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12. DÉBORA—UNA LÍDER BENDECIDA POR DIOS

Débora fue una mujer que llegó a ser una jueza en Israel. Era muy conocida por su sabiduría y sus piadosos consejos. Pero Débora llegó a ser más que una consejera; ella dirigió a los israelitas a una victoria en la batalla contra sus enemigos.

El tiempo de los jueces

Débora vivió durante una época muy difícil en la historia de Israel, después de la muerte de Josué y antes de que Israel tuviera su primer rey. Josué era el líder escogido por Dios después de la muerte de Moisés para guiar a los israelitas a la Tierra Prometida. Sin embargo, allí desarrollaron un triste patrón de conducta: rebelión contra Dios, derrota a manos de sus enemigos y clamor de arrepentimiento a Dios. Como respuesta a sus clamores, Dios levantaría un juez para que les diera victoria contra sus enemigos. Después de un período de paz y prosperidad el ciclo se repetía: rebelión, derrota, arrepentimiento, liberación y paz.

Es importante entender lo que dice la Biblia respecto a jueces, para poder apreciar más a fondo las lecciones que se pueden aprender de Débora. Jueces 2:16 y 2:18 explica:

16 Y Jehová levanto jueces que los librasen de mano los que les despojaban;

17 pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandatos de Jehová; ellos no hicieron así.

18 Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. 

Débora fue el quinto juez de los israelitas. La gente sabía que Dios la designó y la bendijo. Ella tenía gran fe en Dios y creía que Dios rescataría a su pueblo si lo honraba.

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Débora, una jueza

La historia de Débora se encuentra en los capítulos 4 y 5 del libro de Jueces. Nuevamente, el pueblo de Israel se había rebelado contra el Señor y por eso sufrieron veinte años de opresión bajo el gobierno de su enemigo.

La Biblia nos da muy poca información acerca de Débora. Jueces 4 revela la única información personal que tenemos de ella; que estaba casada con Lapidot, que era profetisa y que “Gobernaba en aquel tiempo a Israel”.

Al leer a Jueces 4:5-9, 13, 16 téngase en mente que Débora era jueza, esposa, y profetisa que revelaba a los hombres la voluntad de Dios. Esta era una situación muy inusual y extraña, extraordinaria, como mucho de lo que se nos cuenta en el libro de los Jueces, que de ninguna manera describe un patrón bíblico y que no tiene aplicación para nuestro perído nuevotestamentario.

5 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Rama y Betel, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.

6 Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Vé, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón;

7 y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? 

8 Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fue res conmigo, no iré.

9 Ella dijo: Iré contigo, mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sisara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. 

13 Y reunió Sisara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con el estaba, desde Haroset-goim hasta el arroyo de Cisón.

16 Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset-goim, y todo el ejército de Sisara cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno. 

La historia concluye con el asesinato de Sísara a manos de una mujer llamada Jael. Dios le dio una gran victoria a su pueblo. Todo lo que Débora profetizó se cumplió, por lo cual sabemos que era una verdadera profetisa de Dios. Una prueba de que un profeta o una profetisa es de Dios es que se cumpla lo que ha profetizado.

Requisitos de un profeta de Dios

Hoy día hay muchas personas que dicen ser profetas de Dios. La Palabra de Dios nos da ciertas pautas para que podamos saber quién es un verdadero profeta y quién no lo es. En Deuteronomio, Dios dio muchas de las leyes que su pueblo había de seguir cuando entraran a la Tierra Prometida. Deuteronomio 18:21-22 dice lo siguiente acerca de profetas:

21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová nos ha hablado?;

22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

Deuteronomio 13:1-3 da otra pauta, de que aún si se cumplen las predicciones de un profeta pero este trata de alejar al pueblo del Dios de las Escrituras, no es un verdadero profeta.

1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, 

2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 

3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

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Cualquiera que diga que es un profeta de Dios debe comprobarlo por el infalible cumplimiento de sus profecías. Aun así, se deben examinar el resto de sus enseñanzas. Si sus profecías no se cumplen, o si intenta alejar al pueblo de su Dios, Dios advierte que dicha persona no es un verdadero profeta.

La respuesta de Débora a la victoria

Débora respondió a la victoria que Dios les dio cantando un hermoso dúo con Barac. En Jueces 5, encontramos que le dieron toda la alabanza al Señor porque Él salvó a Israel. Aún después de esa victoria, Débora permaneció fiel a Dios; ella no se enorgulleció sino que continuó guiando a los hijos de Israel de acuerdo con las leyes de Dios. Jueces 5:31b dice: “Y la tierra reposó cuarenta años”.

 Débora aceptó el papel que Dios le dio y su don de liderazgo. Ella era la jueza escogida por Dios, y después de la tremenda victoria, continuó cumpliendo con sus responsabilidades. 

A veces cuando Dios nos permite usar nuestros dones para hacer una tarea para Él, nos enorgullecemos con nuestras habilidades o pensamos “Yo ya he hecho mi parte, ahora que obren los demás”. Ninguna de estas actitudes es la correcta; debemos continuar utilizando los dones que Dios nos ha dado.

Pensamientos finales

Débora sabía que Dios le daría la victoria, así que confió en que Él lo haría. Al hacerlo, pudo declarar la victoria con confianza. Del mismo modo, nosotros debemos leer las promesas de Dios en su Palabra y luego reclamar la victoria sobre el enemigo de nuestras vidas.

La batalla de Débora era contra enemigos humanos. Hoy, los creyentes en Cristo peleamos en una batalla espiritual contra el orgullo, pensamientos lujuriosos y otros pecados. ¿Hay alguna área en tu vida espiritual donde necesitas reclamar la victoria, como lo hicieron Débora y Barac contra los enemigos de Israel? La Palabra de Dios dice cómo podemos tener la victoria sobre el pecado. Tenemos que reclamar las promesas de Dios. ¿Cómo lo hacemos?

CONOCIENDO las promesas de Dios. Debemos leer o escuchar regularmente la Palabra de Dios. Si no conocemos las promesas de Dios, ¿cómo podremos reclamarlas? 

CREYENDO que Dios hará lo que ha prometido.

DÁNDOLE GRACIAS a Dios por sus promesas al hablar con él en oración.

En 1 Corintios 15:57 dice: “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Dios promete la victoria para que podamos contar con Él y darle las gracias por adelantado.

Dios es la solución a los problemas en nuestras vidas. Debemos creer las palabras del Salmo 18:2-3 que hablan acerca de la seguridad y la confiabilidad de Dios nuestro libertador. “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador: Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos”.

Temas de discusión

  • Nombra tres cualidades que se ven en la vida de Débora.
  • ¿Cuántas predicciones de Débora se cumplieron? ¿Qué importancia tienen?
  • Describe el plan de batalla. 
  • ¿A quién se le atribuía la victoria?
  • En tu vida, ¿cómo puedes reclamar la victoria en tus batallas espirituales?
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