Este artículo aspira a ser un curso
intensivo sobre la herejía contemporánea acerca de los tiempos del fin. Tal vez
el lector habrá escuchado o leído antes el término “iglesia emergente”. Si no
es así, leerá una breve definición de ella aquí. Entender este término es vital
para poder entender de qué se trata este artículo: la escatología emergente.
El término “iglesia emergente” es un
movimiento eclesiástico protestante, inter-denominacional y ecuménico que
recibe su nombre de la idea de que así como la cultura (secular) cambia, así
también la iglesia debe cambiar para adaptarse a la nueva mentalidad (secular)
de los tiempos. Siendo así, la denominada “iglesia emergente” no es otra cosa
que una respuesta generada por varios líderes religiosos a la actual era post-moderna.
Aunque el post-modernismo comenzó en los años 50, la iglesia protestante no buscó
conformarse a él si no hasta los años 90. El término “post-modernismo” se puede
definir como la disolución de un hecho frío y concreto para favorecer una
subjetividad cálida y cómoda. La “iglesia emergente” se puede describir
con las mismas palabras.
Es todo acerca de sobreponer la experiencia
a la razón, lo subjetivo a lo objetivo, la espiritualidad vaga e indefinida a
la religión verdadera (Mateo 11:27; Marcos 2:5; Lucas 5:20; 7:48;10:22; 24:24-29;
Juan 2: 19; 8:59; 14:6), la creencia en un dios genérico/ignoto a la Divinidad
de Cristo Jesús, las imágenes a las palabras, lo externo a lo interno, la
apariencia a la realidad, los sentimientos personales a la definición
bíblica de la Verdad. Todas estas tendencias
son reacciones del post-modernismo al modernismo, y son las características más
evidentes que quienes quieren “encajar” en la cultura contemporánea. Como en el
mundo, en la “iglesia emergente” se trata de evitar un método estándar acerca
de cómo hacer las cosas. La “iglesia emergente” rechaza cualquier estándar o
metodología acerca de la vida eclesiástica. No hay fin, por lo tanto, para los
grupos cristianos que escogen una manera post-modernista de vivir el cristianismo.
Algunos grupos adoptan solo algunos aspectos del post-modernismo, otros abrazan
el post-modernismo de manera tan furibunda y completa que se lanzan a hacer sus
propias traducciones de la Biblia, dando así origen a un sinnúmero de herejías.
Los unos y los otros, sin embargo, se caracterizan por poseer y difundir una
teología liberal. Los sellos distintivos del liberalismo son:
1.
Negar la inspiración, infalibilidad y/o autoridad
de la Biblia
a. decir que la Biblia tiene errores; que es “escrita por el hombre”; que es sólo una guía o que no es
totalmente verdadera.
2.
Negar la autenticidad histórica de la Biblia
a. Negar que
Adán, Eva, Moisés, etc., fueron personas verdaderas.
b. Negar que
el Éxodo sucedió.
c. Negar que
hubo un Huerto del Edén.
3.
Negar partes de la Biblia como autenticas
a. Negar que
Moisés escribió el Pentateuco.
b. Negar la
autenticidad de las cartas de Pablo.
c. Negar que
los Evangelios son veraces, etc.
4.
La negación de una doctrina básica
a. La
Trinidad, la deidad de Cristo, la resurrección, etc.
b. La
salvación por gracia.
c. Negar que Cristo
Jesús es el único camino para la salvación, la existencia del infierno, etc.
5.
Negar el entendimiento histórico de las Escrituras
y sustituirla por otras "inspiraciones"
a. Redefinir la salvación como auto liberación de la opresión.
a. Redefinir la salvación como auto liberación de la opresión.
b. Decir que el Señor Jesús no resucitó
literalmente de entre los muertos y que es un suceso metafórico para el éxito
de los juicios.
c. “Marido de una mujer” no se toma
literalmente. Es una frase que también se aplica a las mujeres.
d. La
homosexualidad no es un pecado; es un estilo de vida alternativo.
6.
Anteponer la experiencia sobre la Escritura
a. Los sentimientos de una persona sustituyen la revelación Bíblica.
a. Los sentimientos de una persona sustituyen la revelación Bíblica.
b. El “sentimiento” de que el Señor Jesús no es el único camino.
c. En la medida en que se es sincero,
Dios lo llevará al cielo.
7.
Usar fuentes externas para interpretar la Escritura
a. El uso de manuales de psicología, libros de auto ayuda, libros de ciencia, etc., y anteponer esas enseñanzas a la Biblia.
a. El uso de manuales de psicología, libros de auto ayuda, libros de ciencia, etc., y anteponer esas enseñanzas a la Biblia.
8.
Decir que la Biblia está caduca, que es patriarcal
a. Este es un intento para invalidar la Escritura al descartarla como
antigua, y por lo tanto, no verdadera.
b. También se niega la inspiración de la Escritura ya que implica la
estructura patriarcal, la cual se debe a la influencia cultural y no a la
revelación Escritural.
9.
Imponer las ideas seculares sobre la Escritura
a. Ordenación de mujeres como pastoras/predicadoras.
a. Ordenación de mujeres como pastoras/predicadoras.
b. Favorecer la homosexualidad.
c. Negar los absolutos morales.
d. Apoyar la evolución como la forma
que el hombre llegó a la tierra.
e. Defender los “derechos del aborto” desde la Escritura.
10.
El uso del género neutral en los textos con
referencia a Dios, a las personas, a la humanidad, etc.
a. Referirse a Dios como Madre Dios o Padre-Madre Dios.
b. Con relación a varias referencias de liderazgo masculino como personas.
a. Referirse a Dios como Madre Dios o Padre-Madre Dios.
b. Con relación a varias referencias de liderazgo masculino como personas.
Como la “iglesia emergente” valora a la
experiencia subjetiva más que a la razón objetiva, la verdad es relativa. El
relativismo abre la puerta a incontables problemas puesto que destruye el
estándar bíblico acerca de la verdad absoluta, negando la enseñanza bíblica de
que la verdad es absoluta. Si la Biblia no es la fuente de la verdad
absoluta, entonces cada “creyente” en Dios
puede interpretar la verdad a su manera. La Verdad, se transforma así en “tu
verdad” y “mi verdad”. Si estas se oponen y niegan entre sí, no importa, porque
lo que es bueno para ti y funciona, no tiene por qué ser necesariamente bueno y
funcionar para mí. Lo importante es “tolerar la diversidad”. Porque para la iglesia
emergente “la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10) es sinónimo de
diversidad doctrinal.
Otra área donde la iglesia emergente es
profundamente anti-bíblica es en su énfasis en el ecumenismo. Establecer unidad
entre personas que profesan diferentes tipos de creencias religiosas y que
provienen de, y representan a, diferentes tipos de “fe” es una prioridad para
el movimiento emergente. Ser ecuménico significa que se ha transigido en una o
varias doctrinas bíblicas cardinales, y su resultado es que la enseñanza bíblica
se ha diluido con el fin de que no ofenda a nadie. Esto es actuar en abierta
desobediencia a pasajes como Apocalipsis 2:14-17, donde el Señor Jesús reprende
a la iglesia de Pérgamo por tolerar a aquellos que enseñan doctrinas falsas.
