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lunes, 1 de julio de 2013

EL PROPÓSITO DE LA “PSICOLOGÍA CRISTIANA”

Comenzaremos por explicar el título de este artículo. Las comillas en la frase psicología cristiana indican que en realidad no existe tal cosa como la “psicología cristiana”. Lo que es denominado “psicología cristiana” está compuesto por los mismos elementos confusos de las teorías y técnicas contradictorias de la psicología secular. Los psicólogos y psiquiatras que profesan el cristianismo sencillamente han tomado prestadas las teorías y las técnicas de la psicología secular. Practican lo que consideran es una mezcla perfecta entre la psicología y el cristianismo. Sin embargo, usan la misma psicología que los psicólogos y psiquiatras no cristianos. Usan teorías y técnicas que surgen de hombres como Freud, Jung, Adler, Fromm, Maslow, Rogers, Ellis, Glasser, Harris, Janov, a los cuales criticamos en estas páginas, siendo que ninguno de ellos profesó el cristianismo o desarrolló un sistema psicológico en base a la Palabra de Dios.

La Christian Association for Psychological Studies, CAPS (Asociación Cristiana de Estudios Psicológicos) es una organización de psicólogos que son cristianos. En una de sus reuniones admitieron lo siguiente:

"A menudo se nos pregunta si somos 'psicólogos cristianos' y nos resulta difícil responder eso, ya que no sabemos qué implica dicha pregunta. Somos cristianos que a la vez somos psicólogos, pero hasta el presente no existe una psicología cristiana aceptable que sea notoriamente diferente de la psicología que no es cristiana. Es difícil implicar que trabajamos en una forma que es fundamentalmente diferente a la de los colegas no cristianos... ya que hasta el momento no existe una teoría, o un modo de investigación o tratamiento metodológico que sea notoriamente cristiano". [P. Sutherland y P. Poelstra, Aspects of Integration, monografía presentadaen la reunión de la Christian Association for Psychological Studies, Santa Barbara, CA, June 1976]

Cuando usamos las palabras psicología cristiana y otras frases similares, debemos entender que no existe dicha práctica o persona, en el sentido que la práctica o la persona realicen una actividad especialmente cristiana. Además, cuando usamos la palabra cristiana en referencia a los diversos profesionales de la salud mental, no significa necesariamente que hablemos de alguien que sea un verdadero creyente. La psicología cristiana depende de la psicología misma. Ya que la psicología es un campo tan amplio, queremos dejar en claro que cuando usamos la palabra psicología, nos referimos a la psicoterapia y a sus raíces psicológicas.

Como la psicología cristiana depende de la psicología secular, el grueso de este libro estará enfocado en exponer científicamente y bíblicamente los mitos en torno a dicha psicología. Si la psicología secular sucumbe ante dicho escrutinio, entonces el efecto dominó también hará que sucumba la psicología cristiana.


¿Un Engaño Dañino y Cuestionable?

La psicoterapia profesional, juntamente con sus raíces psicológicas, en el mejor de los casos es cuestionable y en el peor de los casos es perjudicial. Por eso, lo menos que decimos es que es un engaño espiritual. El propósito de este libro es demostrar la verdad de esta declaración, y hacer surgir el desafío de purgar a la iglesia de todos los daños de este azote. Por un lado existe suficiente evidencia bíblica y científica para hacer callar la industria de la psicología secular, y a la vez hacer callar la industria de la psicología cristiana. Por otro lado, no somos lo suficientemente incautos como para creer que la abrumadora evidencia que sustenta esta declaración será tomada en cuenta por la mayoría de los creyentes.

Muchos no estarán interesados en leer sobre la evidencia bíblica y científica debido a que contradecirá sus suposiciones ya establecidas con respecto al procedimiento psicológico. La mayoría de los terapeutas, cuyo medio de vida depende de lo que le pagan sus pacientes, ni siquiera leen las investigaciones que se presentan en este libro, las cuales condenan la psicoterapia profesional. También los terapeutas cristianos se resisten frente al potencial de que sus ingresos (a través de la terapia que imparten) disminuyan, y le prestan poca (o ninguna) atención a las investigaciones y las críticas que sostienen que sus prácticas son contrarias a las Escrituras. Una organización psicoterapéutica profesional revela:

“No es ningún secreto que los terapeutas rara vez son influenciados por los datos de las investigaciones... una vez que inician su práctica, la mayoría está mucho más influenciada por el último taller al que asistió, o por cómo los pacientes responden a una determinada intervención, que a cualquier artículo publicado en los diarios universitarios”. [Richard Simon, “From the Editor”,Networker (May/June 1991), p. 2]

En primer lugar, trataremos con la imagen general de la implementación psicológica y sus premisas falsas. Luego revelaremos las falacias de varias justificaciones bíblicas para el uso de la psicología. No existen razones científicas válidas para el uso de la psicoterapia profesional, ya sea por parte de creyentes o no creyentes, pero el procedimiento psicológico debería ser doblemente condenado y rechazado por los creyentes. En primer lugar, el método psicológico debería condenarse y rechazarse debido a la falta de pruebas que incentiven el uso de la consejería psicológica profesional juntamente con las psicologías que la respaldan. En segundo lugar, la concepción psicológica sobre la gente y cómo ésta puede cambiar es condenada por la misma Palabra de Dios.

