Primera parte
En el capítulo anterior analizamos la vida de Noemí, una suegra muy sabia. En este estudio veremos la vida de Rut, la nuera de Noemí, y las elecciones que hizo en su vida.
El matrimonio de Rut
En el Antiguo Testamento, un libro completo está dedicado a la vida de Rut. Aún más importante, Mateo, en el Nuevo Testamento, la incluye en la genealogía del Señor Jesucristo. Pidámosle a Dios que aprendamos de Rut a escoger lo mejor. ¡Parece que no nos cuesta ningún esfuerzo escoger lo malo!
No se nos dice si Elimelec eligió las novias de sus hijos antes de morir. La Biblia simplemente dice que sus hijos tomaron esposas de Moab. Haciendo esto desobedecieron directamente a la ley de Dios que prohibe tomar mujeres de los pueblos paganos. Deuteronomio 7:3 ordena:
“Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo”.
La Biblia dice que Rut se convirtió en la mujer de Mahlón, que era el hijo mayor de Noemí y su marido. No sabemos cuánta influencia tuvo esta familia judía sobre Rut. En Rut 1:4 leemos que la familia de Noemí vivió en Moab alrededor de diez años. Tiempo más que suficiente como para que Rut escuchara y aceptara lo que su marido y su familia le hayan contado acerca del Dios vivo y verdadero que adoraban.
Su viudez
En Rut 1:3-5, leemos que primero murió Elimelech, el marido de Noemí. Después murió Mahlón, el marido de Rut. Así que Rut se convirtió en una joven viuda. Esto la dejó sin medios económicos para mantenerse. Se convirtió en una desposeída, condición normal para las viudas de aquellos tiempos. Si Rut se hubiera quedado en Moab, con su propia familia, nadie se lo hubiese reprochado.
Pero Rut, en cambio, decidió quedarse con su suegra Noemi. Sabemos que Noemí era viuda también. Sin embargo, Noemí estaba muy amargada. Pero esta amargura no obstaculizó el lazo de amor entre estas dos mujeres. Acercó a Rut a Noemi cuando ambas viajaban de regreso al pueblo de Belén. Leemos las palabras de Rut a Noemi en Rut 1:16-17:
16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.
Noemí había perdido a su marido e hijos, pero aún tenía a sus dos nueras: Orfa y Rut. Las tres viudas se aprestaban a salir de Moab, para regresar a la tierra natal de Noemí. Cuando llegó la hora de partir, Orfa regresó a su familia y amigos paganos. En términos de razonamiento humano, ésa pareciera haber sido la decisión más práctica y lógica. Esto hace aún más sorprendente la decisión de Rut de quedarse con Noemi.
Rut nos da un hermoso ejemplo de devoción pura y sin egoísmo. Hoy vemos demasiadas relaciones familiares tensas, hogares destruidos y vidas sin amor. Es refrescante encontrar esta maravillosa pequeña historia de amor, de relaciones saludables y de decisiones apropiadas con respecto a la Palabra de Dios.
Rut escoge al Dios verdadero
Otra buena decisión que Rut hizo fue servir al Dios vivo y verdadero. A pesar de su pasado pagano, se convirtió en una devota adoradora del Dios verdadero. No se nos dice cuándo, cómo, o bajo qué circunstancias sucedió, pero sabemos que en el camino a Belén, Rut dio evidencias de su fe en Dios. Tomó la firme decisión de seguir al Señor e identificarse completamente con su gente al decirle a Noemi “Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16). Aquí podemos preguntamos: ¿He tomado la decisión correcta de servir al Dios vivo y verdadero? Y, ¿conocen mis seres queridos mi decisión?
Rut toma decisiones correctas
Rut tomó buenas decisiones en cuanto a la dirección de su vida y al verdadero Dios. Veamos lo que Dios dice sobre tomar buenas decisiones.
Apoyándonos en Dios
A veces nos es muy difícil confiar en nosotras mismas y saber que estamos tomando el camino correcto. Lo primero que debemos saber es que existe un Dios vivo y verdadero al cual podemos conocer personalmente.
¿Quién es el Dios verdadero? Moisés tuvo la tarea de convencer a los israelitas que era Dios quien lo había enviado. Moisés le preguntó a Dios qué debía decirle a la gente para convencerlos. Escuche usted la respuesta de Dios: “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY, Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”. Este versículo enseña que Dios existe por sí mismo y en sí mismo sin necesidad de depender de nadie para poder existir.