Las falsas doctrinas liberales abundan en
el movimiento de la iglesia emergente, aunque, como dijimos antes, no todos los
grupos emergentes (ni todos los “creyentes” emergentes) creen o enseñan el
mismo número de falsas doctrinas. Nuevamente, la tolerancia y la diversidad de
énfasis en lo que se cree y se enseña es la característica más conspicua de
este peligroso, hereje y apóstata movimiento. Y dentro de estas enseñanzas hay
específicamente una que es sumamente peligrosa porque se relaciona
específicamente con un tema que para los incrédulos es y ha sido de gran
preocupación desde tiempos inmemoriales: los ovnis y el fin del mundo como lo
conocemos.
Cómo cristianos bíblicos que consideramos a
la Biblia como nuestra única fuente de autoridad en doctrina y práctica,
podríamos preguntarnos ¿cómo la creencia en los ovnis y el fin del mundo por
medio de una invasión extraterrestre puede tener alguna conexión con la Palabra
de Dios? La escatología bíblica no da lugar a estos juegos de la fantasía que
han enriquecido a escritores de ciencia ficción por decenios. Pero la escatología
de la iglesia emergente ha encontrado, como era de esperarse, el vínculo que
une a la profecía bíblica con la creencia en los seres extraterrestres. Al
igual que el relato bíblico de la caída del hombre, todo comienza, según la
escatología emergente, en el Huerto del Edén.
La Simiente
de la Serpiente y los Ceneos
Lisa y llanamente, la doctrina de la simiente
de la serpiente enseña que el pecado de Eva no fue la desobediencia al mandato
Divino, si no el tener relaciones sexuales con la Serpiente. Según esta
doctrina, Caín fue el hijo engendrado por Satanás y Eva. Los descendientes de
Caín (los ceneos), son también hijos de Satanás; y estos son cualquier persona,
grupo o raza que el creyente en la doctrina de la simiente de la serpiente decida
que sean. (Sólo Abel es el resultado de las relaciones sexuales entre Adán y
Eva.)
Quienes enseñan esta pervertida doctrina citan
muchos pasajes de la Biblia para demostrar que su creencia es correcta. Pero, casi
sin excepción, estas “pruebas” interpretan los pasajes de una manera totalmente
inadecuada: su hermenéutica es por necesidad figurada o alegórica, no literal.
Por ejemplo, en Génesis 3:13 Dios confronta a Eva: “Entonces Jehová Dios dijo a
la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,
y comí”.
Para los “maestros” de la doctrina de la simiente de la serpiente las dos
palabras subrayadas en la cita no significan lo que generalmente significan, si
no otra cosa. Al decir “me engañó”, Eva está diciendo que la
Serpiente la sedujo; y al decir ella “y comí”, confiesa que cedió a sus
requerimientos sexuales. El contexto y la erudición niegan esta interpretación.
Proverbios 30:20 compara metafóricamente el comer a la inmoralidad sexual; y esta
metáfora es usada por los “maestros” de esta perniciosa doctrina como prueba de
que la Caída de Eva fue sexual. Otros pasajes favoritos incluyen Judas 1:14, y
la parábola del trigo y la cizaña en Mateo 13:24-30. Los “hijos del malo” en
esta parábola son literalmente, en un sentido biológico hijos de Satanás. El sentido común y el temor reverente a la
Palabra de Dios le permite saber al hijo de Dios que sólo alguien que trata de
forzar su creencia en la doctrina de la simiente de la serpiente puede leer
estos pasajes de esta manera. La lectura normal, literal e histórico-gramatical
de la Escritura no permite tal interpretación.
En un intento por lograr apoyo bíblico, Arnold
Murray, uno de los principales defensores de esta doctrina y quien la enseña
categóricamente a sus seguidores, quienes las han adoptado como la verdad
bíblica, declara que en Génesis 3:15, cuando Dios le dice a la serpiente: “Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” Dios dice “tu simiente” en contraste con la de
Satanás, es decir se está refiriendo a los ceneos, los descendientes de Caín,
los cuales tuvieron hijos a través, y literalmente, de la “simiente” de
Satanás.
Murray añade: “Cuando usted busca el significado profundo de ‘hombres como árboles, caminando’, es capaz de ver que lo que Cristo quiere que entendamos es que hay plantaciones de Dios y plantaciones del demonio. Las plantaciones de los malvados empezaron en el huerto del Edén con la concepción de Caín que siguió a través de su descendencia, los ceneos” (Newsletter #195, enero 1995. Ver también, la #202, agosto 1995.)
Murray añade: “Cuando usted busca el significado profundo de ‘hombres como árboles, caminando’, es capaz de ver que lo que Cristo quiere que entendamos es que hay plantaciones de Dios y plantaciones del demonio. Las plantaciones de los malvados empezaron en el huerto del Edén con la concepción de Caín que siguió a través de su descendencia, los ceneos” (Newsletter #195, enero 1995. Ver también, la #202, agosto 1995.)
De acuerdo a Murray, los ceneos, deben ser
puestos al descubierto. Dice: “Debemos continuar enseñando quiénes son los
ceneos.” (Newsletter #190, agosto 1994). Declara que los ceneos sobrevivieron al
diluvio (Murray y sus adherentes niegan el diluvio
universal) y se encuentran en el linaje de Israel, no en el de Judá
(Newsletter #179, septiembre 1993). Finalmente, los ceneos se infiltraron en la
nación de Israel, y fueron los que gritaban: “¡Crucifíquenlo”, con referencia al
Señor Jesús (Newsletter #179, septiembre 1993).
Murray y todos los que creen estas cosas
están equivocados. Exactamente, no sabemos qué forma tomó Satanás en el
Huerto; sin embargo, la Palabra de Dios, afirma que él estaba en una clase de
serpiente. La palabra hebrea usada aquí, es nakjásh
y significa, “serpiente (por su siseo): áspid, culebra, serpiente, víbora.” Si
tomamos la palabra literalmente, como “serpiente”, entonces, Murray y sus
seguidores estarían obligados a explicar cómo una “serpiente” literalmente pudo
haber tenido relaciones sexuales con Eva. Si la serpiente fue Satanás en una
forma diferente, y si Eva le habló a la serpiente, ¿tuvo entonces Eva sexo con
una serpiente o con una forma diferente de la serpiente? ¿Cambió la serpiente a
otra forma más apropiada para consumar su engaño? Como se puede ver, la
perspectiva de Murray y los demás maestros de esta falacia está llena de
problemas textuales y conjeturales.