Existe una concepción psicológica y una concepción bíblica sobre la naturaleza humana y sobre cómo esta última puede ser transformada. El método psicológico es el método de la psicoterapia, el cual simplemente consiste en el tratamiento de los problemas a través de medios psicológicos que los hombres han elaborado. Al aplicar las técnicas y metodologías basadas en las teorías psicológicas, un consejero psicológico instruido intenta asistir al individuo para cambiar sus actitudes, sentimientos, percepciones, valores y comportamiento.

Los psicoterapeutas son aquellos que han estudiado y tienen licencia para implementar una amplia variedad de terapias. Entre ellos están los psiquiatras, los psicoanalistas, los psicólogos clínicos, los consejeros matrimoniales y familiares, algunos asistentes sociales, y muchos que se autoproclaman psicólogos cristianos, consejeros cristianos e incluso consejeros bíblicos. Además, muchos individuos practican la psicoterapia sin licencia, y muchos de los sistemas de autoayuda son psicoterapias llevadas a la práctica, aunque no se las denomine así.

Es más, el método psicológico abarca todas las concepciones psicológicas sobre la condición humana, por qué la gente actúa en la forma que lo hace, y cómo puede cambiar. Estas enseñanzas son tan prevalecientes en las escuelas, libros, revistas y medios seculares, que se han permeado en el pensamiento de la mayoría de la gente. Lo que es peor aún, estas enseñanzas son tan aceptadas en las escuelas cristianas, seminarios, iglesias, organizaciones misioneras, libros, radios y otros medios, que muchos cristianos asumen que dichas ideas psicológicas son ciertas, e incluso bíblicas. Por lo tanto, los tentáculos del método psicológico se han aferrado con mucha fuerza y a nivel mundial a la forma de pensar de muchos creyentes.

Por otro lado, el método bíblico puro se basa en la Palabra de Dios más que en la sabiduría humana. En vez de usar las teorías psicológicas, los cristianos deben ministrar la gracia de Dios usando métodos bíblicos. Deben ayudarse mutuamente a identificarse con Cristo y a vivir según Su vida, aumentando las actitudes, pensamientos, palabras y acciones que se asemejen a Cristo.

Aunque el método bíblico ha existido por miles de años, el método psicológico es relativamente nuevo. Fue durante el siglo XX que los cristianos comenzaron a confiar en la psicología más que en la Biblia para tratar los problemas de la vida. Como resultado, la psicología ha desplazado una gran parte del cristianismo. Incluso para los cristianos, la psicoterapia y sus psicologías de respaldo han contaminado el ministerio puro de la Palabra de Dios y la vida de Cristo en el creyente. Hoy día, las personas creen de todo corazón que las teorías psicológicas de consejería, disfrazadas en una amplia variedad de estilos y formas, contienen secretos y respuestas para ayudar a las almas atribuladas. Su confianza en el poder sanador de la psicoterapia ha aumentado a pesar de la ausencia de pruebas sustanciales sobre su efectividad. [APA Commission on Psychotherapies, Psychotherapy Research: Methodological and Efficacy Issues (Washington: American Psychiatric Association, 1982), p. 192] Debido a que las personas han sido persuadidas por las declaraciones de los psicoterapeutas, cometen el error de no cuestionar la validez de sus declaraciones, rehúsan examinar la investigación, y creen ciegamente en los mitos populares sobre la psicoterapia.

Aquellos que deben aceptar la mayor responsabilidad por haber hecho que la iglesia se incline ante la psicoterapia no son los psicoterapeutas que ofrecen sus servicios, sino mas bien los institutos bíblicos, los seminarios y las iglesias en los cuales la psicología es promovida y/o permitida. Esos "maestros" y "pastores" que recomiendan a la gente o la encaminan hacia este sustituto pseudo-científico de la verdadera cura de las almas, deberían ser denunciados y se los debería obligar a que renuncien; además, aquellos "líderes cristianos" que simplemente permitieron el surgimiento de esta herejía sin una palabra de advertencia para el rebaño también son culpables.

Contrario a lo que la mayoría de la gente piensa, la psicoterapia es una creencia similar a la de una religión. Tanto la creencia psicoterapeuta como la creencia religiosa se basan en la fe. Examinaremos algunos credos de la psicoterapia y consideraremos las siguientes preguntas:

¿La psicoterapia realmente funciona? ¿Puede ser dañina ? ¿Se basa en hechos observables y verificables, o en teorías e interpretaciones subjetivas? ¿En qué grado la psicoterapia es medicina, filosofía o religión? ¿En qué ideologías se basan los diversos sistemas psicoterapéuticos? ¿La psicoterapia y el cristianismo son verdaderamente compatibles? Además, examinaremos la doctrina bíblica que enseña que los creyentes deben ministrarse mutuamente, y desafiaremos a la iglesia a que restaure la práctica original de ministrar a las almas atribuladas.

La mayoría de los creyentes está de acuerdo en que la Biblia es la base de la vida cristiana, pero muy pocos parecen creer que la misma es suficiente para lidiar con todos los problemas de la vida, lo cual abarca la categoría de problemas de conducta cuyas causas no son orgánicas, los que hoy día son diagnosticados por la psiquiatría y la psicología. Muchos en la iglesia creen que la Biblia provee principios preventivos para el bienestar mental, emocional y de comportamiento, pero dudan en aceptar que posea un poder restaurador. Mantenemos que Dios y Su Palabra ofrecen un fundamento completo y suficiente para vivir la vida cristiana, lo cual incluye la salud mental, emocional y de comportamiento. Sostenemos además que la Biblia contiene el bálsamo sanador para los problemas no orgánicos de la vida, que podrían rotularse como desórdenes mentales, emocionales o de comportamiento.

