando insistentemente la puerta que fueron a abrirle y lo dejaron entrar a la casa.

Pensamientos finales

A veces, cuando enfrentamos una fuerte oposición, parece más fácil ceder, aun cuando sabemos la verdad. Pero es el momento de mantenerse firmes. Es también fácil sorprenderse cuando Dios contesta nuestras oraciones. Necesitamos ser agradecidas por tener un Padre celestial paciente que nos ama y contesta nuestras oraciones, aun a pesar de nuestra incredulidad.

El gozo en el Señor de Rode y la fortaleza de su carácter para mantenerse firme en defensa de la verdad eran características de la iglesia primitiva. Estos mismos atributos son muy valiosos hoy día y deben ser parte de nuestras vidas.

Aprendamos a apreciar las buenas cualidades de los otros cristianos, aunque pertenezcan a una clase social diferente. Rode era una criada cuya labor era la de servir a otras personas. Sin embargo, fue la primera en escuchar la voz de Pedro y esparcir la noticia de que Dios había contestado sus oraciones.

¡Dios aún hoy contesta oraciones! La próxima vez que Él te conteste, no te sorprendas. Acuérdate de agradecerle. Jesús nos da la siguiente promesa en 1 Juan 5:14-15: “Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

Temas de discusión

  • ¿Qué información nos da la Biblia acerca de Rode? 
  • ¿Por qué golpeaba Pedro la puerta?
  • Explica el principio de que Dios hace su parte mientras el hombre hace la suya.
  • ¿Por qué fue de tanta ayuda Rode para la iglesia primitiva? 
  • ¿Cómo reaccionas tú cuando Dios te contesta las oraciones?
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