La doctrina de la simiente de la serpiente
es fácilmente refutada cuando examinamos Génesis 4:1: “Conoció Adán a su mujer
Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he
adquirido varón”. Podemos ver claramente que la Biblia nos dice quién es el
padre de Caín: ¡Adán! Por lo tanto, esta herejía acerca de la simiente de la serpiente
es totalmente falsa.
Además, es más lógico entender el término “simiente” de Génesis 3:15 como una referencia a los descendientes espirituales de Satanás; no a sus descendientes literales. Podemos ver que ser un descendiente espiritual verdadero, es por fe, no por efectos biológicos. Considérese los siguientes versículos que hablan de una identificación espiritual:
Romanos 2:28-29: “Pues no es judío el que
lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la
carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la
del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los
hombres, sino de Dios”.
Romanos 8:14: “Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”
Romanos 8:16-17: “El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”
Romanos 9:8: “Esto es: No los que son hijos
según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la
promesa son contados como descendientes.”
Claramente, ser un descendiente tiene una
calidad espiritual. De igual forma, los descendientes de Satanás son aquellos
que se identifican con él en sus mentiras. Esta es la razón por la que el Señor
Jesús en Juan 8:44, les dice a los fariseos:
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo,
y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el
principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando
habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”
Además, “simiente” también se refiere a la
Palabra de Dios: Mateo 13:18-23; Lucas 8:11; 1 Pedro 1:23, y como a la vida
espiritual: 1 Juan 3:9: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el
pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios.”
Todo el gusto de la identificación
espiritual con Dios, está incluido en términos de ser linaje de Dios: Hechos
17:28: “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros
propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.” (Ver también,
Gálatas 3:29) y también como hijos de Dios: Romanos 8:16-17: “El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”
Obviamente, el cristiano no tiene,
literalmente, la simiente de Dios dentro de él. Aquí, la simiente se refiere a
un elemento espiritual de morada. Esta es la razón por la que el cristiano, y
de acuerdo a 1 Juan 3:9, no practica el pecado, debido a que va en contra de
sus creencias y confesión delante de Dios y de los hombres. Por lo tanto, la simiente
de Dios permanece en el cristiano, pero no una simiente literal, si no que es
con respecto a una identificación espiritual.
Nosotros
contra ellos
La doctrina de la simiente de la serpiente,
es una enseñanza desquiciada, no escritural. De esta se deriva una mentalidad
de: “nosotros contra ellos”, en la cual, cualquiera que no esté de acuerdo con
Murray y sus partidarios puede ser fácilmente acusado de ser un ceneo. Y esto
es obvio por sus citas:
“¿Cuántos de ustedes hoy día están siendo
enseñados por una publicación trimestral de un ceneo, más que por las
enseñanzas de la Palabra de Dios?” (Newsletter #193, noviembre 1994).
“¿Cómo podemos resumir esto? Si usted está
haciendo la voluntad de Dios, no se preocupe si otros lo critican. ‘Bien,
Pastor Murray, ellos dicen que somos un culto.’ ¿A quién le importa lo que
ellos digan? Dios está de nuestro lado. La victoria es una certeza. ¿Le parece
como si el enemigo estuviera ganando? Si alguna vez se siente de esta forma,
vaya al Salmo 9. Este Salmo nos dice que deberíamos estar esperando de todo corazón. Tenga en
mente el significado de apokaradokia
mientras lee el Salmo.” (Newsletter #229, noviembre 1997). [apokaradokia: expectativa ansiosa y
persistente]
Claro está, que si seguimos a Murray y a
sus partidarios, no seremos engañados; pero si estudiamos la Palabra siguiendo
una hermenéutica normal, literal, histórico-gramatical, somos ceneos y estamos del
lado del Enemigo. Tales son las maquinaciones de estos falsos maestros.
Los Nefilim
Los nefilim
(los caídos, o gigantes) fueron el producto de las relaciones sexuales entre
los hijos de Dios y las hijas de los hombres en Génesis 6:1-4. Existe mucho
debate acerca de la identidad de los “hijos de Dios.” Nuestra opinión es que
los “hijos de Dios” eran ángeles caídos (demonios) quienes se unieron con
mujeres humanas. De estas uniones resultó una raza, los nefilim, una raza de gigantes, quienes fueron “los valientes que
desde la antigüedad fueron varones de renombre” (Génesis 6:4).
La Biblia no nos dice porqué hicieron esto “los
hijos de Dios”. Los espíritus caídos son seres malos y corruptos; lo más
probable es que su intención fuera corromper a la raza humana para evitar el
cumplimiento de la profecía de Génesis 3:15. Intentar contaminar la sangre del linaje humano, a fin de
impedir la venida del Mesías puesto que Dios había prometido que el Mesías
vendría del linaje de Eva quien heriría a la serpiente en la cabeza (Satanás),
es la conjetura más obvia. Los “hijos de Dios” intentaron impedir esto,
contaminando la sangre del linaje humano, haciendo imposible que un día naciera
un Mesías sin pecado. Nuevamente, esta no es una respuesta específicamente
bíblica, pero es plausible y no está en contradicción con nada de lo que la
Biblia enseña.
Los nefilim,
de acuerdo a los hebreos y otras leyendas (el libro de Enoc y otros escritos no
bíblicos), fueron una raza de gigantes y super-héroes, quienes cometieron actos
de gran maldad. Su gran tamaño y poder parecía venir de la mezcla del “ADN”
demoníaco con la genética humana. Todo lo que la Biblia dice directamente
acerca de ellos, es que fueron “valientes que desde la antigüedad fueron
varones de renombre.” (Génesis 6:4) Los nefilim
no fueron extraterrestres, ellos fueron literalmente, seres físicos producidos
por la unión de “los hijos de Dios” y las hijas de los hombres (Génesis 6:1-4).
Los nefilim
fueron una de las razones por las que ocurrió el gran diluvio
en los tiempos de Noé. Inmediatamente después de que los nefilim son mencionados, la Palabra de Dios nos dice esto: “Y vio
Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio
de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se
arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en Su corazón.
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado,
desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues
me arrepiento de haberlos hecho.” (Génesis 6:5-7) Así que Dios procedió a
inundar el mundo entero, matando a todos y a todo (incluyendo esta raza de
gigantes) a excepción de Noé y su familia, y los animales dentro del arca
(Génesis 6:11-22).
Nótese que, si bien los nefilim fueron una de las razones
por las que ocurrió el diluvio en los tiempos de Noé, Dios responsabiliza al
hombre por este juicio: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha
en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era
de continuo solamente el mal”. Este es el punto que los promotores
de la escatología nefilim
continuamente pasan por alto. Ellos enfatizan que el diluvio fue a causa de los
nefilim. La Palabra de Dios dice que
el diluvio fue a causa de los hombres, por su maldad. Ellos responsabilizan a
los nefilim. Dios responsabiliza al
hombre. Ellos dicen, como veremos más adelante, que se debe identificar y
acabar con los nefilim como forma de
evitar el futuro y final juicio de Dios sobre la humanidad, esta vez por fuego
(2 Pedro 3:7). La Palabra, nuevamente, dice que este será también por culpa de
la maldad del hombre, así como por su rebeldía contra Dios y Su Palabra.