La Biblia debería usarse también para ministrar a las almas de aquellos que sufren enfermedades biológicas, incluso si están bajo el cuidado de un doctor en medicina. Para respaldar esta posición, exponemos la debilidad de la psicoterapia en contraste con los métodos bíblicos en lo que respecta a vivir una vida que agrade a Dios y enfrentar los desafíos de la misma en medio de las tribulaciones y la aflicción.

Nuestro interés tiene que ver con las doctrinas y métodos de la psicoterapia y con sus psicologías de respaldo, y no con los otros numerosos campos de la psicología. Creemos que todos los problemas de la vida, incluyendo los desórdenes mentales, emocionales y de conducta que no son orgánicos, tienen una solución espiritual y cristocéntrica, más que una solución psicológica y egocéntrica. Sin embargo, debido a que la psicoterapia ha sido adoptada y promovida por seminarios, por profesores universitarios de Biblia, por pastores y otros líderes cristianos, esta posición puede evocar una reacción extremista por parte de muchos, incluso de aquellos que a través de su formación académica o su involucramiento profesional actual tienen diversos intereses y compromisos con la Industria Psicológica.

No obstante ello, oramos que estas páginas estimulen a los creyentes a saber que no tienen por qué volverse a la sabiduría de los hombres en su búsqueda del “camino, la verdad y la vida”. Ciertamente, éste es el lugar del Señor Jesús en el creyente. Él es, ciertamente, “el camino, la verdad y la vida”, y Él mismo habita en el creyente. Por lo tanto, cada cristiano verdadero tiene “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3).

La Palabra de Dios, el Espíritu Santo, y la vida misma de Cristo en el creyente, son más que suficientes para lidiar con los problemas más difíciles de la vida, incluso los que han sido rotulados como psiquiátricos o psicológicos, así como los desafíos de la vida cotidiana. También oramos que estas páginas estimulen a los creyentes a confiar en el método de Dios para satisfacer los desafíos de la vida y a que se ministren unos a otros en el Cuerpo de Cristo, según la vida de Cristo en cada creyente.

La Popularidad del Método Psicológico

La psicoterapia moderna no tiene siglos aún, pero durante este período de tiempo ha influido y cambiado la forma de pensar del hombre moderno sobre sí mismo y sobre el significado mismo de la vida. Muchos han sido educados a lo largo de estos años de modo tal que depositan una gran confianza en la psicología en cuanto a la sanidad mental, emocional, de comportamiento y de otro orden, tal como los problemas personales y de relaciones interpersonales. Además de tener una confianza incuestionable en la misma, muchos creen que si alguien duda, cuestiona o contradice la psicología, debe haber algo erróneo con esa persona. Muchos han sido inducidos a creer que sólo los individuos que no piensan o que son incautos tienen tales reservas, y que cualquier persona inteligente e informada debe aceptar la psicoterapia como el “bálsamo de Galaad” *.

En los primeros años de la psicoterapia, los doctores en medicina, los ministros, y muchos otros cuestionaban e incluso ridiculizaban sus teorías y prácticas. Hoy día, luego de años de una propaganda efectiva, esta moda ha influido toda forma de vida, al punto que dudar o estar en desacuerdo con la misma es sinónimo de tener la mente cerrada, de no ser inteligente o ser incluso neurótico. Después de todo, ¿quién criticaría o contradeciría algo que aparentemente es tan beneficioso como la psicología?

Desde los comienzos de la psicoterapia a comienzos de siglo, las definiciones psicológicas, diagnósticos, y rótulos de los desórdenes mentales, emocionales o de comportamiento se han expandido progresivamente para incluir un vasto despliegue de problemas pequeños y severos. El número de personas que supuestamente necesita asistencia ha aumentado en forma notoria.

En su libro Manufacturing Victims (Creando víctimas), la Dra. Tana Dineen dice, “Más de diez millones de estadounidenses procuran los servicios de la Industria Psicológica cada año”. [Tana Dineen, Manufacturing Victims (Montreal: Robert Davies Publishing, 1996), p. 249]

Al documentar el crecimiento de la psicoterapia, Dineen dice:

"A comienzos de los 60, el 14% de la población estadounidense (25 millones de un total de 180 millones) había recibido alguna vez un servicio psicológico. Para 1976, ese número había crecido al 26%. Sin embargo, en 1990, por lo menos 33% (65 millones de 250 millones) había sido asistido psicológicamente en algún punto de sus vidas, y en 1995, la Asociación Psicológica Estadounidense dijo que el 46% de la población estadounidense (128 millones) había visto un profesional de la salud mental. Algunos incluso predicen que para el año 2000 hablaremos de la mayoría (formada por un 80% de la población)". [Ídem, pp. 18, 19]

Juntamente con la explosión de usuarios de la psicología en la población, existe una explosión de proveedores de la misma. Según el Dr. Robyn Dawes, el número de psicólogos profesionales se duplica cada diez años. [Robyn Dawes, House of Cards: Psychology and Psychotherapy Built on Myth (New York: The Free Press/Macmillan, Inc., 1994), p. 12.