¿Fortalece tu fe saber que Dios no tiene que probar su poder o su capacidad? El simplemente dice: ¡YO SOY! Él es Dios porque es Dios, y no necesita dar ninguna otra razón. Esto nos produce una confianza en su presencia que no se nos puede arrebatar ni se puede dudar.
Pensamientos finales
Cuando escogemos tener una relación personal con el Dios verdadero, todas las otras decisiones pueden ser contestadas por medio de la oración, buscando su consejo a través de su Palabra y también a través de las circunstancias y la gente en nuestras vidas. Si queremos conocer a Dios y a su voluntad para nuestras vidas de una manera plena, tenemos que pasar mucho tiempo con Dios y su Santa Palabra. Así podremos confiar en Él y en nuestras decisiones.
El Salmo 1:1-4 habla de la persona que busca diligentemente a Dios.
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
4 No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.
Nota la diferencia. Una persona prospera; la otra es como paja soplada por el viento. La diferencia reside en el tiempo dedicado a Dios en oración y la toma de decisiones basadas en la obediencia a su santa palabra.
Rut fue un ejemplo de persona a quien Dios bendijo. Escogió vivir con la gente apropiada, al unirse a su suegra y a la nación escogida por Dios. Sin embargo, su decisión más importante fue la de servir al Dios verdadero de acuerdo con los mandamientos escritos en su palabra. Veremos más acerca de su obediencia a la Palabra de Dios cuando llegó a Judá.
Piensa un momento sobre ti misma. ¿Estás afrontando una toma de decisiones importantes, grandes o pequeñas? Aprovecha la oportunidad de hacer las decisiones correctas. Lo primero es decidirse a servir al Dios viviente. Lo único que tienes que hacer es pedirle a Dios que se te revele, y estar dispuesta a aceptar lo que Él te muestre sobre ti misma en su Santa Palabra. El Señor Jesucristo pagó por tus pecados al morir en la cruz, acepta ese pago. Después depende de Él para que te ayude a tomar las otras decisiones que debes hacer en tu vida.
En el libro de los Salmos, encontramos versículos que hablan del deseo de Dios de enseñarnos y guiarnos cuando le buscamos:
- “Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:8).
- “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano” (Salmos 37:23, 22).
- “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105).
Temas de discusión
- ¿Qué hizo que la decisión de Rut de quedarse con Noemí fuera poco común?
- Mencione tres dificultades que se presentaron en la vida de Rut.
- ¿Qué decisiones o elecciones estás enfrentando en tu vida?
- ¿Cuál es la decisión más importante que jamás hará?
- Enumera tres métodos que ayudan a tomar decisiones sabias.
Segunda parte
Cuando estudiamos la primera parte de la vida de Rut, vimos que escogió acertadamente a su familia, al Dios vivo y verdadero y al pueblo judío. Al continuar nuestro estudio, veremos tres decisiones más que tomó: el campo acertado, el consejo acertado, y el momento justo.
Las instrucciones de Dios
Cuando Rut y Noemí volvieron a Belén, eran viudas sin medios propios de sustento. Sin embargo, en la ley del Antiguo Testamento, Dios había provisto un medio para que las viudas obtuvieran alimento. Dios les dio instrucciones a los terratenientes en Deuteronomio 24:19:
“Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás a recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos”.
Noemí le debe haber enseñado a Rut las leyes de Dios, porque Rut conocía esta ley. Rut le pidió a Noemí que la dejara ir a juntar el grano que caía detrás de los segadores. Noemí le dio su permiso y Rut se fue a trabajar. Fue a un campo que pertenecía a un hombre llamado Booz, miembro de la familia de su suegro.
Rut 2:5-6, 8, 10-12:
5 Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven?
6 Y el criado, mayordomo de los segadores respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab;
8 Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas.
10 Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera?
11 Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes.
La provisión de Dios
Esta es una maravillosa historia sobre la provisión de Dios para Rut y Noemí, guiando a Rut al campo de un pariente de su marido. Rut da un ejemplo de humildad cuando se inclina ante Booz. Él la reconoció y alabó por su lealtad hacia Noemí. El modo que tratamos a la gente y las elecciones que hacemos son un testimonio - positivo o negativo - para los demás.
La historia no termina aquí. Booz le dijo a Rut que solo espigara en su campo, y también le dijo que comiera y bebiera con sus trabajadoras. Le dejó suficiente comida como para que pudiera llevarle algo a Noemi. Después le dijo a los criados que dejaran caer grano adicional para que Rut lo pudiera levantar.