Génesis 6:4 nos dice: “Había gigantes en la
tierra en aquellos días…y también después…” Parece que los ángeles caídos
volvieron a repetir su pecado en algún tiempo posterior al diluvio. Sin
embargo, pareciera que esto sucedió en una escala mucho menor de lo que fue
antes del diluvio. Cuando los israelitas espiaron la tierra de Canaán, le
informaron a Moisés: “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los
gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les
parecíamos a ellos”. (Números 13:33). Ahora, este pasaje no dice
específicamente que los nefilim o
gigantes genuinamente estuvieran ahí, sólo que los espías pensaron que vieron a
los nefilim. Es más probable que los
espías se encontraron con gente muy alta en Canaán y por error, creyeron que
eran los nefilim. O, es posible que
después del diluvio, los ángeles caídos nuevamente se unieran con mujeres
humanas, produciendo más gigantes. Cualquiera que haya sido el caso, estos
“gigantes” fueron destruidos por los israelitas durante su invasión a Canaán
(Josué 11:21-22) y más tarde en su historia (Deuteronomio 3:11; 1 Samuel
capítulo 17).
¿Qué impide que los demonios produzcan más nefilim o gigantes en la actualidad?
Dios puso fin a las uniones de ángeles caídos con humanos al condenar en prisiones
eternas a los que cometieron tales actos. Judas versículo 6 nos dice: “Y a los
ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada,
los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran
día.” Obviamente, no todos los demonios están actualmente en “prisiones”, así
que debió haber habido un grupo de demonios que cometieron graves pecados
después de la caída original. Presumiblemente, los demonios que se unieron a las
mujeres humanas, son los que están en “prisiones eternas.” Esto prevendría que
más demonios intentaran tales acciones.
Más adelante veremos cómo esta creencia se
emparenta con la de la doctrina de la simiente de la serpiente, y qué sale de
esta unión. Antes de hacerlo, conviene que veamos un tercer aspecto en nuestro
análisis. Este tiene que ver con:
Los Ovnis
o los Extraterrestres
Por el término “extraterrestres”, asumimos
que hablamos de seres capaces de tomar decisiones morales, poseedores de un
intelecto, emociones y voluntad… Pero primero, algunos hechos científicos:
El hombre ha enviado naves espaciales a
cada planeta de nuestro sistema solar, excepto a Plutón. Después de observar
estos planetas, se ha descartado la posibilidad del desarrollo de vida como la
conocemos en ellos, con excepción de Marte y tal vez una luna de Júpiter.
En 1976, los Estados Unidos enviaron dos
artefactos a Marte. Cada uno con instrumentos que pudieran cavar dentro de la
arena marciana y analizar cualquier posible signo de “vida”. Pero ellos no encontraron
absolutamente nada. Si se cava en la parte más árida del desierto en la tierra,
o a través de la porción más congelada en la Antártica y se analiza la tierra,
ésta contendrá micro-organismos vivos. En 1997, los Estados Unidos enviaron el Pathfinder a la superficie de Marte.
Este robot tomó más muestras y llevó a cabo muchos más experimentos. Nuevamente
se topó con una total ausencia de signos de vida. A partir de entonces, han
sido lanzadas muchas más misiones a Marte. Esperamos los mismos resultados.
Los astrónomos están constantemente
encontrando nuevos “planetas” en distantes sistemas solares. Algunos proponen
que la existencia de tantos “planetas” prueba que debe haber vida en alguna
otra parte del universo. El hecho es que ninguno de esos “planetas” ha probado
ser remotamente capaz de contener vida en él. La tremenda distancia entre la
tierra y estos planetas, hace imposible hacer cualquier juicio respecto a la
posibilidad de la existencia de vida. Sabiendo que solo la Tierra puede
contener vida en nuestro sistema solar, los evolucionistas quieren a toda costa
encontrar otro planeta en otro sistema solar para argumentar que la vida
también ha evolucionado en alguna parte del espacio exterior. Puede haber otros
“planetas” en algunos lugares distantes, pero ciertamente carecemos de un
conocimiento profundo acerca de ellos para verificar si podrían aunque fuera
remotamente contener “vida” como la conocemos.
Así que, ¿qué dice la Biblia? La tierra, y
la raza humana, son únicas en la creación de Dios. Génesis 1 enseña que Dios
creó la tierra antes que Él creara el sol, la luna, o las estrellas. Hechos
17:24,26 dice que “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él
hay,... y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que
habiten sobre toda la faz de la tierra, y les ha prefijado el orden de los
tiempos, y los límites de su habitación.”
Después de la creación, el hombre estaba
sin pecado y todo lo que había en el mundo “era bueno” (Génesis 1:31). Cuando
el primer hombre pecó (Génesis 3), causó la caída de la raza humana, dando como
resultado la incursión de toda clase de males, enfermedades, y muerte. Aunque
los animales no han pecado ante Dios (ellos no son seres morales), de todas
maneras ellos también sufren y aún mueren (Romanos 8:19-22). El Señor Jesucristo
murió para pagar el castigo que todos nosotros merecemos por nuestro pecado.
Cuando Él regrese, deshará muchas manifestaciones de la maldición que han
existido desde Adán, y posteriormente Él quitará totalmente todos los aspectos
que cubría la maldición (Apocalipsis 21-22). Notemos que Romanos 8:19-22 dice
que toda la creación espera con ardiente anhelo este momento. También es
importante notar que Cristo vino a la tierra a morir por la raza humana, y que
Él murió sólo una vez (Hebreos 7:27; 9:26-28; 10:10).
Haciendo un conciso resumen de estas
verdades: Dios creó la tierra y la raza humana como algo único. Toda la
creación sufre como resultado de la caída del hombre. Cristo vino a la tierra a
ofrecerse Él mismo una y sólo una vez para pagar por nuestros pecados. No sólo
los creyentes serán liberados, sino también toda la creación con ellos.
Implicaciones
Si toda la creación sufre, significa que
cualquier vida aparte de la terrestre, también está sufriendo. Si es que existen
seres morales en otros planetas, entonces también ellos sufren; si no ahora,
entonces algún día también sufrirán cuando “...los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras
que en ella hay serán quemadas.” (2 Pedro 3:10). Si ellos jamás han pecado,
entonces Dios sería injusto al castigarlos; pero si han pecado, y Cristo pudo
morir solo una vez (lo cual hizo en la tierra) entonces ellos serán abandonados
en su pecado, lo cual también sería en contra del carácter de Dios (2 Pedro
3:9). Esto nos deja con una paradoja sin solución... a menos, por supuesto, que
no existan seres morales fuera de la tierra.