Alguien predijo que aumentará el 64% en los próximos diez años. [Jack G. Wiggins, Jr., "Would You Want Your Child To Be a Psychologist?" American Psychologist (June 1994), p. 486.

Estos psicólogos representan únicamente una parte de los grupos profesionales con licencia para proveer psicoterapia.

Esta expansión incluye a aquellos que operan bajo un rótulo “cristiano”. La Asociación Americana de Consejeros Cristianos tiene más de 17.500 miembros. El mercado cristiano de consejería psicológica incluye muchos individuos, pequeños centros de consejería, y también grandes conglomerados con programas de radio que seducen a los cristianos a participar de programas de terapia. En 1996, La Clínica Minirth Meier New Life reportó que tenía 25 unidades internas, 55 unidades externas, y más de 600 empleados. Tan sólo esa clínica reportó 500 admisiones de internos y 7600 visitas de no internos meramente durante el mes de junio de 1996. Rapha, que es otro proveedor de salud mental, tiene 63 programas, “tiene una red de 3.500 iglesias en su programa RaphaCare”, y se ha duplicado en tamaño en los últimos 18 meses”. [Steve Rabey, "Hurting Helpers," Christianity Today (September 16, 1996), pp. 76,77.]

En términos de costos a lo largo de este campo, Dawes estima que en 1990 los costos de los psicólogos, psiquiatras clínicos y otros profesionales con licencia excedían los 12.000 millones de dólares. [Dawes, op. cit., p. 11.

Si unimos estas cifras con un costo anterior total del servicio en salud mental (17.000 millones de dólares a finales de los 70) [Alvin Sanoff, "Psychiatry Runs into an Identity Crisis," U.S. News and World Report (October 9, 1978), p. 64], no sería ilógico estimar que el costo total de la salud mental en Estados Unidos es de 24.000 millones de dólares. El investigador Dr. Jerome Frank ha comentado sobre el brote de la empresa de la psicoterapia de la siguiente forma:

"La demanda de psicoterapia está a la par de su provisión, y por momentos uno tiene el sentimiento incómodo que la provisión puede estar creando la demanda...La psicoterapia es la única forma de tratamiento que, por lo menos en cierta medida, parece crear la enfermedad que trata". [Jerome Frank, citado en Dineen, op. cit., p. 194]

La psicoterapia y sus diversas formas es solicitada con desesperación por quienes están atribulados, los cuales buscan una solución psicológica para una ansiedad interna y a menudo no tienen una justificación externa real. Decenas de miles de personas van a los terapeutas por una variedad de problemas que se hace cada vez más extensa, la cual representa meramente una u otra forma de ansiedad. Algunos incluso procuran consejería psicológica debido a que sospechan que debe haber más en la vida de lo que experimentan en la actualidad. Frank concluye:

"Demasiadas personas hoy día tienen demasiado dinero y no lo suficiente para hacer, entonces se tornan a la psicoterapia para combatir el aburrimiento resultante... hoy día miles de personas procuran psicoterapia por problemas que una sociedad menos afluente consideraría triviales". [Jerome D. Frank, "An Overview of Psychotherapy" en Overview of the Psychotherapies, Gene Usdin, ed. (New York: Brunner/Mazel, 1975), p. 7.]

Los proveedores de la psicología, a cambio, están deseosos de tratar estos problemas. Según el grupo de investigación Ralph Nader: “un enorme número de profesionales de la salud mental toma la posición que cualquiera que entre a su consultorio necesita terapia, frecuentemente una terapia a largo plazo, la cual a menudo se estira varios años, costando miles de dólares”. [Sharland Trotter, “Nader Group Releases First Consumer Guide to Psychotherapists”, APA Monitor (December 1975), p. 11.]

Frank afirma: “nuestra literatura psicoterapéutica le da poco valor al poder redentor del sufrimiento, de la aceptación de la suerte que uno tiene en la vida, de la piedad filial, de la adherencia a la tradición, de la auto-restricción y la moderación”. [Frank, "An Overview of Psychotherapy," op. cit., p. 8]

Leo Rosten dice:

"Hace apenas 30 años nadie cuestionaba su derecho a ser infeliz. La felicidad era considerada una bendición, no una garantía. Se le permitía a uno sufrir dolor o tener diferentes estados de ánimo, o buscar la soledad sin ser analizado, interpretado y discutido". [Leo Rosten, "Unhappiness Is Not a Disease," Reader's Digest (July 1978), p. 176.]

George Albee, ex presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología dice:

"Las fuentes convencionales antiguas que explican los misterios de la existencia humana, tales como la religión y la ciencia, ya no tienen demasiada agua para muchas personas. Por lo tanto, las personas se han vuelto principalmente a la psicología como la fuente que intenta responder cuestiones sobre el significado de la vida". [George Albee, citado en "Psychology is Alive and Well," Santa Barbara News-Press, 23 August 1981, p. B-7]

Allan Stone observa:

"La psicologización del público estadounidense ha creado un mercado en expansión... Como resultado de la psicologización del público estadounidense, las personas que tienen problemas maritales, problemas sexuales, problemas con sus hijos, que tienen una 'incomodidad' psicológica, procuran cada vez más la ayuda psicológica. Éste es un mercado que se expande en forma infinita". [Alan Stone, citado en Lois Timnick, "Psychiatry's Focus Turns to Biology," Los Angeles Times, 21 July 1980, Part I, p. 21]

Muchas personas procuran la psicoterapia para ser felices, para escapar al dolor de vivir, y para encontrar la plenitud y la satisfacción. Mientras sigan buscando la psicoterapia con esperanza y expectativa, la popularidad de la psicología continuará remontándose.