Rut debe haber estado muy emocionada esa primera noche cuando llegó a su casa y le dijo a Noemí lo que había pasado. Por supuesto que Noemí estaba maravillada, y le preguntó el nombre del hombre que había sido tan amable. Rut le dijo a su suegra que se llamaba Booz. La historia continúa en Rut 2:20-23:
20 Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: nuestro pariente es aquel varón y uno de los que pueden redimirnos.
22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo.
23 Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo y vivía con su suegra.
Como Rut le dijo a su suegra lo que había ocurrido, Noemí se sintió animada al ver la mano de Dios bendiciendo otra vez su vida. De inmediato comenzó a darle la alabanza que corresponde. Todos debemos poner atención en agradecer a Dios por su bondad en nuestras vidas.
El futuro de Rut
Noemi le explicó detalladamente y con sabiduría a Rut los pasos que debía dar para tener un marido que le proveería sustento por el resto de su vida. El marido que debía buscar era Booz.
A través del resto de la historia, vemos cómo Rut siguió paso a paso el consejo de su suegra. No tenía ninguna obligación de hacerlo. Después de todo, ella era una mujer adulta. Ya había estado casada, ya había vivido su propia vida. El amor, la devoción y el respeto entre estas dos mujeres virtuosas llevó a Rut a tomar nuevamente la decisión acertada: hacerle caso al consejo de Noemí.
Esta verídica historia de amor de la Palabra de Dios, es para toda la gente en todas partes. La historia muestra los resultados de seguir un buen consejo, y esperar el tiempo propicio para hacer algo. El dicho popular es verdad: El consejo es como los hongos, el tipo equivocado puede resultar fatal.
La historia coloca a Rut en el tiempo y lugar justo para que Booz pudiera ser su redentor. La redención es el proceso de “recompra”, era el procedimiento del Antiguo Testamento para continuar el linaje familiar.
Y aquí ingresa al cuadro una situación de conflicto. Booz no estaba primero en la línea para ser el redentor de Rut. La Escritura dice que Booz fue a ver al pariente más cercano, explicándole la situación. Según la costumbre, se encontraron frente a los ancianos de la ciudad. El pariente más cercano no estaba en condiciones de redimir los bienes de Elimelec y sus hijos. Por lo tanto le cedió el derecho de hacerlo a Booz quien así pudo redimirlos para que Rut pudiera convertirse en su mujer.
Rut siguió el consejo que se le dio, aun cuando las costumbres en su pueblo eran diferentes. Sólo por su conocimiento de la Palabra de Dios, pudo Noemí darle tan sabio consejo a Rut.
Cuando damos o recibimos consejo, debemos tener cuidado que este coincida con la Palabra de Dios. A fin de poder hacer esto, debemos conocer la Biblia. Después, siguiéndola, tomaremos las decisiones correctas para nosotras y podremos ayudar a otros. Seguramente que Rut se debe haber preguntado lo que iba a suceder cuando se arrimó a Booz. Ella apreciaba su gentileza y puesto que era un hombre mayor, Rut sin dudas lo respetaba. Al mismo tiempo debe haber sentido temor acerca de cómo iba a terminar el asunto. A lo mejor se preguntaba si estaría haciendo lo correcto. A pesar de sus dudas, siguió al pie de la letra el consejo de Noemí.
Dios bendijo el matrimonio de Rut y Booz dándoles un hijo que se llamó Obed. En Mateo, cuando leemos la genealogía del Mesías, encontramos a Booz, Rut y Obed. ¡Qué honor le fue concedido a Rut, la moabita! Sin dudas, ella supo escoger acertadamente.
Pensamientos finales
El principio instaurado por Dios de la redención sigue vigente hoy de modo personal. El Señor Jesucristo nos redimió pagando el precio de nuestro pecado. Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Así como Rut tuvo que aceptar la redención ofrecida por Booz, cada uno de nosotros debe aceptar la redención ofrecida por Dios a fin de vernos beneficiados con ella. ¿Ya hiciste tú esto? Si no lo has hecho, admite ahora que eres una pecadora y que no puedes pagar la deuda de tu pecado. Cree que el Señor Jesús murió por tu pecado, y acéptalo como tu Salvador y sacrificio por el pecado.
Temas de discusión
- ¿Cómo sabía Rut que tenía que ir detrás de los segadores y juntar el grano?
- Menciona dos características que mostró Rut en su relación con Booz y Noemi.
- Enumera tres características de Booz.
- ¿Cómo cambio la vida de Noemí después de dejar Moab?
- Describe en tus propias palabras la relación entre Rut y Noemí.