¿Qué hay de las formas de vida en otros
planetas, que no son morales ni racionales? ¿Podrían las algas o aún los perros
o los gatos estar presentes en un planeta desconocido? Si así fuera, no dañaría
la veracidad del texto bíblico. Pero ciertamente plantearía una problemática
cuando se tratara de responder a preguntas como: “Puesto que la creación sufre,
¿qué propósito tendría Dios en causar sufrimiento a criaturas no morales ni
racionales de planetas distantes?”
La Biblia no nos da razones para creer que
hay vida en alguna otra parte del universo. De hecho, la Biblia da muchas
razones claves por lo que esto no puede ser. Sí, hay muchas cosas extrañas e
inexplicables que suceden en nuestro mundo. Sin embargo, esta no es razón para
atribuir este fenómeno a extraterrestres u ovnis. Si existe una causa
explicable para estos supuestos eventos, ésta es más bien de carácter
espiritual y más específicamente de origen demoníaco. Dicho sin tapujos: los
fenómenos cósmicos llamados ovnis o extraterrestres son manifestaciones
demoníacas para distraer a las personas de la única realidad que existe aparte
de la nuestra: el reino de los cielos donde el Padre está en Su trono y el
Señor Jesucristo a Su diestra.
Ninguna de estas sanas conclusiones
bíblicas conforma a los proveedores de la herejía de la simiente de la
serpiente/nefilim/ovnis. Estas 3
enseñanzas son en realidad una sola, puesto que hay muy poca diferencia entre
la simiente de Satanás engendrando a Caín y la simiente de los “hijos de Dios”
engendrando a los nefilim. Ambas
enseñanzas se tratan de la “simiente de la serpiente”, e ilustran la evolución de
la herejía de la “simiente de la serpiente”. Esta perniciosa doctrina tiene
raíces demoníacas y el potencial de producir frutos aterradores de dimensiones
insospechadas. Tanto quienes culpan del Diluvio a los míticos nefilim como los que promueven la
creencia de los ceneos, pasan por
alto el mensaje Divino a la humanidad contenido en estos dos juicios: el ser
humano es responsable de su pecado y recibirá de parte de Dios justa
retribución por él, sobre todo tomando en cuenta que Dios ha provisto en el
Evangelio del Señor Jesucristo el medio para el perdón de los pecados y la
salvación eterna. Nótese como los diseminadores de la doctrina de los ceneos mencionan a menudo Génesis 3:13 y
los diseminadores de la doctrina de los míticos nefilim mencionan sin cesar Génesis
6, sin molestarse en citar Génesis 3:15, el fundamento del Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo. Estos falsos profetas no tienen
intención de profundizar en el Evangelio, y mucho menos tienen interés en
defenderlo y divulgarlo correctamente. La falsa doctrina de la “simiente de la
serpiente” ha reemplazado el fundamento del Evangelio. Y como la herejía sólo
engendra más herejía, no importa si la interpretación de que los “hijos de
Dios” engendraron a los nefilim es
verdadera, porque la ecuación verdad más error es igual a error (verdad + error
= error). Hay tanto maligno error emanando de esta doctrina, que todo lo
verdadero que pueda haber en ella se diluye en él y pierde todo su poder
edificante.
Los prominentes profetas de la escatología emergente
pasan por alto las enseñanzas bíblicas esenciales e indiscutibles sobre el
pecado del corazón humano para centrarse en pasajes oscuros, enigmáticos y
sensacionalistas. Dicen que los nefilim
(semi-dioses gigantes nacidos de las relaciones carnales mantenidas entre las
hijas de los hombres con los hijos de Dios mencionados en Génesis 6: 1-8)
proliferaron de tal manera durante los días de Noé, que resultó en la completa
destrucción de la raza humana debido a que el ADN de esta había sido corrompido
por el de los nefilim. Esta profunda
corrupción del ADN humano por parte de la simiente demoníaca fue la que provocó
la ira de Dios y lo forzó a enviar el Diluvio. Las palabras de Dios están
registradas para siempre en el Texto Sagrado: “Y vio Jehová que la
maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el
mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la
tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra
a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil
y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho” (Génesis 6:5-7). De
nuevo, esta lisa y llana razón bíblica no conforma a los profetas de la
escatología emergente. No, ellos tienen que ir tras lo fantástico y torcer las
Escrituras y poner al Evangelio de cabeza para concentrarse en el supuesto ADN
corrompido en vez de enfrentar la verdad: la rebelión del hombre contra su
Creador fue la causa del Diluvio.
Los que promueven estas falsedades son en
realidad muy imaginativos, y antes de seguir adelante será conveniente que
mencionemos sus nombres para que el lector interesado pueda hacer una búsqueda
en Google y cerciorarse de la existencia y prominencia que estos hombres tienen
dentro de la cristiandad contemporánea: Tom
Horn, Gary Stearman, Chuck Missler, I.D.E. Thomas, L.A. Marzulli, J.R. Church, Douglas
Hamp, Terry James, son sólo alguno de los escritores y conferencistas más
conocidos que promueven estas nefastas doctrinas. Dicho sea de paso, todos a
casi todos los autores mencionados ostentan certificados y/o diplomas
teológicos, pero no se dedican al ministerio de la Palabra de Dios, si no que
en vez de esto se han hecho lucrativas carreras como autores de ficción
(novelas), como cineastas, como conferencistas y comentaristas de “teología
fantástica” (ufología bíblica). Esto
debería ser una señal suficientemente convincente acerca de sus verdaderos
intereses e intenciones ($). Cincuenta y hasta cien años después del
lanzamiento oficial hecho por Hollywood
de la ficción de la ufología, estos hombres se han subido al carro de la
victoria para darle un sabor bíblico,
de tal manera que puedan ser populares y superventas dentro de la cristiandad. Estas
fábulas mitológicas son añejas, y desde su origen han estado emparentadas con
el gnosticismo, el ocultismo, el misticismo y el rosacrucianismo; herejías
paganas de las cuales muchos hombres, mujeres y niños han sido rescatados desde
el Siglo I de nuestra era gracias al poder del Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo.
Una búsqueda en Google de estas bizarras
creencias le revelará al buscador que estos falsos maestros tienen miles de
devotos discípulos a lo largo y ancho del mundo. Ninguno de ellos es tímido al
narrar sus supuestos encuentros con seres intergalácticos. Ilustraciones de
humanoides con cabezas verdes, bulbosas y negros ojos almendrados aparecen en
las tapas de sus libros, DVDes y revistas. A estos seres los llaman los reptilianos, o los reptiloides. Prevalece dentro de
sus narraciones la denuncia de conspiraciones gubernamentales destinadas a
ocultar el creciente número de abducciones de mujeres realizadas por
extraterrestres que las impregnan con su simiente con el fin de perpetuar la
raza nefilim en la tierra. Todo con
el fin de engendrar al último y más sobresaliente de ellos: el Anticristo de la
escatología bíblica.
Según estos populares falsos maestros, que
construyen sus fantasías sobre la base de escritos espúreos, extra-bíblicos, esotéricos,
hay varias manifestaciones de estos depredadores de humanos ocurriendo a diario
en el planeta tierra. Algunas de las fuentes que usan para consolidar su
enseñanza son:
- Los vigilantes
de Enoc, del libro apócrifo “Enoc”.