El Mercado Psicoterapéutico

En el mercado psicoterapéutico se ha estimado que existen más de 400 enfoques terapéuticos diferentes y más de 10.000 técnicas específicas disponibles para el consumidor. [Allen E. Bergin y Sol L. Garfield, eds., Handbook of Psychotherapy and Behavior Change, Fourth Edition (New York: John Wiley & Sons, Inc., 1994), p. 6.

El Dr. Morris Parloff informa:

"Emergen nuevas escuelas constantemente, prometiendo proveer un mejor tratamiento, recuperación, o un mejor manejo de los problemas y neurosis contemporáneos. Ninguna escuela se ha retirado jamás del campo por no poder cumplir lo que promete, y como consecuencia todas continúan existiendo. [Morris Parloff, "Shopping for the Right Therapy," Saturday Review (February 21, 1976), p. 14.]

Todas continúan existiendo y todas profesan tener éxito, a pesar del hecho que las diversas técnicas, así como también las teorías en las cuales se apoyan, a menudo se contradicen entre sí. Por ejemplo, una técnica puede estimular el liberarse de toda responsabilidad mientras otra puede colocar un gran valor en la responsabilidad personal. A través de artículos populares, publicidad, y de boca en boca, el consumidor es llevado a la conclusión que cualquier tipo de terapia puede funcionar, independientemente de lo tonta o satánica que pueda ser. Sin embargo, las personas generalmente mejoran sin terapia alguna.

El número de terapias ha proliferado en gran forma, tanto que sería muy difícil imaginarse una forma de psicoterapia que no haya sido concebida y practicada ya. Dichas formas de psicoterapia abarcan todo el espectro, desde las muy sencillas, las cuales incluyen mentirle al paciente diciéndole que él se está mejorando (incluso cuando el terapeuta sabe que no está mejorando), hasta las que son específicamente más activas, las cuales requieren que el paciente realice diferentes tareas, ya sea que las quiera hacer o no.

En forma jocosa hemos pensado que podríamos concebir una teoría y darle un nombre sencillo, tal como “Teoría X”, o algún título esotérico que nadie entendiera, tal como “terapia osmótica”. Para lograr comercializarla, podríamos seleccionar varios conceptos disponibles en cualquier texto de psicología. Luego, para hacer que sea atrayente, podríamos agregarle alguna estructura trinitaria similar a la del id, ego y superego de Freud; o a la de Padre, Adulto y Niño de Harris; o a la de yo-bueno, yo-malo, y yo-no de Sullivan; o la realidad, responsabilidad y recto e incorrecto de Glasser.

A continuación deberíamos escribir un libro sencillo sobre la misma, que el público en general pudiera entender fácilmente, formar un instituto (preferentemente en Los Ángeles o Nueva York) y contratar personal. Luego, después del “éxito” inicial, contactaríamos lo medios y le diríamos al mundo sobre nuestros triunfos incomparables, ignoraríamos o esconderíamos nuestros fracasos, y prometeríamos milagros insuperables de felicidad, adaptación, solución a los problemas personales, e incluso sanidad física. Procuraríamos hacer que varias revistas de psicología escribieran artículos sobre nuestra nueva terapia. Luego daríamos seminarios para entrenar terapeutas en nuestra nueva psicoterapia. Finalmente, deberíamos darle lugar a la gran cantidad de gente solitaria, aburrida, frustrada y motivada por la ansiedad que ha intentado otras ramas de la psicoterapia sin tener éxito.

No estamos acusando a todos los psicoterapeutas de ser deshonestos o de fabricar meramente terapias de la nada. Sin embargo, cuando las personas están desesperadas, son vulnerables a las promesas psicológicas de alivio, y debido a que no están informadas sobre el tipo de tratamiento que recibirán, confían en el mismo con la esperanza de obtener alivio.


Creando Víctimas

Dineen, una psicóloga licenciada, ha abandonado su práctica clínica y ha escrito un libro titulado Manufacturing Victims: What the Psychology Industry is Doing to People (Creando víctimas: Lo que la industria de la psicología le hace a la gente).

