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45. MARÍA MAGDALENA—COMPRENDIÓ EL VERDADERO PERDÓN

Al igual que Rahab la prostituta y la mujer samaritana, María Magdalena tenía un horrible pasado. Pero su historia es un hermoso ejemplo de amor y perdón.

La historia de María Magdalena

María era un nombre muy común entre los judíos. Magdala es el lugar de su nacimiento, así como a Jesús le llamaban nazareno porque era de Nazaret, María se llamaba Magdalena porque era de Magdala. La Biblia no cuenta nada sobre sus padres, edad o estado civil. Antes de conocer a Jesús estaba bajo posesión demoníaca. La actividad de los demonios puede describirse usando tres niveles de influencia satánica: opresión, obsesión y posesión.

 La opresión es una presión extraordinaria ejercida desde afuera, que generalmente afecta la salud y la capacidad de la persona para actuar o pensar correctamente. Esto se puede manifestar en temor anormal, ansiedad y alguna forma de depresión. 

La obsesión es una opresión más severa y más profunda.

La posesión o el término poseído por demonios significa que la persona es controlada completamente por un demonio o tiene demonios habitando su cuerpo. 

Existen muchas escuelas de interpretación en cuanto a la dimensión del poder y la influencia que Satanás y sus demonios pueden tener sobre los cristianos. Satanás, padre de la mentira y del engaño, ha confundido inteligentemente a los teólogos y dividido a la iglesia sobre estas enseñanzas. Sin embargo, los cristianos son instruidos a estar alerta ante los ataques satánicos y resistirlos, 1 Pedro 5:8-9 instruye: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien decorar, al cual resistid firmes en la fe”. 

Efesios 6:10-20 nos explica el procedimiento mediante el cual los creyentes pueden resistir al diablo vistiendo toda la armadura de Dios. 

Los que están poseídos por demonios, están atados a una voluntad más fuerte que la propia. María Magdalena estaba dominada por demonios. Esto no significa, por otra parte, que fuera inmoral. A lo mejor era una buena persona a pesar de los demonios que vivían en ella. El saber que María fue liberada no de un demonio sino de siete (Lucas 8:2), explica el grado de devoción que tenía por Cristo. Sólo podemos imaginar el cambio que se había producido en su vida después que se rompió el poder demoníaco. 

Después de ser liberada de los demonios, María Magdalena fue una de las más fieles seguidoras de Jesús. Se la menciona catorce veces en los Evangelios, muchas veces junto a otras mujeres. Se la menciona sola en cinco oportunidades, en los relatos de la muerte y resurrección de Jesucristo. Una de las escenas más conocidas es cuando Jesús hablo con María Magdalena en el jardín la misma mañana de su resurrección.

La fidelidad de María Magdalena

María Magdalena estuvo el lado de María, la madre de Jesús, el día de la crucifixión. Allí experimentó gran dolor. La mañana de la resurrección, estuvo entre los primeros en ir a la tumba. Imagínate lo que habrá sentido cuando vio la tumba vacía. Con lágrimas en sus ojos, corrió a buscar a Pedro y Juan. Los tres regresaron juntos a la tumba. Cuando Pedro y Juan vieron la tumba vacía, regresaron a su casa, María no. Se quedó cerca de la tumba llorando, como cuenta Juan 20:11-17.

11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;

12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.

14 Cuando habla dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. 

15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime donde lo has puesto, y yo lo llevaré.

16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).

17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

Jesús le dio a María Magdalena un honor que nunca nadie le podrá quitar. Fue la primera en ver al Salvador resucitado y la primera en escucharle hablar después de su resurrección. Su primera reacción al reconocerle, fue tocarlo. Pero Jesús no se lo permitió. Ella tenía que comprender que la presencia física de Jesús ya no era necesaria en su vida. Ahora necesitaba aprender acerca de una comunión espiritual y más estrecha con Él. Este era un concepto totalmente nuevo y se convertiría en una relación que perduraría aún más allá de que el Señor Jesús volviera a los cielos.

Pensamientos finales

María Magdalena podría haberse hundido en la desesperación total debido a su vida pasada y a sus circunstancias presentes. Podría haberle echado la culpa a Dios, o a los hombres de su vida, haber estado amargada o sufrido vergüenza y culpa. En cambio, se elevó por encima de su pasado para servir a Dios.

Tú puedes hacer lo mismo mediante una relación personal con el Señor Jesucristo. Juan 8:36 dice: “Y si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Puedes estar sometida por el temor, las drogas o el alcohol, la pornografía, la inmoralidad, o por multitud de otras ataduras. Ven arrepentida y con fe al Señor Jesucristo. Él te dará libertad.

Temas de discusión

  • ¿Qué instrucciones reciben los creyentes en cuanto a la relación con Satanás?
  • ¿De qué modo cambio la vida de María después que Jesús la liberó de la posesión satánica? 
  • ¿Por qué era María tan devota seguidora de Jesús?
  • Cuál es la razón por la que tú sirves a Dios?
  • ¿Estás tú - o alguna persona que tú conoces - esclavizada por alguna sustancia o influencia maligna? ¿Qué promesa se nos hace en Juan 8:36? Explica de qué modo el perdón otorga libertad a la vida de las personas.
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