- Los
extraterrestres, OVNIS, o depredadores intergalácticos mencionados en las
leyendas de Roswell y la tradición ufológica.
- El Consejo Divino, ficción de que ciertos
ángeles caídos recibieron de Dios dominio sobre ciertas naciones, de
autores como Michael Heiser.
- Dioses y
diosas paganos de la antigüedad (mitología griega y romana), quienes se
suponen son seres vivos.
- Los Anunnaki
(dioses sumerios).
A continuación, una muestra de la doctrina
típica promovida por estos hombres de renombre:
“Algo alarmante ha estado ocurriendo desde
el amanecer de la humanidad, algo que ha sido registrado en la historia, en
libros sagrados, y en los mitos de cada gran civilización…Antiguas autoridades
rabínicas que incluyen a los traductores de la Septuaginta y a los padres de la
iglesia lo entendieron. Los sumerios, los asirios, los egipcios, los griegos,
los hindúes, los indios americanos, y virtualmente todas las demás
civilizaciones a través de la historia lo han creído. Desde tiempos
inmemoriales, seres de inteligencia sobrenatural a veces llamados ‘dioses’ han
descendido a la tierra desde los cielos, o han subido de la tierra, o han
salido del mar para interactuar con las criaturas de este planeta. La conducta
de estos desconocidos es recurrente y
parece girar en torno a la necesidad de cosechar o manipular la materia
molecular humana y animal. Los desconocidos parecen provenir de
planetas cercanos y parecen concordar en su descripción con las menciones que
se hacen de los Vigilantes en los textos apócrifos”.
Según algunos de estos promotores de la
escatología emergente, hay unos personajes históricos que son descendientes de
los nefilim. Los últimos 5 personajes
en la lista son en realidad la misma entidad que resucitará (tal vez por medio
de la ingeniería genética). Como el argumento de una novela de ciencia ficción,
este monstruo semi-dios será el Anticristo.
- Og de Basán
(el rey amorreo destruido por Moisés, véase Números 21:33; 32:33;
Deuteronomio 1:4; 3:1, 3, 11; 4:47; 29:7; Josué 12: 4; 13: 30)
- Goliat (y su
hermano Lahmi, véase 1 Samuel 7:4, 23; 21:9; 22:10; 2 Samuel 21:19; 1
Crónicas 20:5)
- Nimrod
- Osiris/Apolo/Apolión
(supuestamente los 3 son la misma entidad)
- Hiram Abiff
- Quetzacoatl
- El Anticristo
La profecía bíblica pura es corrompida por medio de la adición de fuentes extra-bíblicas y paganas. El temor por la agenda oculta de estas oscuras entidades abunda en todos los escritos apócrifos, mientras que la fe y la confianza en el regreso del Señor y la fidelidad a Su palabra no tienen ninguna importancia. Hay también un mensaje de violencia subyacente en los escritos de los ávidos consumidores de estas tenebrosas fantasías. Steve Quayle, autor de Extraterrestres y Ángeles Caídos: La Progenie de los Dioses, la Corrupción Sexual de la Raza Humana, ofrece esta estremecedora recomendación relacionada con Goliat y sus parientes:
“Estos pasajes (Enoc, un libro apócrifo) arrojan importante luz acerca de la
naturaleza física de los nefilim. Nótese
que al menos tenía [Goliat] 24 dígitos en total en las manos y los pies.
También dice que ‘nació del gigante’. Puesto que ‘gigante’ es singular, esto
indicaría que el nefilim (al igual
que sus progenitores los ángeles caídos) puede tener hijos, continuando así el
linaje nefilim sin la necesidad de la
presencia o participación de estos. Esto es prueba de que estos monstruos
deben ser exterminados con el fin de evitar que sigan multiplicándose”.
El hecho “de que estos monstruos deben
ser exterminados con el fin de evitar que sigan multiplicándose” es
un paso adelante para esta peligrosa enseñanza. Anteriormente citamos al pastor
Arnold Murray promoviendo una mentalidad de: “nosotros contra ellos”, en la
cual, cualquiera que no esté de acuerdo con Murray y sus partidarios puede ser
fácilmente acusado de ser un ceneo. Ahora,
según Quayle, cualquiera no esté de acuerdo con esta enseñanza y se oponga a
ella, ¿es un monstruo descendiente de los nefilim
y debe ser aniquilado? ¿Podría este exterminio de monstruos comenzar a
ocurrir literalmente en nuestros días? ¿Qué método se usaría para identificar a
un nefilim contemporáneo, o a un descendiente
humano de ellos? ¿Cuáles son las implicaciones de una identificación errónea? ¿Qué
herramientas (médicas o espirituales) se usarían para descubrir a un posible
sospechoso de poseer ADN humano corrompido por el ADN de los nefilim? ¿Qué pasaría si alguien nos
acusa de ser un híbrido de nefilim?
¡Es increíble que tales ideas provengan de
personas que se dicen cristianas, y que son seguidas por un público que también
se llama cristiano! ¿Estarían los cristianos autorizados Divinamente a comenzar
a exterminar supuestos híbridos de nefilim,
o deberían buscar la ayuda de entidades gubernamentales y militares…o, peor aún
paramilitares? Después de todo Dios exterminó a los nefilim en Génesis 6, y luego el pueblo de Israel hizo lo mismo al
entrar en posesión de Canaán…
El Movimiento
Cristiano de Identidad Anglo-Israelita:
Fruto de La Simiente de la Serpiente
El Movimiento
Cristiano de Identidad (MCI) es un nombre genérico que se aplica a una variedad
de grupos religiosos que tienen en común la doctrina y la práctica del racismo
y el antisemitismo. Estos grupos se caracterizan por ser de la extrema derecha,
radicalmente anti-gubernamentales y con un fuerte entrenamiento en tácticas de
supervivencia. Creen en la supremacía de la raza blanca y que ésta debe reemplazar
a la nación de Israel, pero con ingleses o norteamericanos arios escogidos a la
cabeza, puesto que ellos son los verdaderos escogidos de Dios. Esta teología
racista es seguida por más de 50.000 personas en Estados Unidos. El grupo más
grande y conocido del MCI es el Ku-Klux-Klan.
Hay
otros grupos con una “teología” semejante
a la del MCI, como el Anglo-Israelismo o Israelimo Británco (una creencia
similar pero más moderada que fue la cuna de la “teología” del MCI) y Kinism, pero el MCI es lejos el grupo más
virulentamente racista. Los seguidores del MCI creen que el fin del mundo será
precedido por una guerra purgadora (limpiadora), durante la cual todo ser
humano de color será exterminado. Esta predisposición peligrosa y espantosa al
exterminio racial ha ocasionado terrorismo y otras conductas inicuas de partidarios
del MCI. La historia y las actividades del movimiento son extensas, pero hay
dos principales perversiones de la doctrina cristiana que los ha llevado a llegar
a algunas conclusiones muy equivocadas acerca del mundo y acerca de Dios.