El libro de Dineen es el resultado de su extenso conocimiento de la investigación sobre la psicoterapia, así como también de su propia práctica experimental en el campo. Dineen usa la expresión “Industria Psicológica” para incluir a muchos individuos. Ella habla de “las…profesiones tradicionales de la salud mental, como la psicología, psiquiatría, análisis y trabajo social clínica” así como de la “psicoterapia”. Dice:

"Ya no se pueden hacer distinciones claras entre ellas; por lo tanto, lo que denomino Industria Psicológica abarca estas cinco cosas así como también el abanico de psicoterapeutas que cada vez se agranda más: los consejeros de todo tipo, ya sea que tengan licencia, credenciales, o se hayan autoproclamado psicoterapeutas". [Dineen, op. cit., p. 20]

La principal tesis de Dineen, para la cual ofrece un extenso respaldo, es la siguiente:

"Con títulos de psicología, medicina, trabajo social, enfermería o sin calificaciones académicas en absoluto, la fuerza laboral expansiva de la Industria Psicológica se basa (para poder sobrevivir y crecer) en su habilidad de crear víctimas". [Ídem., p. 20]

Dineen relata en detalle cómo se lleva a cabo la creación de víctimas psicológicas. Ella diferencia entre las víctimas reales y aquellas que han sido creadas por la Industria Psicológica, lo cual implica borrar la línea divisoria entre las dos y esparcir una red que prácticamente incluye a todas. Ella concluye su libro diciendo:

"La Industria Psicológica no puede reformarse a sí misma desde dentro, ni tampoco se debería permitir que lo intentara. Se le debería impedir que haga lo que le está haciendo a las personas, es decir, creando víctimas. Y mientras la Industria Psicológica es desmantelada, las personas podrían boicotear el tratamiento psicológico, protestar contra la influencia de la Industria Psicológica y resistirse a que las conviertan en sus víctimas. [Ídem., p. 309]

Manufacturing Victims es un libro atrevido pero honesto sobre lo que la Industria Psicológica le hace a las personas y continuará haciendo a menos que un milagro la detenga. Si bien los cristianos puede que describan este libro como un “libro secular”, para una “audiencia secular”, es incluso más importante que aquellos que están en la iglesia lo lean. La autora ha descrito con precisión “la Industria Psicológica con sus falsas explicaciones de causa, falsas declaraciones de hechos, falsos informes de curas y falsas profesiones de autoridad”. [Ídem., p. 166.] Los cristianos deben conocer la información del libro de Dineen, debido a que la iglesia ha sido avasallada con las teorías y terapias de la Industria Psicológica, la cual tiene tentáculos casi en cada faceta de la iglesia a través de los escritores cristianos más populares.

¿Golpe Letal para la Psicoterapia?

Debido a toda la investigación realizada sobre la efectividad de la psicoterapia, y debido a muchas otras razones relacionadas con la práctica de la misma, tal como el uso de profesionales de la salud mental como expertos en una corte y otras áreas de la vida, las personas se están preocupando. Alguien que es conocedor en esta materia y a la vez está preocupado es el Dr. R. Christopher Barden, el cual ha propuesto una ley para la legislación federal y estatal. La ley propuesta por Barden se titula “La verdad y responsabilidad en las prácticas de la salud mental”, y dice:

"Reformar el sistema de la salud mental; restringir los pagos federales y estatales únicamente a aquellos tratamientos de salud mental que se han demostrado son seguros y efectivos a través de métodos científicos confiables; requerir que los Estados que reciban apoyo financiero federal para el cuidado de la salud lo limiten a aquellos tratamientos de salud mental que se haya demostrado que son razonablemente seguros y efectivos a través de métodos científicos confiables; requerir que los practicantes de la salud mental informen fielmente a los pacientes, y a las compañías de seguro, sobre los posibles beneficios, riesgos, perjuicios y tratamientos mentales alternativos que hayan sido demostrados por métodos de investigación científica confiables; proteger la integridad del sistema legal y de derecho de los ciudadanos del testimonio de expertos en las cortes judiciales que no sean científicos ni fidedignos; y otras reformas". [R. Christopher Barden y la National Association for Consumer Protection en Mental Health Practices, “The Truth and Responsibility in Mental Health Practices Act.”]

Una versión de la ley denominada la “Carta Barden” fue firmada por muchos profesionales distinguidos en el campo de la salud mental. Creemos que muchos individuos justos e inteligentes respaldarán esta ley; pero sabemos que la política a menudo prevalece sobre el sentido común y la justicia para todos.

Pueden pasar años antes que dicha ley pase al Congreso Nacional. Sin embargo, mientras tanto, Indiana se convirtió en el primer Estado en adoptar una ley de protección al consumidor para las prácticas de la salud mental. Un comunicado de prensa de la oficina de Barden dice:

"Es importante notar que la nueva ley exige que 'el proveedor de salud mental informe a cada paciente... de los posibles riesgos y beneficios de los tratamientos propuestos y de tratamientos alternativos'”. Los expertos nacionales en la ley y la psicología dijeron que éste es un punto de inflexión en la historia de la salud mental.

“El sistema de salud mental nunca será el mismo”, dijo R. Christopher Barden, psicólogo, abogado y Presidente de la Asociación Nacional de Protección al Consumidor en las Prácticas de la Salud Mental. "Ciertamente es sorprendente que muchas, si es que no la mayoría, de las formas de psicoterapia que se ofrecen a los consumidores hoy día, no están respaldadas por una evidencia científica confiable” [The National Association for Consumer Protection en Mental Health Practices Press Release, Office of the President, 4025 Quaker Lane North, Plymouth, MN 55441, Phone 612-595-0566, FAX 612-595-0035, e-mail: rebarden@aol.com] (Negritas agregadas).

Este acto, si se adopta en todo Estados Unidos, puede poner la industria de la salud mental de rodillas. Baden dice, “demasiados estadounidenses no se dan cuenta que la mayoría de la industria de la salud mental es casi un fraude nacional al consumidor”. [Ídem

Los cristianos no deberíamos ser tan incautos como para creer que los psicólogos cristianos no están involucrados en dichas prácticas fraudulentas. Independientemente de la implementación de la ley de Barden, creemos que no existe una psicoterapia a la cual los cristianos nos deberíamos someter. En estas páginas presentamos tanto la investigación como las razones bíblicas. [Ver listas de los libros de Martin y Deidre Bobgan]

Mitos sobre la Psicoterapia

Un primer paso para evitar ser intimidados o engañados por la psicología es el de contemplar con seriedad alguna de las suposiciones de la misma. Las personas que creen en estas suposiciones populares sobre la psicología a menudo no saben dónde se originaron ni que estás ideas son meramente opiniones humanas. Por lo tanto, cuando estas ideas son combinadas con la Escritura, la gente asume erróneamente que son bíblicas. Las siguientes son algunas suposiciones que no tienen base bíblica ni científica.

  • El id, ego y súper-ego son partes reales de la psiquis humana.
  • La mente inconsciente de la persona dirige su comportamiento más de lo que lo hace la mente consciente.
  • Los sueños son indicios para entender al inconsciente, y a la persona misma por lo tanto.
  • El comportamiento actual es determinado por conflictos no resueltos de la niñez.
  • Las personas se encuentran en una negación debido a que han reprimido memorias no placenteras hacia el inconsciente.
  • Se debe culpar a los padres por la mayoría de los problemas. La gente necesita conocer su pasado para poder realizar cambios significativos en sus pensamientos, actitudes, y acciones.
  • Los niños deben pasar exitosamente a través de sus “etapas psicosexuales” de desarrollo, de lo contrario más adelante sufrirán una neurosis.
  • Si es que voy a experimentar un cambio significativo, debo recordar  y re-experimentar los incidentes dolorosos del pasado.
  • Los primeros cinco años de vida determinan lo que la persona será cuando crezca.
  • Todo lo que me ha sucedido está localizado en mi inconsciente.
  • La gente usa mecanismos inconscientes de defensa para poder lidiar con la vida.
  • La gente necesita atribuirse valor a sí misma.
  • La gente necesita una autoconsideración positiva.
  • La mayoría de los problemas se deben a la baja autoestima.
  • La gente necesita una alta autoestima. Necesita sentirse bien sobre sí misma.
  • El propósito principal de Dios es el de satisfacer las necesidades que las personas sienten.
  • Los cristianos pueden aprender mucho sobre sí mismos al estudiar a los teoristas psicológicos, tales como Sigmund Freud, Carl Jung, Alfred Adler, Carl Rogers, y Albert Ellis. Los cristianos deben estar capacitados en la psicología para por ayudar realmente a las personas.
  • La gente necesita capacitarse en la consejería bíblica, debido a que tan sólo conocer la Biblia no es suficiente para ayudar a las personas con lo problemas serios.
  • El mejor consejero es el que usa tanto la psicología como la Biblia.
  • Alcohólicos Anónimos fue iniciado por cristianos y se basa en principios cristianos. Alcohólicos Anónimos y otros grupos de recuperación son necesarios para que los cristianos se sobrepongan a las adicciones.
  • Aprender sobre los tipos y los tests del temperamento puede ayudar a los cristianos a entenderse mejor entre sí.
  • Los psicólogos y terapeutas profesionales son mejores que los amateurs al lidiar con los problemas mentales, emocionales y de comportamiento.
  • La gente debe pagar para obtener la mejor ayuda para los problemas mentales, emocionales y de comportamiento.
  • El pagar por la consejería profesional motiva eficazmente a la gente a que mejore.
  • La capacitación, credenciales y experiencia del psicoterapeuta, son factores importantes para ayudar efectivamente a otros con los problemas de la vida. [Fragmento de Martin y Deidre Bobgan, Competent to Minister: The Biblical Care of Souls (Santa Barbara, CA: EastGate Publishers, 1996), pp. 200-201.]

Estos mitos se han infiltrado en la iglesia, e incluso en los esfuerzos misioneros en todo el mundo. ¿Cuántos cristianos pueden leer esta lista de suposiciones sin pensar que estamos “tirando el bebé junto con el agua sucia”? Afirmamos que no es eso lo que estamos haciendo. Imagine que la iglesia fuera un bebé en una bañera con agua sucia. Aquellos que están contaminando el agua con la psicología, deberían deshacerse de toda práctica contaminada. Si el bebé representa al bebé en Cristo o a todo el cuerpo de Cristo, y el agua de la bañera es lo que contiene la contaminación del mundo, el bebé en Cristo o el cuerpo de Cristo únicamente puede estar limpio si el agua de la bañera es arrojada. A lo largo de estas páginas, y en nuestros otros escritos, proveemos documentación que demuestra que las falsas premisas mencionadas anteriormente no tienen respaldo bíblico ni científico.

“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad” (Colosenses 2:6-10).

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Nota

El bálsamo de Galaad: símbolo de curación

José, cuya historia se halla en el libro de Génesis, fue vendido por sus hermanos a una caravana de mercaderes ismaelitas que iban de Galaad a Egipto. Según Génesis 37:25, uno de los valiosos artículos que transportaban en sus camellos era bálsamo. De esta historia se deduce que el bálsamo de Galaad era muy apreciado en el antiguo Medio Oriente. De hecho, se valoraban mucho sus propiedades curativas.