Primero,
el MCI es famoso por la idea de que los ingleses (y por extensión los norteamericanos,
los canadienses y otras naciones arias) son los descendientes espirituales y
literales de las 10 tribus perdidas de Israel. Creen que la raza blanca ahora
representa a las personas escogidas por Dios. Esta creencia se basa en una
pobre y antojadiza interpretación de la historia migratoria de las naciones en
la antigüedad que no tiene ninguna base histórica aceptable. La Biblia nos dice
que Dios restaurará Israel, como una nación, a la comunión con Él después de
protegerlos de las muchas naciones que vendrán contra ellos en los tiempos
finales. Al contrario de las creencias del MCI, la Biblia enseña que la nación
de Israel estará compuesta por el mismo grupo étnico que fue responsable de la
muerte de Cristo, a saber, los judíos (Zacarías 12:10).
La
segunda creencia principal del MCI, como ya dijimos, es que el fin del mundo
será precedido (“anunciado”) por una guerra purgadora, durante la cual todo ser
humano que no sea ario será exterminado.
Esta
creencia está más de acuerdo con la doctrina de la Simiente de la Serpiente y
con la escatología nefilim que con las de la Biblia. La Biblia
enseña que Cristo regresará a establecer Su reino sin la ayuda de la humanidad.
El pasaje citado de Zacarías deja esto en claro, y esta lectura es apoyada con numerosos
otros pasajes bíblicos. Apocalipsis 1:7 dice: “He aquí que [Cristo] viene con
las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de
la tierra harán lamentación por él”. Tito 2:3 fue escrito por un judío (Pablo)
a una iglesia cristiana, para exhortarlos a que siguieran esperando expectantes
la venida del Señor Jesús. El Señor menciona que habrá “guerras y rumores de
guerras” antes del fin (Mateo 24:6), pero no hay indicación en la Escritura de que
la nación judía tendría que emigrar primero a Europa del norte, como lo enseña
la “teología” del MCI.
Además,
no hay razón bíblica de creer que las razas no arias serán eliminadas por la
mano de Dios o por Sus verdaderos seguidores. De hecho, la Nueva Jerusalén albergará a todos los pueblos, razas y
personas santificadas por la sangre del Cordero, y los reyes de la tierra
traerán la gloria y el honor de las naciones en ella (Revelación 21:22-27).
El
Señor siempre ha protegido al peregrino y al extranjero (Deuteronomio 27:19;Isaías
56:1-8) y aunque le ordenó Israel que no se casara con las hijas de extranjeros
para que no fuera tentado a venerar a sus ídolos, Él siempre ha atraído, y
continuará atrayendo, a creyentes de otras naciones, tribus y lenguas (Rut
1:16-17;Apocalipsis 7:9). Lo que distingue a estos cristianos de los que
rechazan a Dios no es su color de piel, si no la aceptación de Su oferta del perdón
por la sangre de Cristo derramada en la cruz del Calvario. Recibir el favor de Dios
es un asunto del corazón, no un asunto de raza ni de nacionalidad (Gálatas
3:28-29). La salvación en Cristo Jesús es por la gracia de Dios, no por la raza
del hombre.
Pero
esto no conforma al Movimiento Cristiano de Identidad, porque ellos, al igual
que los creyentes en la doctrina de la Simiente de la Serpiente y la
escatología nefilim, ven a la
humanidad dividida en dos grupos: los contaminados y los puros. Los descendientes
de la Simiente de la Serpiente, y contaminados con el ADN de los nefilim, somos todos aquellos que no
somos arios. Todo aquel que no es ario es o un cenita (un hijo de Satanás con
Eva) o un nefilim (un hijo de un
ángel caído con una hija de los hombres). Mmmmm… ¿Qué van a hacer con nosotros?
¿Cómo van a purgar a la tierra de nuestra sucia presencia?
Podríamos
seguir escudriñando entre los frutos de la doctrina de la Simiente de la
Serpiente y la escatología nefilim, y
entraríamos en el campo de cientos de grupos y movimientos a lo largo y ancho
del mundo que creen esta terrorífica novela de ciencia ficción, y todos y cada
uno de ellos se llaman “cristianos”. Entre ellos estarían, por ejemplo: Los
Vencedores, Los Primeros Frutos, Los Hijos Manifiestos de Dios, Los Elegidos,
La Nueva Raza, Los Compañeros del Hijo Varón, Los Seguidores del Hijo del
Hombre, El Ejército de Joel, Los Valientes de Gedeón, Los Profetas y Apóstoles
Restaurados, y muchos, muchos más. El lector puede hacer una búsqueda con Google
si tiene tiempo de sobra, y encontrará a estos y a muchos otros. Y todos tienen
en común la misma nefasta escatología: híbridos, mitad humanos mitad demonios,
están volviendo al planeta tierra para consumar su plan de procreación
comenzado en Génesis. A estos los llaman ceneos, nefilim, reptilianos, grises, ovnis,
draconianos, íncubos, súbcubos, extraterrestres, alienígenas ancestrales,
maestros ascendidos, hermanos mayores, gurúes cósmicos, avistamientos,
esencias, dioses, en fin…La terminología puede variar hasta la enésima potencia,
la esencia es la misma.
¿Qué dice la Biblia
acerca del racismo y acerca del prejuicio racial?
Lo primero que debemos comprender es que hay sólo una raza:
la raza humana. Caucásicos, africanos, asiáticos, indios, árabes y judíos no
son razas diferentes. Más bien son pueblos diferentes. Todos los seres humanos
tenemos las mismas características físicas (con variaciones secundarias, por
supuesto). Lo que es más importante, todos los seres humanos hemos sido creados
en la imagen y la semejanza de Dios (Génesis 1:26-27). De tal manera amó Dios al
mundo que envió a Su Hijo unigénito a dar Su vida por nosotros (Juan 3:16). El
“mundo” incluye obviamente todos los pueblos, etnias.
En Dios no hay parcialidad ni favoritismo (Deuteronomio
10:17; Hechos 10:34; Romanos 2:11; Efesios 6:9), y tampoco debería haberlo en nosotros.
Santiago 2:4 describe a los que discriminan como “jueces con malos pensamientos”.
En vez, debemos actuar con caridad hacia nuestro prójimo (Santiago 2:8). En el
Antiguo Testamento, Dios dividió a la humanidad en dos grupos “raciales”: judíos
y gentiles. La intención de Dios era que los judíos fueran un reino de
sacerdotes que intercediera por las naciones gentiles ante Dios y, a la vez, le
presentará a Dios a los gentiles. Pero los judíos se volvieron orgullosos del
estatus que Dios les dio y despreciaron a los gentiles tratándolos como perros.
El Señor Jesucristo terminó con esto, destruyendo la pared de hostilidad que
dividía a los judíos de los gentiles (Efesios 2:14). Todas las formas del
racismo, el prejuicio, y la discriminación son insultos a la obra de Cristo en
la cruz.
El Señor Jesús nos ordena a amar a nuestro prójimo como nos
amamos a nosotros mismos (Juan 13:34). Si Dios es imparcial y nos ama con
imparcialidad, entonces nosotros debemos tratar a los demás con ese mismo alto estándar.
El Señor Jesús enseña en Mateo 25 que lo que le hacemos al más pequeño de Sus
hermanos, se lo hacemos a Él. Si tratamos a una persona con desprecio,
maltratamos a una persona creada a la imagen de Dios. El racismo, en sus varias
formas y grados, ha sido la peste negra de la humanidad durante miles de años.
Las víctimas del racismo y el prejuicio debemos estar listos para perdonar a nuestros
perseguidores. Efesios 4:32 dice: “Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo”. Los racistas pueden no merecer nuestro perdón, pero nosotros
tampoco merecíamos el perdón de Dios. Por otro lado, los que practican el
racismo y el prejuicio racial deben arrepentirse. Informémosles a todos que en
Cristo Jesús, nuestro Salvador: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer; porque todos nosotros
somos uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).
Concluyendo
La escatología nefilim, y la de su hermana gemela: la simiente de la serpiente, es
execrable no sólo por la falsa erudición que ostenta, sino por las fuentes paganas a
las que se remonta su origen, por las innumerables falsedades que promueve y por ser pura ciencia ficción disfrazada de verdad. Es execrable porque tiene
éxito en situar como expertos a personas tan completamente carentes de
sabiduría espiritual entre un público que ignora las Escrituras, que los
condena a permanecer en la ignorancia en tiempos en que ignorar las verdades
bíblicas bien puede poner en peligro el destino eterno de miles de almas. “Mi
pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu
Dios, también yo me olvidaré de tus hijos” (Oseas 4:6). El cristiano debe
aprender a estudiar la Biblia para conocer lo que esta dice sobre cada tema
mencionado en sus páginas, y a no aceptar creencias porque hombres con carisma
y medios mundanos las enseñan por medio de relatos de ficción. El cristiano,
especialmente, debe aprender a no elegir ciertos versículos aislados y
separados del contexto bíblico en general (dentro del cual
son fácilmente comprendidos) para torcer su significado obvio y hacerlos decir
lo que él ya ha decidido creer de antemano. La madurez espiritual requiere
consistencia mental y escritural acompañada de una vida moral que de evidencia de
que el conocimiento no es fingido ni adulterado.
El Señor Jesús dice: “El discípulo no es
superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado,
será como su maestro”. Los discípulos que son perfeccionados son como su
maestro. ¿Lucen estos auto-denominados maestros bíblicos como el Maestro?
¿Exhiben ellos las cualidades morales, espirituales y humanas que Él nos
muestra en los evangelios? ¿Son
humildes, sacrificados, desprendidos, separados del mundo, dadivosos,
hombres de oración, poderosos intercesores que huyen de la fama, el público, los reflectores, la
televisión…O son todo lo contrario?
Estos hombres enfatizan la supuesta caída
sexual de Eva y de sus hijas con Satanás y su hueste de demonios. ¿Qué hay de
la caída espiritual, de enseñar cosas que claramente contradicen las enseñanzas
de la Biblia? Aparentemente ésta caída es demasiado difícil de distinguir por
estos hombres que dicen ser capaces de revelarnos los enigmas que aparecen en las
páginas de la Biblia, la cual, dicho sea de paso, iguala desde el principio
hasta el fin el pecado sexual al pecado doctrinal.
La Biblia nos enseña acerca de historia, de genealogías, de
nombres, de la ley, de la moralidad, del amor, de profecía, de héroes
populares, de estrategias de guerra, de tipologías,
de dietas e higiene, de doctrina y de la teología cristianas, de poesía, de canciones,
de la salvación, del cielo y del infierno, de la resurrección, de la
importancia de los pensamientos para adquirir sabiduría, de la estructura de
iglesia, del consejo acerca de cómo llevar una vida feliz, nos da ejemplos de
liderazgo, consejos para el matrimonio; la Biblia nos enseña acerca de Dios, de
Cristo Jesús, del Espíritu Santo, de los ángeles y los demonios, del buen juicio,
de cómo dar testimonio, del origen de las naciones, de cómo criar a los hijos, nos
da pautas sociales, y nos enseña acerca de la adoración que agrada a Dios. Nos
da pautas para la oración, para el bienestar familiar, nos detalla el orden de
los eventos futuros, e incluso nos aconseja acerca de cómo usar el dinero. Y
podríamos mencionar muchos cientos de otros temas sobre los que la Biblia
abunda en instrucciones. Por ejemplo: según la Biblia, hay dos veces más
ángeles santos que hacen la voluntad de Dios que demonios. Mas los demonios,
los hijos caídos de Dios, son mencionados en casi cada página que escriben
estos expertos, y aún se dicen capaces de explicarnos acerca de los diferentes tipos
de demonios de existen, a los cuales llaman por nombre, siendo que ninguno de
ellos es mencionado en la Biblia. Para cada demonio que estos expertos
mencionan, hay dos ángeles que hacen batalla por Dios y los santos. Daniel 7:10
nos revela que hay muchos, muchos ángeles buenos: “Un río de fuego procedía y
salía de delante de él; millares de millares [de ángeles] le
servían, y millones de millones [de ángeles] asistían delante de él”.
En Mateo 26:53 el Señor dice: “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi
Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?”
Hebreos 12:22 dice: “sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad
del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles”.
Acerca de estos “muchos millares de ángeles” que la Biblia sí
menciona, estos expertos escatólogos no nos pueden decir nada. Ellos sólo nos
pueden hablar de los nefilim y la
simiente de la serpiente: lo oculto y lo desconocido, lo que la Biblia no
menciona, lo que se vende como pan caliente en el mundo y la cristiandad
apóstata. El argumento presentado por estos falsos maestros promotores de la escatología nefilim de que la Biblia contiene información secreta
acerca del tema, información que debe ser decodificada con la ayuda de fuentes
paganas extra-bíblicas, es absurda a un grado que le agotaría la paciencia aún
a Job.
La escatología nefilim y la de la simiente de la serpiente, es una de las más pervertidas enseñanzas etiquetadas
como “cristiana” que hemos tenido la desdicha de conocer.
“¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente
no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre
los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová. Así dijo Jehová: Paraos
en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen
camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas
dijeron: No andaremos. Puse también sobre vosotros atalayas, que
dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No
escucharemos” (Jeremías 6:15-17).
“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que
hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por
dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los
que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber
vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que
justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Por tanto, como la lengua del fuego consume
el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su
flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los
ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel” (Isaías 5: 20-24).
“Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los
fariseos y de los saduceos… Entonces entendieron que no les había dicho que se
guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los
fariseos y de los saduceos” (Mateo 16:6, 12).
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