Siglos después, el profeta Jeremías preguntó con tristeza: “¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?” (Jeremías 8:22). Ahora bien, ¿a qué bálsamo se refería el profeta? ¿Podemos beneficiarnos de algún modo de sus virtudes hoy en día?

El bálsamo en tiempos bíblicos

Un bálsamo es una resina aromática y aceitosa que producen ciertos árboles y arbustos. El aceite balsámico, considerado un lujo en el Medio Oriente, se usaba para fabricar incienso y perfumes. De hecho, era uno de los ingredientes del aceite santo de unción y del incienso que los israelitas emplearon en el tabernáculo poco después de salir de Egipto (Éxodo 25:6; 35:8). Además, fue uno de los lujosos regalos que la famosa reina de Saba (o Seba) obsequió al rey Salomón (1 Reyes 10:2, 10). Asimismo, la joven judía Ester recibió un tratamiento de belleza y masajes por “seis meses con aceite balsámico” antes de presentarse ante el rey persa Asuero (Ester 1:1; 2:12).
Aunque el aceite balsámico se producía en diversos lugares del Medio Oriente, el bálsamo de Galaad procedía de la Tierra Prometida (más concretamente, de la región situada al este del río Jordán). Según la Biblia, el patriarca Jacob envió este bálsamo como regalo a Egipto, pues lo consideraba uno de los productos más finos del país (Génesis 43:11). Y el profeta Ezequiel lo incluyó entre las mercancías que Judá e Israel exportaban a Tiro (Ezequiel 27:17). Las propiedades curativas del bálsamo eran bien conocidas. En la literatura antigua se hacen frecuentes referencias a sus virtudes medicinales, sobre todo a la hora de tratar heridas.

Bálsamo para una nación enferma

Pero, ¿a qué se refería Jeremías al preguntar si no había bálsamo en Galaad? Para comprenderlo, pensemos en la situación en que se encontraba el pueblo de Israel. Hacía tiempo que el profeta Isaías había descrito muy gráficamente su lamentable estado espiritual: “Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite” (Isaías 1:6). Pero los israelitas se negaron a cambiar de actitud. No admitieron que sufrían una enfermedad espiritual ni buscaron tratamiento. En tiempos de Jeremías, la situación seguía igual. Por eso, el profeta se lamentó: “Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen?” (Jeremías 8:9). Como los israelitas no se arrepintieron, no recibirían el “bálsamo” espiritual de Jehová. A eso se refería Jeremías cuando preguntó: “¿No hay bálsamo en Galaad?”.

El mundo moderno también está lleno de “heridas y llagas”. Como reflejo de la falta de amor a Dios y al prójimo, por todos lados vemos pobreza, crueldad, egoísmo e injusticias (Mateo 24:12; 2 Timoteo 3:1-5). A numerosas personas se las discrimina debido a su raza, su edad o su cultura. Para colmo, muchos son víctimas del hambre o la guerra, y otros sufren enfermedades o lloran la muerte de seres queridos. No es de extrañar que tantas personas de inclinación religiosa busquen el “bálsamo en Galaad” del que habló Jeremías, es decir, una curación para sus heridas emocionales y espirituales.

Un mensaje curativo

En tiempos del Señor Jesús, muchas personas de buen corazón se encontraban en una situación similar. ¿Dónde hallaron la ayuda que necesitaban? En el año 30 de nuestra era, el Señor leyó en la sinagoga de Nazaret estas palabras de Isaías: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel” (Isaías 61:1). Al aplicarse a Sí Mismo este versículo, el Señor Jesús se identificó como el Mesías, aquel a quien el Padre le había encargado comunicar al mundo perdido el mensaje de la salvación (Lucas 4:16-21).

Durante Su ministerio, el Señor predicó con entusiasmo las buenas nuevas del reino de los cielos (Mateo 4:17). En Su Sermón del Monte les prometió a quienes sufrían desgracias que vendrían tiempos mejores: “Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.” (Lucas 6:21). Y se encargó de “vendar a los quebrantados de corazón” valiéndose de Su mensaje de salvación eterna.

Una curación aún mayor

El bálsamo de Galaad sigue disponible hoy. El Espíritu Santo produce paz en el corazón de quienes sufren, pues les da consuelo y esperanza. Y lo mejor de todo es que este Bálsamo está a nuestro alcance. ¿Qué debemos hacer si deseamos aplicárnoslo? Abrirle el corazón al Señor y dejar que su Espíritu se aloje en nuestro corazón y que de aquí suavice todo aspecto de nuestra vida, tal como ya lo han experimentado muchos creyentes desde los tiempos en que el Señor anduvo en nuestra tierra.

Este Bálsamo no es más que un anticipo de una curación mucho mayor que está por llegar. Felizmente, ya queda muy poco tiempo para que el Señor realice “la curación de las naciones”, lo que en última instancia significará la vida eterna en una nueva tierra y un nuevo cielo. Cuando llegue ese momento, nadie tendrá motivos para decir: “Estoy enfermo”. ¡Cuánto consuelo nos proporciona el bálsamo de Galaad! (Revelación 22:2; Isaías 33:24.) El poder curativo del Espíritu del Señor puede aliviar nuestros sufrimientos a partir de ahora, si solo estamos dispuestos a recibirlo.

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